La cita (parte 1)

10 1 0
                                    

He estado empezando a notar cierto patrón en todos los días de esta semana.

¿Por qué lo digo? Porque 4 ojos ha intentado, durante todos los momentos libres, tomar mi mano mientras caminamos y yo lo he rechazado descaradamente.

¿Por qué? Si les soy sincera, no tengo la menor idea.

En este momento estamos saliendo de química y, como empieza a ser costumbre, Max camina a mi lado y comienza a acercar su mano con mucho disimulo. Yo observo alrededor de nosotros y le doy un pequeño golpe.

—Auch ¿y eso por qué fue? —soba su propia mano. Ruedo mis ojos.

—Estabas intentando tomar mi mano, genio.

Max se queda callado, la expresión molesta comienza a pintar su rostro.

—¿Por qué, Lena? —ambos detenemos el paso. —¿Por qué me rechazas de esa manera?

—No te estoy rechazando, solo no quiero tomar tu mano— mentirosa.

—¿No la has querido tomar en mis mil intentos por hacerlo? Es muy evidente que estás disgustada de mi.

—¿Yo? Por supuesto que no, ambos declaramos lo que sentimos por el otro hace días.— me cruzo de brazos.

—¿Te doy asco? ¿Te da vergüenza que te vean conmigo? ¡Dime la verdad!

—Ni una ni la otra ¿qué te hace pensar eso?— miro a nuestro alrededor y noto que hemos atraído la atención de varias personas.

—Que, cada vez que hablamos, observas a nuestro alrededor como si no quisieras que nos vieran juntos. —Auch, eso es cierto y no tengo forma de salir de esta. Él retoma su paso por el pasillo, evidentemente muy molesto. —Ah, y olvídate de nuestra cita, no estaré con alguien que se avergüenza de mi. —da media vuelta y continúa su camino.

—Max, espera— tomo su mano y, en un arrebato de confianza, lo hago girar muy rápido, quedando nuestros cuerpos muy cerca y mi brazo rodeándolo. Con mi mano libre, tomo su mejilla y le doy un beso largo pero no profundo. Permanecemos así unos segundos y luego nos separamos para continuar caminando por el pasillo.

Puedo sentir las miradas y los murmullos de algunos estudiantes, así que golpeo mi puño con fuerza contra un casillero —¿Qué están viendo? ¿Ah? Continúen con su vida que la mía no les incumbe.

Max sonríe y nos dirigimos a la salida, tomados de la mano.

(...)

Max dijo que pasaría por mí a las 7 pm y Trix no quería despegarse de mi lado hasta que llegara el momento de la cita, por lo que vinimos juntas del colegio, adelantamos algunas tareas y estudiamos un poco para los exámenes que se aproximan.

Ya son las 5 y Trixie casi me golpea por no estar pendiente de la hora, asegurando que "es muy tarde y no estaré lista a tiempo". Ruedo mis ojos.

—Báñate rápido, mujer. Te vistes y yo te maquillo con cuidado para no arruinar tu ropa.

Dicho y hecho: son las 6 apenas y ya estoy lista. Ella decide ir a la cocina para tomar algo y yo rápidamente tomo prendas de mi armario y algunos productos de mi estuche de maquillaje.

Tomo asiento en mi cama y le escribo a Max.

Lena
Ya estoy lista. Trix me obligó a apurarme :) ¿qué hay de ti?

Su respuesta llega más rápido de lo que esperaba.

Idiota
¿Honestamente? Estoy listo desde hace media hora, los nervios no me dejaron preparame con tranquilidad.

Pienso un momento lo que estoy a punto de proponer, espero no arrepentirme luego.

Lena
Para aprovechar este tiempo libre ¿me quieres acompañar a una visita rápida?

Idiota
Mmm está bien, voy saliendo de una vez.

Trix aparece otra vez en mi cuarto.

—Ya Max viene por mi, haremos algo antes de la cita para matar el tiempo.

Ella empieza a saltar en su lugar y a chillar muy fuerte. La tomo de los hombros y la sacudo un poco.

—Cálmate, mujer ¡que la de la cita soy yo! —la suelto y comienzo a caminar a la salida.

Trix me sigue —Qué orgullo, mi niña va a su primera cita —finge secarse un lágrima inaginaria.

Ruedo mis ojos —deberías entrar al club de teatro, porque con tantos shows que te armas...

—Ay cállate, en el fondo los adoras.

—Sí, claro. Cree lo que quieras.

En ese momento, la corneta de un carro nos interrumpe. Seco mis manos a los lados de mi vestido y abro la puerta. Después de tener una tonta discusión con Trix para que se quede en la entrada, consigo salir con tranquilidad.

Max ve detrás de mi con curiosidad y una pequeña sonrisa —¿Ella se quedará en tu casa sin tú estar ahí?

—Pues sí, ocurre seguido. Mi mamá incluso le dio una copia de las llaves— sonrío.

Ambos nos observamos en silencio unos segundos, tiempo que tomamos para detallar el atuendo del otro.

Con manos temblorosas, Max me entrega una rosa —e-es para t-ti, Lena. Te ves muy bonita hoy.— me da una sonrisa tímida y yo se la devuelvo.

Tomo la rosa, me despido de Trix y entro al carro. Una vez acomodados, hablo— Gracias, Max. Tú también estás guapo hoy. —sonrío

Le pido que vayamos a la misma clínica de la otra vez y, con una expresión extrañada en su rostro, nos lleva hasta allá.

Al llegar al lobby, tomo la mano de Max y nos dirijo a la habitación de mi abuela.

—No quiero ser grosero, pero ¿qué hacemos aquí?

—Como habrás notado, mi abuela es muy importante para mí y nunca le he presentado a nadie... Hasta hoy. —su expresión se llena de ilusión y alegría, una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro.

Él observa el monitor que mide el pulso de mi abuela— ¿No debería marcar...?

—¿Más rápido? Si —hago una mueca— pero no nos enfoquemos en eso ahora.

Lo acerco más a la cama de mi abuela y aclaro mi garganta —Abuela, este es Max, él es mi... Pareja y quería que lo conocieras. —Él suelta mi mano para acercarse más a ella.

—Es un placer, abuela Sánchez. Su nieta es increíble— se acerca a su oído y susurra (aunque puedo oír claramente) —es un hueso duro de roer, pero vale la pena. —río y golpeo su brazo con suavidad.

☆☆☆

Awww, me derrito de ternura.

Buenas noches, queridos lectores. Otra vez mi Internet malo haciendo de las suyas 🤦‍♀️ Afortunadamente, hoy les traigo capítulo ¡Yeyy!

Cuéntenme: ¿Cómo creen que transcurrirá la cita? ¡Los leo luego!

Todas las primeras veces de Max Gutiérrez ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora