DAMN CUPID! [Yoonhong]

13

—Eres un imbécil, ¿te lo han dicho? ¿No? Bueno. ¡Eres un imbécil!

—¿Vas a regañarme o darme un consejo?

—Ambas. Eres increíble...

—Creí que era un imbécil

—Bueno sí... Pero ese no es el punto, no entiendo como fuiste capaz de hacerle eso a Mingyu. Dijiste que era un buen chico, entonces ¿por qué le negaste el beso? Le pediste lo mismo a Joshua y mira...

—Lo sé pero eso no significa que me guste y además, tú no sabes lo que se siente ir por la vida ilusionando a alguien que no quieres.

La voz del rubio hizo eco en su cabeza, le parecía perturbador el hecho de que ambos chicos mencionaran las mismas palabras en varias ocasiones. Eran verdaderamente parecidos cuando se trataba de amor. Pero Jeonghan sabía al menos que ellos no eran el uno para el otro.

—Entonces... —prosiguió Wonwoo sacando a Jeonghan de sus pensamientos —Si Joshua no me quisiera, no habría hecho aquello ¿tú qué opinas?

—¿Y no crees que lo hizo por lástima? Es decir, tu hiciste lo mismo por Mingyu hyung y... —sintió la mirada amenazante de su hermano y sus latidos se volvieron persistentes —Olvídalo. No quise decir eso ¿sabes?, tal vez tengas razón.

En ningún momento presenció aquel beso, pero de solo imaginarlo le provocaba tristeza. Si bien, el menor tenía razón, no llevaban una relación de por medio y era libre de hacer lo que se le diera en gana. Sin embargo, y aunque había prometido serle fiel mientras esperaba, tenía cierto miedo de que Joshua volviese a cometer el mismo error.

—Voy a aceptar...

—¿Qué dijiste? —el pelimenta se giró a mirarlo con confusión —¿A quién vas a aceptar? ¿Tienes novio... o novia? Oh cielos... Jeonghan, quién te viera —dijo sonriente a la vez que alzaba sus cejas repetidamente

—Nah, ya estás escuchando cosas... ¿Vemos una película?

—Sip.

⛅⛅⛅

El cielo comenzaba a oscurecerse y realmente, no le importaba en lo más mínimo. Sabía que así podría seguir liberando su llanto sin que la gente lo mirara extraño.

Regresó a aquel parque donde hace unas horas había sufrido el rechazo del pelimenta. Se preguntaba que es lo que había mal en él, ni siquiera estaba teniendo una oportunidad como tal y eso lo frustraba. Tampoco pensaba echarle la culpa a su mejor amigo, pues éste no tenía la culpa de nada, encima que el castaño también estaba sufriendo por alguien más.

Muy en serio quería besarlo aquella tarde, pero no por lástima. Tenía muy en claro que Wonwoo se lo había propuesto solo porque no quería verlo llorar. Por un momento quiso aceptar, pero ¿qué clase de persona sería al hacerlo? No quería lamentarse luego por recibir un beso a base de obligación.

Gateó hasta llegar a un árbol para recargarse en él, abrazando sus rodillas y hundiendo su cara entre ellas, sintiendo como las lágrimas empezaban a empapar sus jeans con rapidez.

Jamás se vio en esa situación, llorando porque un chico prefería a su mejor amigo, y mucho menos tenía en mente soltar la verdad, no le correspondía.

—¿Te encuentras bien? —escuchó la voz de alguien mientras sentía ligeras palmadas en su espalda.

—¿Y a ti qué te importa? —bufó alzando el rostro y arrepintiéndose ante la cara de susto del desconocido —No, lo siento... Estoy pasando un mal momento ¿sí? Quiero estar solo

—Entiendo... Yo sólo... Es que, no te conozco pero me duele verte así, es decir, no a diario encuentras a un chico guapo llorando a solas y... ¿Puedo sentarme?

Dudo un momento antes de asentir, puede ser que la compañía de aquel sujeto no fuese mala, y después de todo quería distraerse de todo lo acontecido antes.

—Lee Chan —se presentó estirando su mano siento correspondida a los pocos instantes.

—Kim Mingyu.

—Bueno, ¿hyung? Ya nos conocemos, ahora puedes decirme que te sucede.

—¿Estás loco? Sólo conozco tu nombre, no es cómo que seas mi amigo de toda la vida y dios... —rascó su cabeza con nerviosismo y se giró a ver al peligris que mantenía una amplia sonrisa.

—Me rechazaron

—¿De verdad? Deben estar perdiéndose de algo muy bueno —dijo sin dejar de sonreír —Anímate, puede que en algún futuro...

—No. A él le gusta mi mejor amigo y está tan cegado que no puedo contra eso.

—¿Y a tú amigo le gusta ese chico? El pelirojo negó —¡Ahí está! Aprovecha y bésalo hasta que pierda el conocimiento.

—No quiero ser plato de segunda mesa Channie.

—No lo eres si ese chico esta soltero esperando por alguien que jamás tendrá, pero deja eso. Cuéntame de ti...

Sin duda, Mingyu era un chico ciertamente difícil cuando se trataba de personas que no conocía, sin embargo ahora estaba contándole al peligris demasiados detalles de su vida, notablemente con entusiasmo.

En el momento que la plática se volvió solo risas, supo que en verdad había sido buena idea aceptar aquella compañía.

⛅⛅⛅

El rubio salió de casa adormilado y procurando ser silencioso. Amaba a Jeonghan, pero no para salir de su cama cuando éste se lo pidiera. Caminó con torpeza hasta el jardín trasero acercándose a la reja que separaba ambas casas y sonriendo ligeramente al visualizar la silueta del pelinegro sentado en su césped.

—Hannie, son las 2 de la mañana, ¿qué es tan importante que no puedes esperar? —susurró.

—Es que... ¿Te desperté? ¿Estás enojado?

—Que tu duermas tarde no significa que yo también lo haga, hyung.

—Lo lamento

—¿Entonces?

—Joshua —habló firme jugando con sus dedos nervioso —Yo... Sí quiero ser tu novio.

Sintió su cara enrojecer ante la respuesta, se quedó estático un momento y luego cubrió su rostro con sus manos sonriendo ampliamente bajo ellas.

No sabía cómo explicar la felicidad que estaba sintiendo en aquel momento, tampoco es que hubiese esperado mucho tiempo por ello, pero sentía haber pasado años entre la pregunta y la respuesta.

—Hyung — El rubio sonrió cruzando sin mayor dificultad la reja y corrió abalanzándose sobre Jeonghan, sentándose a horcajadas sobre él para tomarlo del rostro y besarlo con desesperación, friccionando contra el miembro del menor buscando intensificar la situación. Se separaron por falta de aire y estaban seguros de poder escuchar sus propios latidos siendo persistentes.

—Joshua, pareciera que estamos en pre-relación sexual

—Lo siento

—No acá... Vamos a tu habitación

Los ojos del rubio se ampliaron en demasía sintiendo un fuerte escalofrío recorrer su cuerpo por completo ante la propuesta. Sin protestar, tomó el brazo del azabache ayudándolo a levantarse para entrar en la casa. Estaba nervioso, quería que su primera vez fuese especial y por lo visto, iba a cumplirse. Sólo había pasado un mes desde la vez que conoció a Jeonghan y aún así, ya lo conocía demasiado como para entregarse a él en cuerpo y alma.

Estaba seguro de que aquella fecha estaría marcada como la mejor noche, tanto en el calendario, como también en su corazón.

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