DAMN CUPID! [Yoonhong]

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Luego de cerrar la puerta detrás suyo, tomó a Joshua de la cintura, dejando que éste enredara sus brazos en el cuello del mayor, chocando sus labios con los suyos para comenzar a moverlos con parsimonia.

Entre besos lo llevó a la cama cuidando de no tropezar, recostándolo con sutileza y abriéndose paso entre sus piernas.

Acarició su torso por debajo de la camiseta, arrancándole un débil jadeo a la vez que sentía la piel de Joshua erizarse ante el toque. Repartió cortos besos en su cuello succionando a ratos y dejando leves marcas.

El rubio arqueo su espalda cuando Jeonghan comenzó a embestir en falso, aumentando su deseo e intensificando la situación.

Se deshizo completamente de las prendas de Joshua dejando al descubierto su ya creciente erección, recorriendo con lentitud su cuerpo y deteniéndose en sus pezones, los cuales empezó a lamer y succionar con extrema paciencia. Bajó su mano libre, tentando hasta encontrar la extremidad del rubio, presionando sobre la punta y esparciendo el líquido translúcido humedeciendo, para luego tomarlo por completo y mover su mano a un ritmo constante.

Jeonghan paró un instante para retirarse su pijama y observar el pecho de su novio, subir y bajar por la constante estimulación.

Volvió a su posición inicial, llevando dos de sus dedos a la boca del rubio, dejándolos ahí un momento para que éste succionara con fuerza y los empapara.

Los retiró luego, dirigiéndose a la entrada de Joshua, frunciendo el ceño confundido cuando el menor lo detuvo.

—Hannie espera, yo... —abultó su labio inferior —Yo jamás he tenido relaciones con nadie... Yo quiero que sea especial

—Y prometo que lo será Shua, yo tampoco lo he hecho con nadie —susurró mostrando una amplia sonrisa antes de tomar nuevamente con desesperación la boca de Joshua.

Tanteó hasta encontrar su objetivo y con cuidado introdujo uno de sus dedos sin dejar de besarlo para acallar los gemidos que comenzaba a soltar de a poco. Cuando logró estabilizarse, introdujo el segundo, moviendolos en un suave vaivén, metiendo y sacando mientras miraba al mayor retorcerse del placer. Abrió sus ojos ampliamente cuando sintió golpear contra la próstata del rubio y éste mordió su labio con violencia para evitar gritar.

Joshua soltó un apenas audible gruñido cuando Jeonghan sacó sus dedos, dejándolo con una terrible sensación de vacío.

—¿Estás listo?

—I'm ready for you, baby —dijo provocando que el mayor riera por lo bajo.

Abrió uno de los cajones de la pequeña mesa que se encontraba junto a la cama, sacando aquel envoltorio metálico y colocándoselo con dificultad.

Estiró un poco más las piernas de Joshua, empujando su miembro contra el y penetrándolo lento.

Gimió ante la exagerada estrechez y la sensación cálida que le brindaba estar dentro de él. Inició con movimientos lentos cuidando de no lastimar a Joshua, aumentando de tanto en tanto cuando éste movía sus caderas en busca de más profundidad.

El rubio se aferraba fuertemente a la espalda del azabache, clavando sus uñas y rasguñándolo inconscientemente. Sentía arder en su interior y a medida que Jeonghan aceleraba, tenía la sensación de que no podría durar demasiado.

El mayor tomó la erección de Joshua bajo el, comenzando a masturbarlo constante, escuchándolo jadear por lo bajo y el escozor en su espalda siendo más intenso.

Sintió su miembro ser asfixiado y Joshua una fuerte corriente agolpándose en su vientre. Aceleró los movimientos de su mano sin dejar de embestir, viendo como el rubio estrujaba las sábanas en el momento que el tibio fluido salió disparado por su abdomen y escurría por sus dedos.

Joshua atrajo al mayor hacia sí, besándolo lento, ahogando los gemidos que ahora provenían de él, en el instante que su inminente orgasmo llegó.

Salió de Joshua, anudando el preservativo y recostándose a su lado para abrazarlo, importándole poco si aún sus cuerpos estaban pegajosos y bañados en sudor.

—Te amo hyung, lo sabes ¿cierto? Te amo desde el primer segundo que te vi.

—Prácticamente no puedo decir lo mismo, pero como sea que haya sido, también te amo como no tienes idea Shua... Mi Joshua.

💘💘💘

—¿Estás bien, Mingyu hyung?

—Sí, yo...

—¿Hablaste con Wonwoo? —el mayor asintió triste —¿Qué ocurrió?

—Joshua... Él dijo que no me quería cerca, que no podía darme lo que yo necesito y te iba a ganar a como diese lugar, él... estaba enojado, mucho en realidad y no sé...

—¿Le preguntaste por qué estaba así?

—Lo hice, y me dijo que yo no era nadie para enterarme de la jodida mierda que pasaba en su vida —musitó sintiendo su voz quebrarse a medida que recordaba la escena.

—Siento tanto que estés pasando por esto hyung, es mi culpa y no mereces pagar por mi. Eres demasiado bueno y yo... Yo podría hablar con Jeonghan.

—Tú no tienes la culpa de nada Joshua, mírate, tienes todo lo que un chico necesita, hasta yo me pude haber enamorado de ti.

—Ja ja, muy gracioso Kim Mingyu, ven aquí —sonrió extendiendo sus brazos para envolverlo en un reconfortante abrazo.

Exhaló hondo tratando de evitar que aquel abrazo lo rompiera por completo. Él realmente se sentía mal por haberse enamorado de quien no debía, y es que, incluso antes de conocer a Joshua, el pelimenta no parecía ni siquiera tener en cuenta a Mingyu y daba por hecho que en verdad no era atractivo, ni para él ni para nadie.

Recordó aquella plática con ese sujeto de cabello plateado y sonrió sin despegarse aún del castaño, porque aún sin conocerlo, trató de animarlo y vaya que en serio lo había logrado. Ese chico se había vuelto bastante especial en solo días y ciertamente extrañaba escuchar sus consejos que, a pesar de ser una terrible situación, los había sacado con una alegría contagiosa.

Joshua había sido su único amigo por algunos años, pero no le parecía mala idea entablar otra amistad con Chan, claramente el castaño ahora tenía otras prioridades y no quería sentirse solo.

Eres un gran chico como para desperdiciar tu vida en alguien más.

No importa, mis sabios consejos van a ayudarte con ese sujeto.

¿Te han dicho que hablas poco? Yo cambiaré eso.

Aun así eres muy genial.

¿Te gustan las brochetas de cordero? Te llevaré algún día.

Te veré pronto Kim Mingyu.

Espero que estés mejor y llegues bien a casa.

Y a pesar de ser tan terriblemente meloso, sus intenciones parecían ser buenas, Lee Chan sin duda podría ayudarlo...