XV

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Jessamine se replanteó el momento en el que terminó así, sentada a horcajadas sobre Thomas mientras se besaban como si no hubiera un mañana, algo dentro de ella la hacía sentir culpable pero otra cosa le decía que disfruté y se deje llevar, y al parecer estaba ganando esta segunda parte.

Desde que te vi en tu casa con ese vestido floreado me invaden unas ganas horribles de hacerte mía.-jadeó Thomas besando el cuello de la joven.- Me has dejado hechizado mocosa.

La joven cerró los ojos al sentir los besos de Thomas en su cuello y se aferro a su camisa, el mayor en un movimiento ágil le sacó la blusa a la joven y la tiró quien sabe a donde, dejándola solo con su sostén. Jessamine se sonrojo avergonzada y oculto su rostro en el cuello ajeno.

No tienes que tener vergüenza conmigo.-habló con voz ronca al mismo tiempo que tomaba el mentón de la joven para poder observarla bien.- Nunca te ocultes de mi.-murmuró depositando un beso fugaz sobre sus labios.- Sere delicado solo porque es tu primera vez, pero no te acostumbres, no me gusta serlo.-dijo sacando el sostén de la joven dejando al descubierto sus senos.-

Thomas sin pudor alguno bajo sus besos para atacar los senos de la joven, la cual soltaba jadeos al sentir el tacto ajeno, era la primera vez que un hombre la tocaba tan descaradamente como el lo hacía y eso la volvía loca. Por otro lado Thomas se había contenido mucho tiempo, estaba acostumbrado a acostarse y tener a cualquier mujer que desee, las mujeres se le entregaban servidas en bandeja de plata pero extrañamente esta muchacha se hacia desear y a Thomas le gustaba, también le gustaba saber que esto estaba mal, que podría terminar en un gran problema, que el no podría darle nada a aquella joven pero eso sería motivo de pensamiento para otro día, no en ese momento.

En un ágil movimiento el mayor tomo a la joven de la cintura y la dejó debajo de él, este se sacó la camisa y el pantalón, quedando solo en ropa interior. Los ojos de la joven no podían dejar de mirar el cuerpo bien formado de Thomas, si bien lo había visto varias veces sin remera, era la primera vez que se encontraba casi desnudo solo para ella y lo podría apreciar tranquilamente.

Thomas desabrocho y bajo los pantalones ajenos, sin esperar le sacó rapidamente la ropa interior, ya había esperado demasiado tiempo y ya no quería hacerlo más. Observo detenidamente el pequeño cuerpo desnudo y soltó un gruñido, seguía castigandose a si mismo por el hecho de que una simple niña lo prenda de esa forma, si bien ella no era tan pequeña y ya tenía la suficiente edad para hacer estas cosas, la diferencia de edad entre ambos era bastante y tal vez, solo tal vez, ese era el motivo por el cual el se prendía más, tal vez era idea de saber que iba a ser el primer hombre para aquella joven o el hecho de tenerla en su cama completamente entregada a el, eran muchas las cosas para enumerar en ese momento y no había tiempo, no ahora.

Quiero que me digas todo, si te duele, si te gusta, quiero que me cuentes absolutamente todo, es una orden.-sentenció con voz firme mientras se posicionaba entre las piernas de la joven.-

Esta solo se limitó a asentir, y cerro los ojos en el momento en que sintió la lengua de Thomas lamer su intimidad sin pudor alguno, esta se aferro a las sabanas y dejó escapar un gemido, estar en esa situación la avergonzaba pero no iba a negar que tener al gran Thomas Shelby entre sus piernas era la gloria.

Estas deliciosa.-murmuró Thomas con la voz ronca mientras introducía un dedo dentro de la joven.-

Jessamine no respondió, en ese momento solo podía revolcarse del placer que le estaba regalando aquel hombre experimentado. Thomas al principio movio su dedo lentamente para que la joven se acostumbre, luego comenzó a meterlo y sacarlo con las intensidad, al mismo tiempo que seguía jugando con su lengua en el clitoris de la joven. Jessamine debajo de el comenzó a gemir con más intensidad, tiraba manotazos por toda la cama intentado aferrarse a algo, el placer que estaba recibiendo era tal que la estaba volviendo loca, la desesperación era cada vez más grande. Arqueo su espalda y cubrió su rostro con una almohada dejando escapar un grito al mismo tiempo que sentía como sus piernas se ponían tensas y por su espalda recorrió una electricidad que terminó en desembocar en su vagina, se había corrido en la boca de Thomas y este estaba orgulloso de eso.

《Born To Die》 Thomas ShelbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora