las notas del examen

16 3 0
                                    

Trixie's POV

Me levanto 1 hora y media antes del horario de clases para arreglarme. Esta belleza no se mantiene sola, le guiño a un público imaginario. Doy unos cuantos saltos para terminar de despertar y empezar con mi pesado día.

Mis padres, como cosa rara, no están en casa. Indiferentemente de cuán temprano me levante, nunca logro verlos. Detesto que sean indiferentes conmigo, viven su vida como si yo no existiera y creen que dándome todas las cosas materiales que quiero es suficiente.

Pues no, no lo es. Los jóvenes queremos sentirnos queridos por nuestros padres, hacerlos sentir orgullosos. A pesar de nuestras malas actitudes, solo buscamos un poco de amor por su parte.

Por eso soy, junto con Leni y ahora Max, uno de los mejores promedios del año.

Me río sarcásticamente, es estúpido que aún crea que teniendo buenas notas y siendo perfecta mis padres me darán atención. Nunca les importé.

Siento mis ojos humedecer, parpadeo varias veces para alejar las lágrimas que se acercan. Mente positiva, bitch. Eres increíble. Me digo a mí misma.

Termino mi cabello, me pongo los zapatos y ya estoy lista para la acción.

(...)

Al llegar al colegio, busco con la mirada a Leni y la encuentro defendiendo otra vez a Maxi-Max.

Mmm qué curioso, es la segunda vez que ella lo defiende en las ultimas semanas...

Y cuando estamos en presencia del chico ella se seca constantemente las manos de su pantalón...

Leni se acerca a paso apresurado a donde yo estoy. Seguro cree que no me di cuenta de su teatrito de damisela de armadura reluciente. Investigaré sobre mi hipótesis.

—Hola, Leni—la abrazo y ella se aparta como siempre.

—Hola, Trix. ¿Qué tal todo?—me dedica una mirada significativa.

—Igual que siempre—hago una mueca.

—Lo siento, cariño—me lanza un beso.

Equis, nada que no haya soportado ya. HEY, HEY, HEY—la miro fijamente y con los ojos bien abiertos.

—Qué pasa, mejor amigonstruo? —me mira escéptica.

—Estaba pensando, analizando, observando...

—Oh no, nada bueno sale de esas acciones viniendo de ti—rueda sus ojos.

—¡esto es algo serio!

—Si, tan serio como las chucherías perdidas de la máquina expendedora—me mira como si estuviera loca.

—Nono, esto es serio serio.

—si, ajá.

—bueno, he estado analizando tu comportamiento las últimas semanas y me di cuenta de algo...

Mueve la mano en un círculo—Prosigue.

—TE GUSTA MAXI-MAX— comienzo a dar pequeños saltos en mi sitio.

—¿Qué? ¡claro que no!— mira hacia otro lado y sacude sus manos a los lados. Ese es un gesto inconsciente que hace cuando está nerviosa.

—¡claro que sí! ¡acabas de hacer tu gesto nervioso!—insisto.

—Claro que no, yo no tengo ningún gesto nervioso. Solo me estaba secando las manos—voltea sus ojos.

—Y LO ESTÁS NEGANDO.

—lo niego porque no es cierto.

—lo niegas porque te encanta en secreto.

—lo. Niego. Porque. No. Es. Cierto.
Ay no, discutir contigo es como discutir con una pared, solo que la pared no hace ruido.

—si, claro... Mira, ahí está.—señalo a un punto cualquiera detrás de ella.

—¿En serio?— voltea al lugar que acabo de señalar.

—AJÁ, TE GUSTA.

—Te dije que no me gusta. A mi nunca me ha gustado nadie.—vuelve a hacer su gesto nervioso.

—AAAAAHHHH ¿cuándo te empezó a gustar?

—No lo sé. Pero no me gusta gusta, es solo una tonta atracción que siento hacia él desde que estuvo en mi lugar seguro...

—¡¿Tu lugar seguro?! ¡ni siquiera YO he estado ahí! Me siento estafada, estafada por mi mejor amiga.

—Ay, cállate y deja el drama. Él me escuchó cantar en la casita y obviamente me encontró, lo intenté echar pero se negó a irse, por lo que tuvimos una pequeña charla. Luego de eso sí se fue.

—Ayayay qué romántico— comienzo a saltar de un lado a otro.

—más romántica es la película de terror que me obligaste a ver el otro día—si sigue volteando los ojos, se saldrán de sus cuencas...

—Pero bueno y entonces? Mis películas de terror son sagradas, no las irrespetes.

—Claro, doña las películas de terror son increíbles. A nadie le gusta la basura que ves.

—No insultes mi arte y ¡no cambies de tema! —la acuso— whatever, ¡tienes que decirle que te gusta!

—¿qué? te dije que no me gusta.

—sisi, ajá. Te seguiré el juego.

—a veces no te soporto.

—Tienes que decirleeee, es obvio que también le gustas a él.

—No volveré a repetir lo que ya sabes porque eso me da ganas de estamparte la cara contra el piso. En el caso relativo e hipotético en el que él esté interesado en mi, tendría que tener un problema psicológico, pues lo único que hago es burlarme de él.

—no empieces con tus comentarios psicológicos—ahora es mi turno de voltear los ojos.

—Dejaré mis comentarios por ahora si tú dejas el tema.

—Está bien, gruñona odiosa.

—De odiosa solo tengo las últimas 5 letras, perra.

—egocéntrica.

(...)

Tengo una relación de amor y odio con los jueves porque, aunque ya casi se acaba la semana, vemos física a última hora; eso debería considerarse un delito federal.

Nos están entregando las notas del último examen y el pronóstico no es nada bueno: todas las notas están por debajo del 10 y eso que todos creíamos que el examen estaba sencillo.

Cuando llega a nosotros tres, todo el salón está llorando, molesto, arrugando  exámenes o escondiéndolos debajo de los pupitres.

—Trixie Porter, 13/20— dice en voz alta la profesora Zúñiga. Frunzo el ceño, recojo el examen y vuelvo a mi puesto.

—Max Gutiérrez, 14/20— se levanta de su asiento y puedo escuchar perfectamente cómo se está quejando en voz baja. Espero la profesora no se de cuenta.

—Lena Sánchez, 10.5/20

—¿Es un maldito chiste, profesora? El examen era la cosa más sencilla del planeta.— patea agresivamente una silla.

—Señorita Sánchez. Puede tomar su comportamiento y su lenguaje e irse de aquí antes de que tenga que alertar al director al respecto.

—Ajá, sí.—oh no, ese es su tono sarcástico.

—hablo muy en serio.

—Y yo también. — oh oh...

☆☆☆

¡Feliz sábado a todos! Disculpen la tardanza, ayer estuve ocupada. Hoy quise darles un pequeño vistazo en la mente de Trixie para conocerla más a fondo (ya que no todo es color de rosa para ella) y apreciar la amistad Trix-Lena. ¿A que no la aman? ¡los leo luego!

Todas las primeras veces de Max Gutiérrez ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora