La forma en la que hablan, caminan, responden, comen. Las escuelas a las que asistirán por el resto de sus vidas.
Su forma de vestir, su "gusto" en los deportes, su incesante manía por ser los mejores aunque eso signifique dejar de respirar.
Esa es...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
꧁꧂
Beomgyu.
Los resultados de mis estudios abrieron una nueva perspectiva para mí, sin duda tengo que asistir al internado para averiguar quien fue la persona con la que papá mezclo su material genético al crearme. El problema principal en todo esto (y la verdadera razón por la que me deprime saber que será el lugar al que debo ir en busca de respuestas) es mi imposibilidad económica para entrar como estudiante regular a SKY, claro que mi padre es un médico reconocido en un hospital de prestigio para el país, pero simplemente es un empleado. No tiene acciones o un lugar de importancia en el consejo, por lo que la solicitud de admisión no se me enviara a casa nunca.
Lo más sensato es aplicar en el proceso para obtener una beca, mis calificaciones son muy buenas. Me he esforzado desde hace mucho en seguir los pasos de mi padre hacia el mundo de la medicina, aunque no sé si solo eso sea suficiente para poder entrar a SKY.
Se concede una beca al año para algún joven de bajos recursos o imposibilidades monetarias la cual cubre la colegiatura, pero siempre son niños superdotados que aman realizar proyectos de innovación o personas con una habilidad increíble para crear literatura, arte o algo destacable que impulse la imagen de la institución. Suspiro cuando me doy cuenta de que un simple tablón de notas no es más que un papel vacío. Un papelito que no tiene el prestigio requerido para darme una aprobación.
Así que trato de pensar cual será mí siguiente movimiento de camino a casa. Una vez llego, entro a mí habitación, admirando con duda las paredes decoradas con mis trofeos en tiro con arco y se me ocurre que tal vez una beca deportiva podría ayudarme en mi portafolio de admisión. Suena algo un poco más factible, con un poco de suerte estudiantes con malas notas o deportistas sin trofeos serán los únicos que apliquen para la beca de este año, ¿Verdad?
Me quedo pensando solo un segundo antes de bufar exasperado por la obvia respuesta que eso conlleva. Aunque quiera entrar por méritos propios tengo que dejar mi orgullo de lado y al final opto por hacer un par de llamadas a las personas que sin duda me podrán ayudar más que mi tablón escolar o mis premios por competencias de tiro.
Solo realizo dos llamadas, la primera a Yeonjun quien sin duda se muestra interesado en tenerme dentro de la escuela. Nos hemos llevado muy bien desde niños, mientras yo trataba de enseñarle como mantener una buena postura a la hora de sostener el arco, él a cambio me daba sesiones de entrenamiento para practicar basquetbol. Mi amigo amaba el deporte, siempre parecía sentirse en su mejor humor cuando estaba sudando tras la pelota mientras teníamos un partido.
Apenas colgué con él, tome de nuevo el teléfono buscando el contacto de mi respaldo. Soobin. El tierno, cortes y amable Kim Soobin.
Dejo que las manecillas del reloj en la pared avancen mientras practico con mucho cuidado lo que voy a decir, y cuando la culpa no es tan insoportable, es por fin que puedo marcar el número de contacto.