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La Emperatriz Wei, se encontraba al lado de su esposo el Emperador Lan, ambos sobre sus debidos tronos Imperiales hechos en oro frente a los respectivos ancianos del Ministro Imperial Lan, prestando la debida atención a sus protestas queriendo saber la manera en como iban a proceder contra la batalla que tenían contra su mayor alianza la Región del Norte.

— ¡Tenemos que destruir a la Reina de la Región del Norte! — protesto uno de los ancianos del ministerio enojado ya que llevaban barias horas en dicha reunión y aún no se había llevado acabó nada y seguían en la incertidumbre de como iban a proceder, si atacar y ganar la batalla o seguir intentando concretar una tregua entre ambos lados.

Algunos querían mandar una propuesta de Paz, para que así las alianzas tanto familiares como comerciales no se fueran al borde del cáñamo por lo que sea que la Reina del Norte estuviera furiosa y quisiera desterrar al Emperador y así ver arden en llamas todo la Ciudad Imperial Lan como a su gente, pero por otro lado, no. Algunos querían ir a guerra.

— La antigua Gobernante de la Familia Imperial, La Emperatriz Lan Yi junto a la antigua Reina de la Región del Norte BaoShan SanRen, se habían proclamado ambas como Hermanas por la fuerte amistad que lograron forjar — inicio hablando uno de los más antiguos ancianos, aquel que había visto como aquella amistad entre la difunta Emperatriz Lan Yi y la difunta Reina del Norte BaoShan SanRen se había forjado cuando él era muy joven, antes de haberse podido convertir en parte del Ministerio Imperial Lan — por lo tanto su Majestad después de tantos años en los que se siguió forjando esa antigua amistad es casi irreal que ahora estemos en batalla —

— Si tantos años lleva creada está hermandad ¿Por qué ahora la Reina de la Región del Norte busca una guerra innecesaria? — pregunto otro anciano un poco más joven totalmente confundido, tras escuchar las palabras de su compañero.

— ¡Debemos irnos a guerra Su Majestad, si eso es lo que la Reina del Norte está buscando! — opino uno de los más jóvenes ancianos alzando la voz más de lo necesario al siempre haber estado en desacuerdo con aquella alianza extremadamente estrecha entre la Región del Norte y la Ciudad Imperial desde que había llegado a convertirse en parte del Ministerio Imperial Lan.

— Esta batalla es absurda Su Majestad — concordó otro anciano estando en desacuerdo con el otro anciano — debemos seguir insistiendo con la tregua de Paz, no podemos dejar que todo por lo que la Ciudad Imperial Lan se a esforzado en crear, se derrumbe por nada —

Mediante los años pasaban desde que La Emperatriz Lan Yi había tomado el trono Imperial y se había conocido con la Reina de la Región del Norte ambas se volvieron inseparables, por su puesto que nunca ninguna de las dos desatendían sus deberes pero de vez en cuando se les podía ver reunidas seguidamente paseando ya fuera en la Región del Norte o en la Ciudad Imperial, por lo que los súbditos de ambos lados se habían familiarizado y empezado a comercializar entre ellos volviéndose más ricos en cultura, comercio, sociabilidad y economía. Así que gracias a eso fue que ambos lados se habían hecho fuertes y mucho más importantes que con sus anteriores Gobernantes, por lo que aquellos quienes vieron ese cambio y las grandes ventajas que aquello contraían no querían que la guerra se llevará acabó y arruinara todo por lo que habían estado viviendo.

— No podemos hacer nada si la Reina de la Región del Norte no deja concretar una audiencia con su Majestad el Emperador — aclaro el Príncipe Imperial Lan QiRen sentado al pie del Príncipe Mayor Lan, aquellos quienes tampoco querían que se desatará tal tragedia — además si se llega a concretar la audiencia dudó mucho que quiera crear una resolución para la paz de ambos lados, sabiendo que ya había atentado contra la vida de la Familia Imperial Lan — el mayor de la Familia Imperial Lan, les recordó aquel suceso por el cual casi atentan contra la vida del Príncipe Mayor Lan.

La Gran Emperatriz LanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora