18. Ella es maravillosa.

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Quizá fue un poco atrevido de su parte besarla de esa manera, sin previo aviso, tan sorpresivamente. Pero es que sólo obedeció al deseo de su corazón. Y bueno... Ella no se negó.

Pero esa tarde compartieron alimentos en completo silencio, y ella no le dirigió la palabra por el resto del día.

De hecho no le habló tampoco los siguientes dos días.

Peor aún... Ambas ocasiones le puso gran cantidad de picante a su comida.

¡¡Era tan rencorosa y vengativa!!

Así que para el día de hoy, luego del entrenamiento, ha demorado un poco más porque quiere llevarle un obsequio especial a modo de disculpa.

Irasue no es una mujer común, lo sabe bien, por ello ha descartado ropa, joyas o cosméticos... Le prometió algo aquél día y hoy lo cumplirá, tal vez con esto lo disculpe por su atrevimiento.

Sólo espera no sea algo que utilice primeramente contra él.

Al llegar a casa se da cuenta de que ella no se encuentra sola.

Un hombre de unos 70 años de edad la acompaña... Le habla de astronomía y por lo que ve, antes de ello estudiaron álgebra.

Antes de que lo vean, presuroso corre al exterior.

¡¡MALDICIÓN!!

¿Y ahora qué va a hacer?... Es que en ese regalo para Irasue se gastó todos los honorarios que le iba a dar al viejo... Es decir, al sabio.

Necesita encontrar una solución... ¡¡NARAKU!!

El hombre de cabello negro y rizado escupe el agua que bebía.

Naraku: (Alterado) ¿Para qué demonios quieres tanto dinero?

Toga: Jejeje... Para pagarle al sabio maestro Bakusen-o, ya te dije. Había olvidado que hoy era el día en que se presentaría.

Naraku: Toga... ¡¡Estás gastando dinero como si fueras el Rey!! Es más, ¡¡Ni el rey tiene tantos lujos!!

Toga: Sólo por esta vez... En cuatro días te pagaré.

Naraku: No tengo prisa, pero... ¿Qué excentricidad adquiriste ahora?

Toga: Un Kaiken.

Naraku: ¿Para qué quieres eso?... Espera... No me digas... Casi olvido que tienes una esposa a la que le compras las estrellas y la luna... Literalmente.

Es que si, la última vez que lo acompañó a comprarle algo eran unas guías de astronomía, mapas del cielo, cosas del cosmos que ni en esta ni en sus veinte vidas posteriores comprenderá.

Toga: Jejeje... (Suspira) Al menos esta vez no hiciste un drama.

Naraku: Hmp. Digamos que llevas casi 17 años en lo mismo, ya estoy medio acostumbrado.

Toga: (Alarmado) ¡¡ES VERDAD!!

Naraku: (Alarmado x2) ¡¡QUEEEEEE!!

Toga: ¡¡YA CASI SE CUMPLEN 17 AÑOS!!

Naraku: ¡¡Y NO PIENSO PRESTARTE MÁS!!... Abby pensará que gasto el dinero en prostitutas. Toma... (Le entrega una bolsa) Son 50, cuéntalas.

Toga: (Las recibe, pensativo) Oye... (Naraku voltea a verlo) ¿Qué crees que le guste?

Naraku: Con suerte, tú... ¿Por qué no te ofreces en sacrificio?

Sacrificando el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora