7-Codicia(Y algo de estipidez)

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Narrador: Bell se encontraba en su oficina firmando permisos y solicitudes de los ciudadanos de Nuevo-Asgard, tranquilamente papel tras papel, intentaba estudiar lo máximo posible cada solicitud que le había llegado, generalmente no tendría tanto trabajo, en lo absoluto, Galt y Abelone casi siempre eran los encargados del papeleo, la mayoría eran solicitudes del ejercito, entonces les entraban directo a ellos dos. Pero desde la movida que hubo con la llegada de Orario a Nuevo-Asgard han habido muchos problemas. Primero, la construcción de las mansiones de los dioses debían ser supervisadas por el. Porque Odin probablemente haría algo muy estúpido por si mismo. Segundo que todo, los permisos de la mazmorra, pues claro, tenia que transferir toda la información de cada uno de los aventureros, y firmar todas las licencias de aventurero. No hacia falta decir, que Bell estaba muy cansado, pero eso daría recompensa. Solo le faltaba firmar los permisos de un par de aventureros. Y ya estaría. En eso, Haruhime entro alarmada a su oficina jadeando, al parecer, había recorrido media mansion corriendo para llegar hasta ahi.

Haruhime: Herreros, Hefesto, forjas, llamas, ayuda.

Bell: Entendí con las primeras dos, pero gracias por la explicación.

Narrador: Bell dio una pirueta y cayo detrás de Haruhime, y tiro corriendo hacia las escaleras. Bajo, y se metió en el pasillo de las forjas, para su sorpresa, la forja de la diosa Hefesto estaba prendida llamas. Y la mismisima deidad estaba intentando apagar las llamas con agua. Bell no pudo aguantarse la risa y empezó a reírse sin parar. Hefesto, que no se había dado cuenta de que estaba ahi hasta ahora, se le quedo mirando extrañada y humillada.

Hefesto: Que es tan gracioso?

Bell: Ja, pues, la diosa de la forja, incendio su forja. Eso es extrañamente irónico.

Hefesto: Cállate, estaba intentando forjar ese acero del Valhala, no te preocupa que tu mansion se incendie?

Narrador: Bell soplo a la habitación y las llamas se extinguieron. La volvió a ver con cara burlona, ella estaba roja como un tomate.

Hefesto: Te seguirás riendo si te digo que chamusque tu querido lingote de acero del Valhala?

Bell: Si.

Narrador: Bell entro a la habitación, y saco el lingote celeste que ahora estaba cubierto de una espesa capa de negro. Lo soplo y volvió a su estado normal. Bell volvió a hacer la mirada burlona a Hefesto.

Bell: Como sea, pónganse algo decente, tenemos que salir a recoger a la familia Loki y ir a cenar.

Hefesto: A cenar? No cenaremos aquí?

Bell: Veras, aquí, en Nuevo-Asgard, cenamos en el salon de banquetes en el que cenamos ayer todos los días, a veces la gente no asiste por asuntos personales. Pero igual, queda mucho pulpo! Creo que hoy harán ceviche! Haruhime, hoy iras con nosotros.

Haruhime: S-si.

Narrador: Los Herreros y Hefesto se pusieron ropa casual. Al igual que Bell y Haruhime. Bell vestia una camisa de manga larga de un color azul marino, y unos pantalones largos, también tenia un chaleco encima. Haruhime portaba una camisa estilo chino de un color rojo aguado, y una falda medio larga.

Bell: Te ves bien Haruhime.

Haruhime: Gr-gracias.

Narrador: Haruhime se sonrojo levemente y salió corriendo hacia el portal. Aunque Hefesto no quisiera admitirlo. Bell había cambiado bastante. Seguía teniendo su aura inocente, pero parecía mas bien que estaba cortejando a Haruhime conscientemente. Le recordaba a un viejo amigo. O bueno, un viejo familiar.

Nota del Autor

https://youtu.be/o2W3jfvZU4w

Bajaron a la ciudad, y Bell los guio a través de la ciudad hasta el gremio, donde algunos miembros de la familia Loki estaban saliendo de una habitación. Todos parecían agotados. Menos Finn, quien parecía de hecho feliz.

Is It Wrong To Try To Pick Up Girls In A Dungeon, Hijo de OdinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora