EXTRA

222 16 2
                                    

—Shua...

—¿Qué ocurre?

—Quisiera ser pirata...

—¿Por qué?

—No por el oro, ni por la plata, si no por ese tesoro que traes entre las...

—¡Oh por Dios! —cubrió la boca del mayor antes de que pudiese completar aquella sucia frase que logró ponerle las mejillas más rojas que un jitomate—. Ah, mi Jeonghan inocente se fue...

—Y jamás te has quejado, sé lo mucho que te agrada —alzó sus cejas sugestivamente, lanzando un fugaz beso en dirección al rubio.

Joshua rodó los ojos intentando parecer fastidiado, aunque muy en el fondo de su cerebro, un mini Shua, se encontraba ahí carcajeándose mientras se agarraba el estómago de tanto reír.

La actitud que poseía Jeonghan era única y sin duda, era una cualidad que amaba con todo su corazón, pues cuando sus días se tornaban difíciles, el azabache se hacía cargo de mejorar toda tristeza. Su sentido del humor era simplemente hermoso.

—Joshua, sube el volumen de la televisión, no se escucha nada.

—Amor... Es una película muda

—Ah... Mejor vamos con Mingyu¿sí?

El pelinegro sonrió, hace dos días que no veía a su hermano y sinceramente lo extrañaba. Sabía que solo había pasado poco tiempo pero no dejaba de sentir que Wonwoo aún hacía falta en su vida.

Cuando llegaron a aquella casa tocaron una y otra vez sin obtener respuesta. Estaban a punto de marcharse cuando Jeonghan recordó que su hermano le había obsequiado una copia de las llaves de su hogar.

Entraron en completo silencio, pensando tal vez que aquel par se encontraba dormido. Pero descartaron aquella idea cuando un grito proveniente de parte de Wonwoo se escuchó en la habitación de arriba.

Jeonghan sin pensarlo dos veces, corrió escaleras arriba en busca de su hermano, deteniéndose abruptamente apenas abrió la puerta.

Cubrió sus ojos con sus manos quedándose estático sin saber que hacer, quiso huir al momento que la imagen de su hermano desnudo sobre Mingyu, se instaló en su mirada.

—Jeonghan qué... ¡Santos cielos! Amor, no mires...

—Espera aquí cielo —dijo Mingyu bajando al azabache de su regazo, y de su miembro... dirigiéndose de inmediato hacia el par que aún se mantenía en la puerta —Ah, sólo... ¿Podrían largarse? O esperar abajo... Como gusten —soltó inexpresivo alzando repetidas veces sus cejas.

—No no no no, olvídalo... Tú... tú termina. Nosotros nos vamos —dijo Joshua con nerviosismo jalando al azabache del brazo para sacarlo de aquel trance.

Para él no era novedad ver a su mejor amigo sin ropa interior y estaba seguro de que a Jeonghan  tampoco le era cosa de otro mundo mirar de aquella forma a su hermano, pero el hecho de observar a Mingyu dentro de Wonwoo, había sido totalmente perturbador.

El rubio se vio obligado a abofetear a su esposo para hacerlo reaccionar porque aunque caminaba a su lado, su mirada seguía en el más allá.

—Oye... ¿Qué te ocurre? Pedazo de idiota.

—Quería a mi Jeonghan de vuelta, es todo —sonrió ampliamente.

—Lo siento... Amor... Eso fue horrible, que asco, Dios.

—Sabes que nosotros hacemos lo mismo o hasta cosas peores, ¿cierto?

—S-sí pero... Es que presenciarlo es otra cosa —dijo con vergüenza sintiendo sus mejillas colorearse carmesí —Además... Ah, sí voy a ver esas escenas cada que vaya a esa casa, prefiero no volver jamás.

—Yo los grabaría...

—¡Joshua!

El menor se carcajeó con fuerza sin importarle que Jeonghan le estuviese dirigiendo miradas amenazantes.

Definitivamente estaba encantado con la manera que adoptaba el pelinegro cuando se enojaba; Sus ojitos destellando furia, sus labios fruncidos en un perfecto puchero y sus mejillas ardiendo en rojo.

—¿Te he dicho que te amo el día de hoy? Me encantas Hannie, te amo tanto...

El azabache sonrió tomando el rostro de Joshua para cerrar la distancia entre ambos. Besarlo era cosa de otro universo, las sensaciones que experimentaba eran maravillosas pues el rubio tenía el paraíso en sus labios.

No hacía falta que Joshua le mencionará lo mucho que lo amaba a cada instante, porque incluso las más pequeñas acciones se lo decían.

❤❤❤

—¿Por qué me bajas? —dijo con el entrecejo fruncido a la par que abultaba su labio inferior.

—Estoy cansado...

—Pero... —la puerta de la casa cerrándose retumbó y la pequeña corrió hasta la entrada dejando
al rubio completamente solo en el jardín —Papá... ¡Llegaste!

El azabache sonrió con amplitud. Aquella rutina se había vuelto una de sus favoritas. El trabajo le era simplemente agobiante y llegar a casa recibiendo un beso por parte de Joshua le subía los ánimos en cuestión de segundos. Pero ahora llegar y tener porfin por obsequio a sus dos hijos esperando por él, era algo más que maravilloso.

Cargó a su pequeña hija por los aires y depositó un casto beso en su frente, para luego dirigir su mirada al rubio que ya se encontraba junto a ellos y besar sus labios cortamente.

—Haneul... ¿Por qué traes esa carita, amor? Ya te he dicho que no me gusta verte triste —habló observando a la niña que a pesar de recibir a su padre con una sonrisa, ahora tenía de vuelta la expresión con la que abandonó el jardín.

—Papá Joshua dijo que estaba cansado de hacerme caballito.

—¿Cuánto tiempo llevas haciendo eso, amor? —dijo con la mirada fija en el menor.

—Dos horas... Ah, ella no se cansaría jamás.

—Haneul... —bajó a su hija dejándola en el piso y poniéndose en cuclillas para estar a su altura.

—Bebé... No tienes porque estar enfadada con Shua, lleva mucho rato llevándote en sus hombros. Él te ama mucho, pero si papá no descansa, mucho menos podrá jugar contigo, sabes que eso no está bien ¿verdad? —la castaña asintió —Mira, ve a tu cuarto a cambiarte esa ropa y luego bajas para que vayamos a buscar a Kwannie a la escuela  ¿estamos? —soltó con una linda sonrisa.

—Sí papi —Haneul depositó un beso en la mejilla del azabache y posteriormente uno en la del rubio antes de subir a su habitación.

Ambos chicos sonrieron inconscientemente al mirar a su pequeña subir los escalones sin ningún tipo de ayuda. Se preguntaban en que momento Haneul había crecido tan rápido. Sin duda ya no
era la bebé que con esfuerzo, habían logrado tener hace cuatro años.

—Me siento tan completo Hannie... Estoy tan jodidamente enamorado.

—Al final de cuentas conseguimos ser una gran familia ¿no es así? —se acercó al rubio pasando sus brazos por su cintura para abrazarlo quedando un poco alejado debido al bulto de cuatro meses de su esposo —Gracias por hacer esto posible Joshua,
tenerte a ti, al bebé, a Haneul y Seungkwan es todo lo que necesitaba para ser eternamente feliz

—Juntos podemos hacer lo que sea Jeonghan... Lo sabes... —acunó el rostro del pelinegro entre sus manos —¿Juntos siempre?

—Hasta donde nos lleve el destino...

Muchas gracias a todas las personitas que leyeron, votaron y comentaron esta adaptación. 
Se que no soy buena adaptando, me gustaría poder hacer más pero aún estoy aprendiendo.
Puedo decir que, definitivamente está historia, fue la que mejor disfruté, viví y sentí los sentimientos con los personajes.
"Damn cupid" sin duda es la mejor historia.
Muchas gracias a YoonieTT por crear esta hermosa historia y dejarme adaptarla ♡.

DAMN CUPID! [Yoonhong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora