¿Quién pensaría que Donghyuck, el chico más odioso de la escuela, terminaría buscando a Jung Taehee, la chica más tranquila de la escuela?
¡Hielo y fuego juntos!
El hielo apaga el fuego... ¿o el fuego derretirá al hielo?
«-¿Por qué eres perfectam...
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"I'm in love and she remains in my life".
—¡Que pérdida de tiempo!
La jornada escolar había llegado a su fin y Siyeon seguía quejándose por lo que había pasado durante el primer descanso.
—Yo lo encontré valiente —musitó Jeno mirando hacia el horizonte, parecía sacado de una película—. Creo que se volvió mi nuevo ídolo escolar.
—¡¿Qué?! ¡Jeno, por favor! —mi prima le gritó provocando que se sobresaltara. Estaba muy enojada y eso que ya habían pasado horas desde el suceso.
—¿No te gustaría que te pasara algo así, Siyeon? —ahora fue el turno de Jaemin de unirse a la conversación—. ¿Por qué te enoja tanto?
—Seguramente son celos —acotó Donghyuck y pude ver cómo surgía fuego desde los ojos de mi prima al mirarlo.
—Responderé en orden, primero que todo no me gustaría que me pasara algo así —enfatizó en el "no"—, no me enoja, ¡y menos son celos! Siento que prácticamente todos obligaron a la chica a aceptar los sentimientos del irrelevante porque solamente saben de amor de doramas.
Me reí cuando nombró al chico como "irrelevante", pero lo más cómico era la cara de mi prima al explicarse, menos mal ella no fue la aludida de la situación.
¡Oh! Había olvidado mencionar que todo el tumulto de alumnos y alumnas que se juntó en el patio de la escuela tenía una única razón: La declaración de chico X hacia chica Z, ambos un año mayor que nosotros y siempre se veían juntos. X había montado todo un espéctaculo, canciones, música, regalos, apoyo de todo la escuela, confesando que desde que conoció a Z la amó, que nunca podría dudar de su amor y que daría todo por verla feliz.
¿Conclusión? Z aceptó y se veía feliz, pero por alguna razón a Siyeon le parecía indignante.
—Ella se veía feliz —Jeno se encogió de hombros ganándose el apoyo de sus dos amigos y también el mío, pues todos asentimos.
—No lo entienden, ¡no lo entienden! —Desde que éramos pequeñas Siyeon odio todo tipo de afecto que se diera en público, pero no sabía que su disgusto crecía y crecía con los años—. ¡Taehee! —se giró hacia mí apuntándome enérgicamente con su dedo índice—, ¿acaso te gustó ese espectáculo?
Miré hacia los lados un poco dudosa, no cabía duda que me había parecido tierno solamente porque era algo que jamás me había pasado ni pasaría, era una situación de película, además de que se notó a kilómetros que era un sentimiento mutuo, pero si vamos a los hechos y si en una situación hipotética me pasara a mí, me moriría de la verguenza.
—¿No te gustó? —Jaemin preguntó por su parte ante mi demora en responder, sus cejas se habían fruncido hacia abajo dándole un adorable aspecto de cachorrito.
—No, no... sí me gustó —le respondí al castaño y me gané un gran bufido de mi prima—. Siyeon, la chica se veía feliz, ¡no lo niegues! —me defendí.
