27. Un asunto familiar.

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¡¡TOGAAAAA!!

Ese grito hace vibrar cada rincón de la austera vivienda, pero aún así la pareja no se separa. Obviamente tal escándalo ha llamado su atención y les ha hecho girar a ver en aquella dirección... Irasue de inmediato voltea su vista al frente, inconforme, mientras él la observa con sorpresa total, ¿Qué hace ella allí?

Irasue: (Susurra) Suélteme.

Tal petición lo hace enfocar la vista en su esposa. Lentamente retira la mano con la cual aprisionaba uno de sus senos y muy a su pesar se separa de ella.

Irasue no tiene muy claro qué hacer o qué decir. Tiene una vaga idea de por qué esa mujer esta allí... Al paso de los años no fue difícil darse cuenta de que ella sentía algo especial por el General.

Zero: ¡¡TOGA!! ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?

Él voltea a ver a Irasue, y recuerda en un instante las cosas que ella le contó, los maltratos y humillaciones que vivió a su lado, la rabia no tarda en hacerse presente... Irasue era el ser más maravilloso del mundo entero y pensar que Zero llegó a maltratarla de tal manera, incluso a quererla asesinar.

Inmediatamente se posiciona adelante de ella, no va a permitir de ninguna manera que Zero vuelva a incomodarla... Irasue gira sus ojos hacia su izquierda... ¡No necesita protección de nadie! Es más, debería hacerse a un lado y dejarla usar su kaiken para desaparecerla de la faz de la Tierra.

Toga: ¿Qué haces aquí?

Zero: (Furiosa) ¿Qué hace esa mocosa en tu casa? ¿Son verdad las habladurías del pueblo?

Toga: ¿Habladurías?

Zero: Que te casaste con ella.

Toga: (Sonríe) ¿Habladurías? ¡Ja! Irasue es mi esposa y está conmigo de forma legal Zero.

Zero: ¿Legal? ¡¡Yo soy su tutora y por tanto quien decide!!

Toga: Tú sólo le diste un techo, de ninguna manera podría considerar tutora a quien intentó asesinarla desde que era una bebé.

Zero: (Confundida) ¿Cómo...? ¡¡No es verdad!!

La mujer había entrado al reino a base de engaños, mintiendo a los guardias de la entrada haciéndose pasar por vendedora de manzanas, haciendo uso de algunas artimañas para que ellos cedieran a abrir las puertas y permitirle ingresar.

Una vez allí dentro no fue tan complicado encontrar las viviendas del ejército, y a cambio de un poco de coquetería y una de las frutas que llevaba consigo, algún soldado le reveló la ubicación exacta de la vivienda del gran general Inu no Taisho.

Los rumores entre las prostitutas del pueblo eran verdad: el tan deseado general, el que muy contadas ocasiones cedía a aceptar compañía, el que siempre iba a de visita a casa de su prima Zero (rezaban los rumores que había algún amorío entre ellos), ahora había contraído matrimonio con una joven mujer.

Toga: Lo sé todo Zero. Y ya te lo dije aquél día. Te agradezco el haberle dado un techo a Irasue por algunos años, pero nuestra relación familiar terminó. Así que por favor retírate antes de que avise al Rey que has profanado los muros de su fortaleza con la intención de calumniar y armar alboroto.

Zero: ¡¡HAZLO!! ¡ESE ESTÚPIDO REY NO EVITARÁ LO QUE TENGO EN MENTE!

Toga: ¿Qué tienes en mente?

Era común que las esposas de los soldados tuvieran algún tipo de arma para defenderse cuando algún intruso que se creía muy listo entrara al pueblo. En este caso, el bastón que Zero llevaba consigo era en realidad una espada de largo alcance, cuya funda le hacía parecer justamente eso: un simple bastón.

Sacrificando el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora