CAPÍTULO 10

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No lo podía creer, ¿Por qué le hacían esto? Los acababa de conocer, no les había hecho nada. Empezó a gritar que abrieran, golpeo y golpeo la puerta, pero los dos niños del otro lado solo se reían. Ahora estaba completamente oscuro, no podía ver nada.

-ABRAN LA PUERTA. – pedía a gritos.

-Ya no es divertido ¿no?

-¿Por qué lo hacen? nunca me he metido con ustedes. – golpeaba la puerta.

-Si, en eso tienes razón, pero yo que tú no debería de andar tocando la mano de los demás, ¿entiendes lo que te digo?

Yibo no sabia a que se refería con aquellas palabras.

-No, no se de que hablas.

-No te acerques a él, solo yo puedo estar cerca. Si no has entendido, la próxima ves te dejare encerrado para siempre. Ahora, falta algo de tiempo para que la fiesta termine, será el tiempo justo para que aprendas, regresare en un rato.

-NO, no no no. NO SE VALLAN, DÉJENME SALIR. Por favor...

Grito y golpeo la puerta, ya no se oían sus risas burlonas, se habían marchado, dejándolo solo, en la oscuridad, estaba llorando, no sabe cuánto tiempo paso, pero esperaba que la fiesta acabara, así lo sacarían más rápido de aquel lugar. Había intentado buscar las paredes para poder encontrar el interruptor, pero era imposible. No lo encontraba.

Debía admitir que estaba asustado, nunca le ha gustado la oscuridad incluso aceptaba que dormía con la luz encendida, pero esto era demasiado, estaba tan aterrado. ¿Por qué le hicieron esto? Recordó las palabras... lo habían encerrado por juntarse con el niño de la sonrisa bonita. Pero ¿Por qué?

De pronto escucho pasos afuera, escucho risas, ¿la fiesta había terminado? Dio algunos pasos hasta donde sabia estaba la puerta buscando con sus manos hasta que la encontró, pero los pasos y las risas parecían alejarse, no habían venido a sacarlo. Pero esta era su oportunidad de salir. Empezó a gritar.

-¡AYUDA! ALGUIEN AYÚDENME, ESTOY ATRAPADO AQUÍ. – golpeo la puerta con sus pies y sus manos. Los pasos no se escucharon más.

Volvió a gritar y golpear, pero nada, nadie apareció.

Las lágrimas empezaron a caer de nuevo, estaba asustado.

La puerta de pronto se abrió. Pero no podía ver nada por las lágrimas. Hasta que lo escucho.

-¡Sherlock!

-¿Por qué estás aquí? – el pelinegro dijo asustado. Lo ayudo a salir de aquel cuarto. Pero yibo no respondió.

Uno de los niños que venían con el pelinegro hablo.

-Lo encerraron, la puerta solo se puede abrir por afuera.

Yibo se sentó en el suelo, seguía en silencio, pero sus lágrimas seguían cayendo.

-¿Quién fue? – el pelinegro le pregunto a yibo. Pero tampoco respondió, ni siquiera sabia cuales eran sus nombres.

Un pequeño niño de unos 6 años tiro de la camisa del pelinegro y hablo bajito.

-Ge, él se fue con chuchu y jiacheng cuando estábamos jugando. – Yibo miro al niño.

-Ah, ese loco sigue molestando sin parar. Regresen al salón yo iré luego.

Los demás niños se fueron al salón, el pelinegro se sentó alado del castaño que seguía llorando en silencio.

-Oye ya no llores ya estas afuera.

-Estaba muy oscuro, y no podía salir, me dijeron que me sacarían cuando terminara la fiesta.

-¿Por qué te encerraron?

-No sé, él dijo que no me acercara a ti.

-Ahg, no lo tomes en cuenta, peng chuyue es un loco.

-Lo siento no me acercaré a ti de nuevo.

-Oye no digas eso, yo fui quien te invito a jugar. Si te da miedo la oscuridad yo te voy a cuidar.

Yibo miro al niño frente a sus ojos, su sonrisa le daba tranquilidad. El pelinegro quito de su cuello un lindo collar con un  dije de aros que brillaban y se lo entrego a yibo.

-Ten, si alguna ves te quedas en la oscuridad de nuevo solo debes pensar en cosas bonitas, con este collar estaré ahí acompañándote.

Yibo tomo el collar y lo miro fijamente, era muy bonito.

-Gracias... yo, yo no tengo nada para darte ahora.

-Esta bien, no importa. Si eres mi amigo me debes hacer feliz ¿okey?

-Si, si. – yibo dijo emocionado ese niño le caía muy bien.

-Vamos Sherlock la fiesta acabara y si no nos encuentran en el salón nos castigaran.

Ambos se levantaron del suelo, yibo limpio los rastros de lágrimas en su rostro y siguió al pelinegro. Debería preguntarle su nombre ahora. Pero no sabia como, sin darse cuenta llegaron a la entrada del salón. Un hombre de mediana edad se acercó al pelinegro.

-Joven amo su padre esta buscándolo, ha indicado que debe ir ahora mismo.

-Bien, ahora voy.

-Sherlock, regresare enseguida. – yibo solo asintió viendo como se alejaba. Esperaría a que regresara para preguntar su nombre.

Pero la fiesta termino y el niño de bonita sonrisa no regreso. Yibo espero y espero en el mismo lugar y nada. Miro el collar en sus manos y lo volvió a guardar en su bolsillo.

Sus padres se acercaron diciendo que era hora de regresar a casa. Quería esperar más tiempo, pero no era posible. Se marcho.

Luego de un tiempo regreso a esa mansión, acompaño a su padre a dejar algunos documentos, aunque no le gustaba acompañar a su padre cuando se trataba de trabajo, no pudo decir que no, con la emoción de volver a ver al conejito bonito. Pero grande fue su sorpresa al enterarse que los dos hijos mayores de la familia se habían ido a estudiar por un tiempo al extranjero.

Cuando regreso a casa se sintió triste, pero algo lo hizo sentirse menos agobiado, lo sabía, sabia el nombre de aquel niño.

Zhan, Xiao Zhan era su nombre. 










Espero les haya gustado. Perdonen si hay algún error. 😁

Ahora. El cap que viene no lo tenía planeado...pero quería darle una lección a chuyue por meterse con yibito.

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Un Amor de Compromiso -YiZhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora