11. Su legítima esposa.

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Ambos se encuentran ahora frente al altar, preparados para el ritual que los convertirá en marido y mujer, aunque todo sea tal vez un tanto ficticio, al menos en los ojos de la pareja.

Pero internamente cada uno sabe perfectamente el cariño especial y devoción que guarda por el otro... Toga no le hubiese propuesto algo así si no sintiera cierto "enamoramiento" hacia ella... ¿Cuándo se dio cuenta?... No, no fue cuando la acunó en brazos por primera vez, ni mientras recibía aquellas cartas en la guerra.

Fue quizá aquél día en que vio a Ryokutsusei "comprándola" como si de un objeto se tratase. Incluso ni él mismo entendió del todo su actuar en aquél momento, pero sentía que debía impedir a toda costa que una muchacha con un intelecto excepcional se viera forzada a vivir su vida al lado de alguien que nunca podría entenderla.

Además aquella conversación, le hizo entender perfectamente que Irasue no deseaba conformarse a lo que "debe ser"... Ella no quería ser una mujer sumisa y sometida a la voluntad de un hombre, y verdaderamente no lo merecía.

¿Y cómo olvidar sus palabras de aquella noche? 

Irasue: Si usted continúa en mi destino. Entonces lo aceptaré encantada.

A decir verdad, desde ese momento no dejó de pensar en esa frase cada día, tratando de descifrarla.

¿Y por qué negarlo? Al pasar de los años ella se convertía en una mujer hermosa, de belleza inigualable, de intelecto envidiable, cuyos consejos y opiniones siempre le eran muy útiles y muy bien valorados.

Y ella... ¿En qué momento comenzó a pensar diferente en el hombre a quien admiraba desde el momento en que supo lo grandiosa que era su labor?

Comenzó quizá como un amigo que la entendía y con quien se sentía cómoda, para dar paso al hombre de historias increíbles que se convirtió en el héroe de esas muy reales anécdotas tan admirables.

Y luego, de repente, allí estaba él, impidiendo que un hombre la comprara como esposa, impidiendo que se la llevara como presa sexual para satisfacer forzadamente sus sucios deseos... Ese día él le pidió esperar, soportar tres años a Zero, a cambio de ayudarla a "cambiar" el destino predeterminado que le esperaba.

Ahora corría desesperadamente tras de ella para impedir que se marchara a enfrentarse a un destino incierto y una segura despedida para siempre.

¿Cómo no querer de forma especial al hombre que siempre ha estado allí?... Desde los primeros momentos en que fue abandonada en este mundo.

La ceremonia no demora, se lleva a cabo un ritual, beben un vino como parte de ello, mencionan unos votos "predeterminados" y al cabo de unos veinte minutos este enlace llega a su fin con una acción que, verdaderamente, aunque es más que común, ninguno de los dos contempló.

Sacerdote: Para dar por finalizada esta ceremonia, Toga, debes besar a tu ahora esposa.

La sorpresa en el rostro de ambos es muy evidente, puesto que este tipo de acciones nunca las habían contemplado, al menos no entre ellos.

Sacerdote: (Al ver que ninguno voltea a ver al otro) Es necesario o de nada servirá el ritual.

Toga carraspea, y ella voltea a verlo un instante, evadiendo luego la mirada... Sólo era un beso, pero ¿Por qué costaba tanto trabajo?

Pero es necesario, o de lo contrario la ceremonia podría anularse y este matrimonio no tendría validez.

Con su rostro frente a él, y para evitar verlo, Irasue cierra los ojos, haciendo esto más difícil para Toga, puesto que entonces es él quien debe acercarse a ella y besarla.... ¡¡Qué astuta!!

Sacrificando el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora