《Born To Die》 Thomas Shelby

XII

Una respiración agitada y el latido de un corazón que amenazaba con salirse del pecho es lo único que podía escuchar y sentir. Los segundos pasaban eternamente y con eso su nerviosismo aumentaba cada vez, juraría que se estaba por volver loca en el momento que el no llegara a buscarla y salvarla. Tomo una bocanada de aire intentando controlarse, pego su cabeza a la pared del cubículo y volvió a respirar.

Su celular vibró una vez, era un mensaje de el, le decía que salga y que la estaría esperando. Se quedó quieta analizando lo que decía el mensaje, tenía mucho miedo de salir, mil hipótesis de lo que podría haber pasado golpearon su cabeza rápidamente, no confiaba en ese mensaje. Se puso de pie y miraba la puerta intentando resolver que es lo que tenía que hacer. Su celular ahora vibraba continuamente, era una llamada.

¿H...hola?-murmuró rogando que la voz detrás del celular sea de quien ella esperaba.-

Puedes salir, te estoy esperando justo en la puerta, puedes confiar en mi.-soltó una leve risa antes de cortar la llamada sin darle tiempo a responder.-

Tomo su mochila y guardo su celular ahí, salió del cubículo del baño y se paró frente a la puerta de salida del baño, tomo una gran bocanada de aire y salió con precaución. Observo en varias direcciones al salir por la puerta, había mucha gente y no lograba encontrarlo. Se sobresaltó al sentir que la tomaban la mano, su vista viajó rápidamente hacia quien la había agarrado, era el.

Jadeo se alivió al ver que estaba Thomas frente a ella, sintió que se liberaba y ya no había peligro alguno, con un nudo en la garganta y el pecho doliendo, solo pudo abrazarlo. No entendía por que lo hacía pero algo que si entendía y sabía era que entre sus brazos se sentía realmente segura.

Aquí estoy.-murmuró Thomas apretandola entre sus brazos y acariciando su cabello delicadamente.-

Quiero irme a casa.-dijó Jessamine en un susurro casi inaudible, se separo un poco de el mientras limpiaba las lagrimas que caían por sus mejillas.-

Vamos, pequeña.-sonrió tratando transmitirle calma, la tomo de la cintura y la pego a su cuerpo para así comenzar a caminar a la salida del gran centro comercial.-

Ambos caminaban en silencio rumbo hacia la salida del gran centro comercial, Thomas se encontraba atento, al momento que llegó nadie se encontraba cerca del baño, al menos nadie sospechoso que pudiera llamar su atención. Observa de reojo a la joven que temblaba y estaba más blanca que una hoja de papel.

Iremos a mi casa, ahí estarás más segura. Llamaré a tu padre y enviaré a alguien que lo vaya a buscar a él para asegurarse de que todo está bien.-hablo empujando la puerta de salida y haciendo que la joven pase delante de él.-

La joven sólo se limitó a asentir, aún estaba intentando procesar lo que acababa de pasar, había confiado en su padre cuando le dijo que ya todo estaba bien, pero claramente eso no era verdad, sino esto no hubiera pasado.

Thomas ayudó a que la joven se suba al auto y cerro la puerta para luego subir el por el lado del conductor. Encendió el auto y el viaje fue en silencio, ninguno dijo nada al respecto. Al llegar a la enorme casa de Thomas, este la ayudó a bajar, al entrar a la casa se encontraban Finn junto a Arthur sentados en uno de los enormes sillones que adornaban la sala.

Jess, ¿estás bien?-habló rápidamente el menor de los hermanos acercándose a su amiga.-

Si, gracias por preocuparte Finn.-sonrió amablemente la joven saliendo de sus pensamientos.-

De parte de Thomas, Finn recibió una mirada de advertencia que el joven interpretó al instante y se alejó de la joven volviendo a sentarse en donde estaba.