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Comenzar el día con la imagen de el rostro de alguien, jamás se había sentido tan bien.

Estaba sentado en su cama mientras miraba con disimulo al menor que se cambiaba de ropa descaradamente frente a la ventana. Se preguntaba sí había sido descubierto y lo estaba haciendo a propósito o sólo era un simple descuido. De cualquier manera, estaba disfrutando del gran espectáculo.

La puerta se abrió de repente tomándolo por sorpresa y por inercia, cubriéndose con las sábanas soltando un grito bastante femenino, como si fuese pillado haciendo cosas indebidas.

Se tensó por un momento y la sensación desapareció de inmediato al ver la cabellera negra asomándose.

-Ah, eres tú

-Pues sí, mamá está trabajando, quién más se... -cortó sus palabras al fijar la mirada en el pelimenta que aún miraba de soslayo hacia su izquierda -¡Oh jodido psicópata! -rió fuerte -¿De verdad estás espiándolo? En serio que te trae babeando como una chica.

Abrió sus ojos ampliamente asustado, al ver a Jeonghan acercarse lentamente hacia la ventana.

Eso no era avanzar correctamente.

La abrió sin más y al darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer, lo hizo sonrojarse y quedarse en una especie de trance, sin poder siquiera moverse para evitar la "tragedia" que su hermano iba a provocar.

-¡Hey Joshua! -amplió su sonrisa al captar la atención del castaño -¡Deberías cerrar esas cortinas si no quieres que tu desnudez termine circulando por internet!

El menor soltó una carcajada antes de volver a su tarea haciendo caso omiso al azabache. Éste mordió su labio inconscientemente sin dejar de observar cada movimiento, ganándose una repulsiva mirada de odio por parte de Wonwoo.

-¿Qué mierda te ocurre Wonwoo? -gritó molesto después de ser golpeado con fuerza en uno de sus brazos.

-¿Que qué mierda me ocurre? Dios, eres tan imbécil... ¿Por qué estás viendo a mi hombre de esa manera? -pausó respirando hondo -Tu labio sangra, subnormal. -habló alto saliendo de su habitación sintiendo la furia a tope.

Jeonghan sintió palidecer al momento. Ni siquiera el había podido percatarse de lo que estaba haciendo hasta que el pelimenta lo sacó de sus impuros pensamientos, por qué sí, no podía imaginarse cosas buenas mientras veía al rubio en ropa interior y mostrando esa ropa interior que debía ser ilegal.

Se regañó a sí mismo abofeteándose ligeramente porque ¿En qué estaba pensando?

Jamás dijo que Joshua no era atractivo, así que tenía que darse muchísimas explicaciones a sí mismo y principalmente a su hermano, que por supuesto esperaba algo coherente de su parte.

No supo cuánto tiempo se quedó reflexionando sobre la situación hasta que Wonwoo apareció en la habitación nuevamente con el cabello húmedo por la ducha.

-¿Todavía sigues aquí? ¿Podrías dejarme solo? -dijo cortante e inexpresivo.

El azabache asintió saliendo del cuarto con la mirada baja sintiéndose culpable aún. Más al cerrar la puerta, escuchó timbrar el teléfono de su hermano y aunque pensaba que espiar era algo de mala educación, se quedó escuchando con atención. Podría ser Jeonghan.

-¿Qué quieres?... ¿Verme? -Jeonghan frunció el ceño intrigado -Nop, olvídalo, ¿cómo conseguiste mi número?... Si digo que sí ¿dejaras de molestar?... ¡Bien! En la fuente saliendo de clases, te quiero puntual Kim Mingyu.

Jeonghan abrió los ojos ampliamente sin saber a dónde quería llegar ese chico pelirojo. Estaba casi seguro que le gustaba el pequeño Hong pero ¿A qué iba Wonwoo a todo eso? No es como si lo conociera de toda la vida, a menos que en aquella cita, el castaño haya mencionado algo demasiado importante que Mingyu quería saber y por obviedad, ahora Wonwoo se guardaba.

DAMN CUPID! [Yoonhong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora