¿Quién pensaría que Donghyuck, el chico más odioso de la escuela, terminaría buscando a Jung Taehee, la chica más tranquila de la escuela?
¡Hielo y fuego juntos!
El hielo apaga el fuego... ¿o el fuego derretirá al hielo?
«-¿Por qué eres perfectam...
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—Te iré a dejar al salón —dijo Jaemin decidido y ya me sentía un poco abrumada por tanta atención que recibía, más aún tratándose de Na Jaemin. ¿Era el mismo chico que hace dos semanas?
—No es necesario —le sonreí amable para que no pensara que aborrecía su compañía, bueno... lo dudaba, algo dentro de mí presentía que Jaemin pensaba que todavía tenía sentimientos por él.
Al final de cuentas, alguien puede ser muy despreocupado respecto a los sentimientos, pero todos sabemos que los sentimientos no se borran de un día para otro.
—¿No? Pero quiero acompañarte... —Jaemin parecía tímido luego de hablar. Había agachado su cabeza y jugaba con sus dedos. ¿Estaba sonrojándose?
Claro, esto me pasa por automedicarme sin sentirme mal solamente para que Jaemin siguiera creyendo que estaba enferma. ¡Ya estaba alucinando!
—Está bien —acepté como si me hubiera costado mucho tomar la decisión, claramente desde el primer momento sentí emoción ante su propuesta.
—¿Quién sabe si te desmayas por ahí? —Jaemin abrió sus ojos asustado y se acercó a mí, dejándonos en una cercanía peligrosa—. No pienso dejarte sola nunca más si estás en apuros, para eso estaré y espero que tú también para mí —agregó susurrando. Gracias a lo cerca que estábamos, lo pude escuchar perfectamente.
—Yo... —tragué saliva mientras intentaba esconder el hecho de que mi corazón se había acelerado. El calor en mis mejillas no tardó en llegar y Jaemin no apartaba sus ojos de mí, aún estando tan cerca, él no lo hacía.
El chico ya no era el mismo, definitivamente.
—Claro que estaré para ti —respondí luego de unos segundos de silencio y aparté la mirada no soportándolo más. Estaba apunto de explotar—. Ya... ya debemos irnos.
—Sí, ¡vamos!
[🍉]
—Que enferma que estaba, Taehee —comentó Donghyuck irónicamente.
Habíamos llegado con Jaemin al salón y nos encontramos con el castaño que estaba sentado jugando en su celular. Cuando me vio rápidamente alejó la mirada, casi como si yo hubiese sido un estorbo en su visión y volvió a concentrarse en su celular, claro que no sin antes dar uno de sus famosos comentarios.
—Lo estaba, pero le di medicina —Jaemin pareció no notar la malicia detrás del comentario de su amigo y sonrió orgulloso. Donghyuck alzó la mirada para reír sin gracia y rodar los ojos.
—Sí, la magia de la medicina —respondió con el mismo tono de voz que el de antes.
Jaemin frunció el ceño pero sin perder su sonrisa.
—Sí... bueno, Taehee, nos vemos en receso entonces, ¡espero que no vuelvas a recaer!
—Espero lo mismo —mentí. Dios, tenía que ser sincera, no era nada mala fingiendo. Esconder mis sentimientos por Na me habían entrenado para estos momentos.
