La forma en la que hablan, caminan, responden, comen. Las escuelas a las que asistirán por el resto de sus vidas.
Su forma de vestir, su "gusto" en los deportes, su incesante manía por ser los mejores aunque eso signifique dejar de respirar.
Esa es...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El sonido característico de la puerta de la primera planta me hizo cobrar conciencia de la llegada de Jun y los gemelos. Siempre había creído que pese a no estar todo el tiempo pegados unos a otros podía decir que conocía a estos chicos.
Habíamos pasado la cantidad de tiempo necesaria para considerarnos amigos e incluso, algunas de mis penas y secretos más valiosos fueron escuchados por los miembros de esta casa.
Así que escuchar un día que el menor de nosotros ha inventado un sistema para enjaular y cazar a todos aquellos con una posición económica inferior a la suya es simplemente ridículo.
¿Por qué haría algo así? Huening nunca ha sido sádico, ni siquiera lo he podido ver siendo grosero hacia nadie.
Aun peor, si lo que Soobin decía era verdad parecía ser un secreto a voces. Si Bin sabía esto y no dijo nada, entonces Tae debía de saberlo. Jun debía incluirse en la ecuación dejándome fuera solo a mí.
¿Por qué? ¿Por qué el afán de mantenerme al margen? ¿Acaso no decían nada porque no creyeron que algún día pudiera estar con ellos dentro de esta academia? ¿O simplemente querían dejarme al margen de su vida social?
Así que por primera vez en mi vida y pese a conocerlo desde niños, me detengo un segundo a examinar nuestra amistad.
Veo a Bin, quien camina hacia donde estoy parado mientras parece analizar mis pensamientos. Justo ahora su semblante solemne sumado al porte que heredo de sus padres me da la certeza de que, entre este juego de máscaras que los he visto jugar desde bebes, yo soy el único que parece no participar. Y pulso mi ego debajo de mis sentimientos para reconocer que mi estatus no les daría mérito alguno, o tal vez si, tal vez lo hacen solo para mantener felices a sus padres. Pues si algo se con certeza acerca de estos chicos, es que podrían hacer cosas muy extremas por conseguir méritos. Sacrificar amistades o guardar secretos no suena tan descabellado si soy muy sincero.
Y por alguna razón, un sentimiento de impotencia, engaño y desasosiego se alberga en mi pecho, haciéndome sentir estúpido por siquiera pensar que soy igual de listo que ellos. Tal vez he sido usado más de una vez y no me he dado cuenta pues nunca he puesto en duda nada de lo que estos chicos hacen conmigo. ¿Eres tonto Beomgyu? Me pregunto.
No, no lo soy. Eso es justo lo que quiero decirle a la cara inexpresiva de Soobin y por supuesto que es lo que le diré a Kai una vez baje y lo regañe como debe ser por la tontería que ha hecho.
Pero antes de que dé un paso si quiera, tengo a mi amigo sosteniéndome. Impidiendo mi salida mientras veo como su expresión flaquea al tensarse.
—No— me dice serio. No creo estar seguro a que conclusión ha llegado pero su agarre se vuelve más firme —No vas a ir con Kai a reclamarle nada, tú no sabes la historia completa, mucho menos tienes idea de cómo funcionan las cosas por aquí, así que no lo hagas—