La Gran Emperatriz Lan

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Reino Real de la Región del Norte

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El ejército de la región del Norte tenían sus espadas desenvainadas apuntando en dirección aquella que se proclamaba la Reina del Norte, provocando que su furia creciera de una manera inigualable.

— ¿¡Que creen que hacen todos ustedes!? — grito fuerte y claramente mirándolos con furia, mientras los pocos hombres fieles a ella intentaban protegerla de cualquier mal.

— Princesa Yao de la Región del Sur — una severa voz se abrió paso entre el ejército con pasos firmes y elegante — como legítima Reina a la Corona del Norte, Yo Ying SanRen Segunda Heredera de la antigua y difunta Reina CanSen SanRen, libero a mi Región de sus atroces manos — anuncio Wei WuXian claramente a unos cuantos paso de la mujer mayor, dirigiendo su mirada disgustada hacia ella — y la tomo a usted como prisionera de la Región del Norte, por los actos ilícitos cometidos en mis tierras y el asesinato de ambos antiguos Reyes del Norte — dejando notar todo su enfado Wei WuXian le hizo una señas a uno de los guerreros de confianza de su Hermano Mayor para que esté retuviera a la Princesa Yao atravesando a los hombres que la protegían arrestando los de igual manera que aquella a la que se hacía llamar Reina de la Región del Norte creando discordia entre Regiones y planificando la distinción de su Majestad el Emperador, su amado Esposo Lan WangJi.

— ¡¡No pueden encerrarme!! — grito como loca la Princesa Yao evitando que cualquier hombre que antes estaba bajo sus órdenes la tocase — ¡¡Yo soy la Reina!! ¡¡Solo yo puedo dar órdenes!! — grito exuberantemente abriéndose paso entre los guerreros, quienes le apuntaban con sus debidas flechas, pero aún así ella ni se inmutaba por tales actos — ¡¡Soy la monarca de estas tierras!! ¡¡Estas son mis tierras!! — seguía gritando, queriendo solo llegar a donde se encontraba Wei WuXian e intentar doblegar lo ante su presencia, como lo había logrado hacer con todos los pocos sobrevivientes del Palacio Real — ¡¡Tú!! — exasperado por lo que estaba pasando y la poca autoridad que se veía tenía ante los soldados, señaló a Wei WuXian con su dedo índice, mientras dejaba al descubierto su mirada enfurecida — ¡¡Ustedes Dos, son unos bas...!! — antes de que por sus boca saliera una blasfemia, su oración fue detenida, cuando por primera vez, Wei WuXian le dió un fuerte golpe a alguien que se creía superior a él, aún sabiendo que no era absolutamente nada, ni nadie ante su presencia.

Sin importar la condición de locura que mostraba Yao XinYan, Wei WuXian no iba a tolerar los insultos que fuesen dirigidos a su persona o a sus seres queridos.

Tras haber pasado por todo lo que pasó, poco le importaba en ese momento si la princesa Yao estaba sana, o médicamente loca, porque aunque se viera o hablara como una persona cuerda, sin su medicamento se veía desde lejos que estaba tan loca que podría cometer cualquier locura más de la que ya había estado cometiendo. Y no por eso Wei WuXian iba a permitir que lo estuvieran menospreciando y que estuvieran menospreciando a su hermano mayor, cuando fue por culpa de esa mujer que quedaron sin sus padres, privando los de una vida amena como cualquier heredero de una importante región como lo eran ellos podrían llegar a disfrutar. Solo por eso no iba a tolerar a esa mujer, ni el hecho de que alguien más hablara mal de él o de su hermano mayor o inclusive aquellos difuntos que amaba tanto, ya que nadie era digno de juzgarlos cuando no los conocieron en vida.

— Este hombre, le avisa a sus Altezas Reales que el Príncipe Mayor Lan, se encuentra retenido entre uno de los aposentos superiores del Palacio Real con múltiples heridas — siendo precavido y cauteloso, uno de los hombres de Xue Yang informó en cuanto se acercó a los hermanos, después de todo su tarea había sido inspeccionar todo el castillo con sus debidos hombres hasta poder encontrar al Príncipe mayor Lan por órdenes de los legítimos Herederos a la Corona, los hermanos SanRen.