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—¡Taehee! —escuché la voz de Jaemin gritar mi nombre y no tuve la fuerza para voltear

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—¡Taehee! —escuché la voz de Jaemin gritar mi nombre y no tuve la fuerza para voltear.

No, no y no, mi plan de ignorarlo durante toda la semana no podía irse a la basura así de rápido.

—¡Oye, Taehee!

¿Por qué la insistencia?

—Taehee —otra voz me sorprendió a solo centímetros por lo que tuve que girar sí o sí.

Esta vez era Jaeno llamando por mi nombre, solamente que estaba atrás mío mientras Jaemin se acercaba corriendo.

—¿Nos estás ignorando? —preguntó Jaeno cuando me quedé mirándolos sin decir palabra alguna.

Jaemin finalmente llegó a su lado jadeando y apoyándose en el hombro del pelinegro, pero sin despegar la mirada de mí en ningún momento.

—Nos debes muchas explicaciones —fue lo último que dijo para que luego ambos me obligaran a acompañarlos a almorzar.

No me negué porque eso les dejaría en claro que algo estaba pasando conmigo y aunque si quería estar lejos de Na Jaemin, no podía permitir que de alguna forma lo descubrieran.

Hace ya una semana había pasado el grandioso día en que me enteré que Jaemin me consideraba su mejor amiga y que Donghyuck había realizado una acción amable por mí, cosa que me hizo pensar muchas cosas durante varias noches. Finalmente me decidí por alejarme unos días de los chicos, quizás volver a mis días solitarios era lo que me hacía falta, así que me negué a jugar con ellos excusándome con las tareas y en los recesos solía quedarme hablando con los profesores para que me explicaran mejor la materia. Pero claro, la farsa no podía seguir por siempre.

—¿Y Donghyuck? —pregunté cuando llegamos al casino y no lo vi por ningún lado. Jaemin y Jaeno pararon de caminar para mirarme con el ceño fruncido.

—¿Por qué preguntas por él? ¿No se odian? —el rostro de Jaemin se llenó de curiosidad y fue ahí cuando yo misma me sorprendí. ¿Por qué pregunté por él? Ni siquiera me importaba.

—Estaba en el baño, llegará luego —respondió Jaeno dando una pequeña risa al final.

Cuando nos sentamos en la mesa, noté que ambos chicos estaban actuando algo extraño. Jaemin por su parte le daba miradas rápidas al pelinegro mientras que este apretaba sus manos cada dos segundos.

—¡Iré a buscar a Donghyuck! —gritó Jaeno finalmente rompiendo el ambiente incómodo que se había creado—. Sí, eso haré —parándose de un salto, levantó ambos pulgares—. Volveré pronto.

—Claro, claro, aquí estaremos esperando —ahora fue el turno de Jaemin de gritar de forma extraña. No entendía nada.

Mientras Jaeno se alejaba, miré la situación con extrañeza. No fue hasta que desapareció de mi vista que Jaemin comenzó a hablar.

—¿Me extrañaste, Taehee? —lentamente me fui girando hacia Jaemin para encontrarme con su amable sonrisa.

No tienes idea de nada, ¿no Jaemin?

—¿Tú lo hiciste? —intenté hacerme la desentendida preguntando eso en tono de broma. Era imposible que yo siquiera pasara por la mente del castaño.

Síp —respondió inmediatamente y mi sonrisa se borró, al hacerlo su sonrisa también fue desapareciendo—. ¿Taehee, qué pasa? —preguntó preocupado—. Hace días no sé qué te ocurre, entendí que estuvieras ocupada y eso quizás te canse, pero estás así desde el día que fuiste a mi casa y me pregunto si Donghyuck tuvo que ver con eso.

¿Donghyuck?

—No me pasa nada —mordí mi labio inferior sintiéndome totalmente expuesta.

—No me mientas —pidió Jaemin—. Recuerdo que ese día estuviste en el balcón con él y luego de que volvió tú te quedaste más rato. Quería ir a ver qué ocurría y Donghyuck no me dejó.

—Jaemin de verdad que no me ocurre nada, ni tampoco pasó algo con Donghyuck —respondí un poco más tranquila. El hecho de que Jaemin se haya preocupado por mí realmente me había hecho sentir mejor aunque no quisiera.

—Me alegra saberlo —dijo para luego suspirar—. Hasta pensé que se había declarado o algo.

Comencé a reírme pero al no ver que Jaemin repetía la acción lo miré confundida.

—¿Bromeas?

—No, Taehee, de verdad no se me ocurría otra razón para que estuvieras tan rara —dijo como si fuera algo obvio.

Realmente eres un idiota, un total idiota Jaemin.

—¡Gracias por esperarme prima número uno del mundo! —Siyeon llegó a nuestro lado junto a Jaeno y Donghyuck viéndome con recelo.

—Nos encontramos en el camino —explicó Jaeno sonriendo.

—Ya veo.

Le di una mirada rápida a Donghyuck pero este la mantenía baja. De todos modos, ¿por qué estaba tan preocupada del chico?

¡Esa no eres tú, Taehee!

—Oye Donghyuck, ¿pero por qué no le dices a Taehee? —escuché que Jaeno me nombraba y enfoqué toda mi atención en él.

—¿Bromeas? —reaccionó el chico de la misma forma que yo hace unos segundos. También noté que Jaemin nos veía a los dos de manera sospechosa, pero nadie más que yo parecía darse cuenta.

—Taehee es demasiado para él —comentó mi prima antes de devorar un gran trozo de manzana.

—Yo opino que pueden ayudarse... claro, si es que Taehee no tiene pareja ya —opinó el pelinegro entusiasmado.

Donghyuck por su lado no se dignaba a mirarme lo que me parecía completamente extraño.

—Nunca hago las cosas con pareja —hablé para probar si así el chico me miraba—, me gusta trabajar sola pero si hacemos las cosas por separado no le veo lo malo.

La Taehee de hace dos semanas nunca hubiera dicho eso ni en sus peores pesadillas, pero luego de que gracias a él había podido sentirme mejor realmente quería devolverle la mano.

Donghyuck levantó la mirada para darme un gesto asqueado.

—Para eso lo hago yo solo —respondió entre dientes—. Sería lo mismo.

Fruncí el ceño y por fin comencé a recordar porque odiaba tanto a la criatura que estaba frente a mí. Claro, era un payaso y además mal agradecido. ¡Piérdete, Lee Donghyuck!

—Tienes razón, yo igual prefiero hacerlo sola —me encogí de hombros para dejar de darle importancia, no se la merecía.

—Pero acepto —todos dejaron de hacer lo que hacían para mirar confundidos al castaño que ahora sonreía—. Seremos la mejor pareja de química.

Y con su intensa mirada posada en mí le sonreí de vuelta sin siquiera saber la razón.

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Perfectly Wrong » HaechanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora