Bromas y carcajadas

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Mi despertador suena con esa melodía que solo logra desesperarme ¿por qué rayos la puse? Ah, cierto, para poder despertarme sin problemas, soy una genio. Me río y automáticamente me callo recordando la hora que es: 6:30 am.

¿Que por qué me despierto tan temprano? Como ya recordarán, toda mi familia se encuentra durmiendo aquí (también es costumbre que se queden aquí la noche de la cena), por lo que esta es la ocasión perfecta para hacerles una bromita... Bueno, tan pequeña no será.

Intento contener la risa pero no puedo, tengo un pequeño gong en la mano que compré recientemente para molestar a cualquiera que se quede y finalmente lo puedo usar.

Solo la mitad de mis hermanos tienen el sueño ligero, por lo que solo ellos tendrán la reacción esperada; además, para los de sueño pesado tengo listo su "desayuno especial".

Me sitúo en la sala (donde casualmente están todos los de sueño ligero), tomo todo el aire que mis pulmones pueden contener y grito mientras toco el gong al mismo tiempo.

Lucas le pega una patada accidental a Lily en la cara mientras que Leo grita con todas sus fuerzas. Empiezo a reír a carcajadas, esto es más divertido de lo que pensaba.

Los tres me lanzan miradas asesinas y yo solo puedo reír, tanto que no me fijo que estoy sobre una alfombra y Leo y Lucas, compartiendo una mirada cómplice, la sostienen al mismo tiempo, haciéndome caer al suelo. Ahora soy yo la que les lanza una mirada asesina mientras ellos ríen.

Sus risas se van apagando y llega el silencio. Los 4 nos miramos entre nosotros y vuelven a estallar las risas, pero con más intensidad. Suspiro, soy demasiado feliz con ellos a mi lado.

-Bueno, bueno. Resulta que el karma sí existe- lo digo pensando en voz alta.

-Eso te pasa por meterte con el dúo dinámico, hermanita- comenta Lily.

-That's true, pequeña perra- me saca la lengua Leo.

-Ay cállate, idiota. Ahora por tu pequeña gracia me duele el culo- finjo estar molesta.

-Vocabulario, señorita. Te acusaré con mamá- se cruza de brazos Lucas.

-Vicibilirii, siñiriti. No tienes moral para sacarme eso en cara, tú hablas como un camionero cuando mis padres no están-le pellizco un pezón.

-Auch, suéltame, idiota- se comienza a sobar el área.

-Aw, pobre de ti -finjo hacer un puchero.

-Mejor haz el desayuno, nosotros iremos a intentar despertar al resto de la manada.

Y con eso, los tres suben las escaleras.

(...)

Una vez hecho el desayuno, comienzo a servir los platos para todos. Intento no reír con todas mis fuerzas, mi broma hacia mis hermanos aún no termina: falta la otra mitad.

Obviamente no le haré nada malo a mis padres, no quiero que echen a la calle o me lancen una escoba.

-Listo el desayuno, animalitos de zoológico. Hoy comeremos tortilla de huevos con jamón, pan tostado y jugo que, están seguros, yo no exprimí-

Lo que no saben Leah, León y Liam, es que sus tortillas tienen ajíes picantes que encontré en la nevera. Finjo demencia y todos empezamos a comer.

Como por arte de magia, apenas mis hermanos dan el primer bocado, lo escupen y empiezan a tomar jugo como locos. Personalmente había olvidado que el ácido de la naranja solo empeora la sensación de ardor, pero es un bonito plus para mi broma. Ellos se levantan rápidamente de sus asientos y asaltan la cocina en busca de algo que los alivie.

-Busquen leche, degenerados- grita Leah.

Ambos corren hacia la nevera, toman tres vasos y se sirven leche. Creo que nunca los había visto acabarse un vaso de líquido en tan poco tiempo.

Mi mamá, mi papá y mis otros tres hermanos, extrañados por la situación, voltean lentamente hacia donde estoy sentada y enarcan una ceja.

-Lena.- pronuncia mi mamá con su característico tono acusatorio.

No pude aguantarlo más y me empecé a reír casi tan fuerte como con la broma de los gemelos y Lily. Mis padres niegan con la cabeza y mi mamá mira al cielo pidiendo clemencia.

-Lo siento, pero no pueden negar que fue divertido -sonrío con un poco de culpa.

-Para nada, pequeña pe...- mi mamá mira fijamente a León.- pequeña perfecta bola de pelos -le sonríe de forma angelical.

-Eso creí haber escuchado, León Sánchez.- ¿lo ven? Su tono acusatorio es interesante.

-Lena- me llama mi padre.

-¿Sí, papito? - intento sonreír de forma tierna.

-¿No llegas tarde a recoger a Trixie para ir al colegio?- mira la hora en su reloj- las clases son a las 8:00 si mal no recuerdo, y son las 7:45.

-¡Ay, demonios, Trixie!- prácticamente me atraganto el resto del desayuno, agarro mi bolso junto a mis llaves y, más rápido que inmediatamente, aparezco frente a casa de Trix.

-¿Dónde rayos estabas, estúpida?- finge darme una cachetada y se sube al carro- llevo 20 minutos esperando por ti- me da un pequeño abrazo, abrocha su cinturón y comienzo a avanzar.

-Lo siento, sabes que ayer fue Noche Sánchez y mis hermanos se quedaron a dormir. Esta mañana les hice unas bromas demasiado buenas.- comienzo a reír solo por el recuerdo.

-Dime que las grabaste, por favor- voltea a mirarme y, como por arte de magia, todo su enojo desaparece.

-Obviamente, mi querida Trix- aprovecho el semáforo en rojo para mostrarle los videos.

Trixie comienza a reír a carcajadas en su forma tan peculiar: primero es como una carcajada silenciosa, luego el sonido va incrementando su intensidad hasta ser fuerte pero contagioso. Me devuelve el celular.

-Necesito esos videos, Leni- se seca una pequeña lagrimita.

-Claro que te los voy a pasar, tu teléfono es mi back-up cuando mis hermanos borran ese tipo de videos sin mi permiso.

-Increíble.

(...)

El día siguió su curso normal hasta finalizada la hora del almuerzo. Max viene caminando hacia nosotras por el pasillo; como no tengo ganas de soportarlo, decido interceptarlo y chocar bruscamente mi hombro con el suyo (como siempre); sigo mi camino y espero a que Trix lo salude en la puerta del aula 12.

☆☆☆

Buen día a todas y todos. Espero estén pasando una buena semana y el colegio no los tenga a monte. Yo por mi parte ya estoy terminando y por eso ando feliz JAJAJA

Personalmente adoré este capítulo, la familia de Lena es la mejor ¿qué dicen ustedes? ¡Los leo luego!

Todas las primeras veces de Max Gutiérrez ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora