¿Quién pensaría que Donghyuck, el chico más odioso de la escuela, terminaría buscando a Jung Taehee, la chica más tranquila de la escuela?
¡Hielo y fuego juntos!
El hielo apaga el fuego... ¿o el fuego derretirá al hielo?
«-¿Por qué eres perfectam...
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—¿Entonces iremos? —Donghyuck me preguntó apenas terminó la primera clase. Quise sonreír, pero evité hacerlo para no demostrar lo emocionada que me hacía sentir la invitación.
Claramente había pasado de mi fase "no-soporto-a-Donghyuck" a "claro-que-quiero-irme-con-Donghyuck". Solamente había un culpable de todos estos cambios repentinos que tenía respecto a mis sentimientos.
—¿Ir a dónde? —me hice la desentendida, aunque no sabía si eso era bueno, la verdad solamente estaba intentado hacerme la interesante, ¿pero acaso se aburriría de eso? Pensándolo bien, yo lo haría.
—Oh... ya veo que ocurre aquí —Donghyuck entrecerró sus ojos para examinarme—. ¿No quieres que vayan los demás?
—¿Los demás? —mi pregunta salió más rápido de lo esperado y no pude disimular más.
Mi decepción claramente se había manifestado hasta en mis uñas de los pies y mi rostro no sería la excepción, cosa que pareció causarle demasiada gracia al chico porque comenzó a carcajearse de la nada.
—¿Qué? —reclamé no entendiendo su ataque de risa. No paraba de reír y mis brazos comenzaban a picar de la vergüenza que sentía en ese instante, ¿por qué siempre tenía que arruinar todo burlándose de mí?—. Donghyuck —lo llamé por su nombre levemente enfadada para que dejase de reír.
Como ya dije, Donghyuck era el culpable de que mis sentimientos se descontrolaran.
—Sólo bromeaba —dijo aún riendo un poco, pero con más disimulo—, la salida será entre tú y yo, yo y tú, Taehee y Donghyuck, Hyuck y Tae.
—¿Y qué te causó tanta gracia? —pregunté y mientras lo hacía me paré de mi asiento, si seguía sentada por más minutos se me dormiría alguna de mis piernas, además los chicos y Siyeon nos debían estar esperando.
—Que te viste muy decepcionada cuando nombré a los demás —respondió a mis espaldas haciendo énfasis en "los demás". Claro que lo notó, era imposible que no lo hiciera, pero no pensé que lo diría en voz alta.
Paré mi marcha hacia la puerta de salida y mordí mi labio inferior reteniendo todo lo que quería decir... ¿o debería decirlo? En segundos Donghyuck estaría a mi lado, en minutos no estaríamos más solos, es decir, solamente tenía una oportunidad y tenía que aprovecharla.
—¿Tiene algo de malo que quiera ir contigo y nadie más? —dije en un tono suficientemente alto como para que me escuchara—. ¿Acaso no tenemos cosas que hablar que solamente los dos sabemos?
Mordí mi labio al terminar de hablar con mucha fuerza para poder frenar el revoltijo que se había comenzado a formar dentro de mi estómago y también la fuerza con la que había comenzado a latir mi corazón. Los nervios eran el peor enemigo del ser humano... ¡El peor enemigo de Taehee! Por suerte no me tembló la voz.
Pero un segundo bastó para que me arrepintiera y saliera echara una bala del salón esperando que afuera estuvieran los demás y así la conversación terminara ahí.
