La forma en la que hablan, caminan, responden, comen. Las escuelas a las que asistirán por el resto de sus vidas.
Su forma de vestir, su "gusto" en los deportes, su incesante manía por ser los mejores aunque eso signifique dejar de respirar.
Esa es...
Así que, dame un desarrollo feliz, un viaje tranquilo, o un muy buen inicio."
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| 100 BATALLAS, 100 VICTORIAS. |
Soobin.
Observo la respiración del cuerpo dormido, admirando como débilmente los labios de Beom dejan escapar el nombre entrecortado de Taehyun. El susurro es débil, aunque seguro. Lo que solo provoca que no pueda apartar mi vista.
Hay demasiados huecos oscuros en esta situación para poder tener la imagen clara, pero, de lo que puedo estar completamente seguro, es de que, si han logrado tener tanto tiempo esto privado de mi radar, quiere decir que esta situación enredosa fue escondida de mi persona a propósito. Que Yeonjun no esté aquí solo significa que él también es parte activa de toda esta orquesta.
Suelto un suspiro hondo mientras trato de estirarme para retirar mi letargo, paseo la mirada por la sala, observando como los primeros rayos de sol hacen su aparición a través del ventanal. Lentamente las manecillas del reloj han avanzado sin que yo pueda terminar de ensamblar este rompecabezas, así que, cuando Beom por fin parece despertar, decido que tengo suficientes cartas en mi poder para acomodar sabiamente mis movimientos.
Concluyo que es mejor ir por un ataque sorpresa.
— Te atreviste a dudar de nuestra amistad cuando supiste que HueningKai era un Dios, pero ahora entablas una relación clandestina con otro de nuestros mejores amigos ¿Y ni siquiera tuviste la decencia de avisarnos que algo estaba pasando entre ustedes? — Le suelto apenas termina por enderezarse, esperando que el arrebato sea lo suficientemente efectivo como para que Beom termine por soltarme la información. —¿Y bien? — inquiero aún más profundo, alzando mis cejas un poco en señal de sorpresa.
