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-No puedo creer que estés tan seguro... ¿De verdad lo estás, Wonwoo?

-Lo estoy...

💘💘💘

Jeonghan simplemente no podía dejar de sonreír, ver a su novio dormido a su lado era de las cosas más bonitas que él creía que existían.

La manera en que su ceño se fruncía o alzaba las comisuras de su boca de repente, lo hacía darse cuenta que él era la persona indicada con la que quería compartir el resto de toda su vida. Llevaba muchos minutos observándolo de aquella manera, elrubio ya se había quedado profundamente dormido hace un rato y realmente, no se cansaba de hacerlo. Para sus ojos era la persona más bella y su sola existencia le hacía sentirse afortunado.

Acariciaba su cabello con suavidad, haciéndolo removerse un poco en la cama, soltando un leve jadeo.

-Hey... Creí que habías vuelto a casa hyung -susurró adormilado aún.

-¿Y perderme de todo esto? Jamás en la vida, el simple hecho de mirarte se ha vuelto mi pasatiempo favorito.

-Pero... Estoy desnudo -sonrió apenado cubriéndose el rostro al sentir sus mejillas agolparse de calor.

-Por eso mismo, creo que jamás tuve la oportunidad de verte así a plena luz del día -rió bajito al ver como Joshua seguía con aquel sonrojo -Eres tan bonito Josh...

-Ya, deja de decir esas cosas... Me avergüenzo.

-¿Por qué deberías? Sólo estoy siendo muy sincero contigo. Sabes que no me gusta mentirte amor, y dios, eres realmente perfecto en todos los aspectos...  

-¿Dónde estuviste todo este tiempo? -habló melancólico delineando con su pulgar los labios del azabache.

A decir verdad, a también se preguntaba aquello. Había pasado tanto tiempo saliendo con chicas y sí, también chicos, pero jamás había sentido tal atracción y sentimiento por alguien que apenas y recién había conocido en aquel entonces.

Quería saber por qué con él era diferente, por qué todo su sentido común desaparecía cuando él estaba cerca. Probablemente esas preguntas seguirían sin respuesta por un largo tiempo pero no pensaba darles mucha importancia, pues todas esas dudas se esfumaban cuando el castaño se acercaba para sólo unir sus labios y moverlos a un ritmo parsimonioso.

Sentir su cuerpo libre de todo, arriba del torso desnudo de su novio, lo hacía sentirse amado y deseado. Joshua lo trataba con suma delicadeza cuando así lo prefería.

Tenía a la persona más gentil y preciada a su lado y se entristecía por no poder gritar a todo el mundo su amor. Sabía que la mayoría de las personas estarían contentas por verlos amarse sin nada que pudiese arruinarlo, pero exactamente una presencia era la que lo impedía. A pesar de todo lo ocurrido ya, su hermano seguiría siendo prioridad y si en algún momento, tuviera que perder incluso a Joshua para proteger los sentimientos de Wonwoo, sin duda lo haría.

Los labios húmedos del menor recorriendo su cuello lo hicieron volver a la realidad, soltando pequeños jadeos que iban subiendo de tono conforme Joshua avanzaba. Sintió su erección acrecentarse bajo las sábanas y simplemente no pensaba negarse a pesar de haberlo hecho antes de quedarse dormido.

El cosquilleo que sintió en todo su cuerpo, jamás lo había experimentado antes. Sentir los labios de su novio aprisionando su miembro era una sensación extremadamente placentera que sólo deseaba que no se detuviera. Sentir la humedad de su boca, recorrerlo en toda su extensión le hizo ver estrellas por doquier.

Inconscientemente llevó sus manos a la cabellera rubia, sujetándola con fuerza y embistiendo contra su boca, escuchando leves arcadas del contrario ante la profundidad con la que se introducía, pero sin querer detenerse aún.

Los espasmos no tardaron en apoderarse de su cuerpo, el cosquilleo en su vientre era demasiado intenso. Avisó a Joshua y mirándolo asentir ante su petición, dejó liberar sus fluidos dentro del rubio, dejando ir un fuerte gemido al observar cómo su novio tragaba sin vergüenza alguna todo lo que había depositado.

-E-es mi t-turno Shua -soltó jadeante

-¿Aún tenemos tiempo?

-Aún lo tenemos... Mucho en realidad.

✖✖✖

-¿Estás seguro?

-Sí -rodó los ojos

-Wonwoo...

-Lo estoy en verdad, llevas preguntando lo mismo desde hace rato -habló con firmeza -he planeado esto por semanas y no pienso arrepentirme ahora Minghao.

-Pero...

-No digas nada más ¿sí? En serio quiero hacerlo,

-De acuerdo, y bien, sabes que, aunque me hayas rechazado, sigo siendo tu amigo y voy a estar ahí para ti, ¿de acuerdo?

-Lo sé y lo siento nuevamente.

-¿Por qué disculparse? Yo te besé la otra vez, entiendo que pienses que soy intenso.

-No estuvo mal -rió cabizbajo -pero estoy en crisis amorosa... Sí, cómo decía... Ah, te veré luego entonces.

-¡Suerte hyung!

El azabache caminó con las manos en los bolsillos hasta su casa, no estaba lejos y quería sentir el aire golpear su rostro, pues lo que estaba a punto de hacer, se llevaría todo de sí y necesitaba darse ánimos.

Llevaba planeando cada detalle y cada palabra por muchas horas. Por fin era el día de su acometido, limpió una lágrima traicionera que resbaló por un costado y exhaló profundo.

Miro con detenimiento su hogar y continuamente la de su vecino. Estaba tan temeroso de arruinar todo, jamás fue tan valiente como lo estaba haciendo ahora.

Su madre no estaba en casa y eso, de cierta forma le facilitaba absolutamente todo. Se sentó un momento frente a su puerta y comenzó a llorar con el rostro hundido en sus rodillas, no podía darse el lujo de hacerlo y lo sabía, pero le era inevitable de cierta manera.

Limpió su rostro antes de que comenzará a hincharse y se dirigió a la casa de a lado, examinándola con detenimiento y confirmando su sospecha.

Mordió su labio con violencia y mirando nuevamente su casa, caminó a ella y entró sin hacer el más mínimo ruido.

Miró a todos lados, lentamente se dirigió a la cocina y sirvió un vaso de agua para tomarlo de un solo golpe.

Su respiración se volvió irregular y sus piernas comenzaron a fallarle, cerró sus ojos intentando tranquilizarse y se dirigió a las escaleras.

Subió con detallada calma, casi a rastras, sintiendo su corazón latir con más potencia a cada escalón que subía.

Observó la puerta de su habitación y luego miró amenazante la de su hermano.

Caminó hasta ella, pegando su oreja sin escuchar el más mínimo ruido. Tomó la perilla y sin dudar un minuto más, la giró, abriéndola con rapidez sin encontrar absolutamente a nadie ahí dentro, más que la cama destendida con las sábanas por doquier y una chaqueta que conocía a la perfección.

Frunció el ceño y corrió hasta el baño, pues las ganas de vomitar lo estaban traicionando, abrió y quiso morirse en ese momento cuando observó a su hermano y a Joshua semidesnudos con el cabello húmedo.

-Justo así Jeonghan... Así quería encontrarte, maldito hijo de puta...

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¿Debería de hacer un maratón? jiji

DAMN CUPID! [Yoonhong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora