Las tarjetas del fenómeno

28 6 0
                                    

La semana transcurrió de forma natural: todos amando a Trix y, al mismo tiempo, aterrados de mi presencia. Sonrío. Ser la persona más temida de todo Euler tiene sus beneficios: ver las caras asustadas de los alumnos es un poema, obtengo muchas cosas gratis como comida y dinero y nunca tengo que hacer cola para el baño.

Seguro se preguntarán ¿cómo terminaste con una amiga como Trixie? Verán: solo soy buena con un grupo de personas muy limitado (mi abuela, mis padres, Trixie, la señora Porter y a veces mis hermanos).

Soy "linda" con ella porque en el pasado me ayudó a superar algunos de mis miedos y no me tiene terror, así que siempre tendrá un lugar en mi frío y oscuro corazón.

(...)

Tras dos semanas de burlarme de algunos estudiantes y gastarle bromas a los profesores, decido tomarme un descanso para idear más planes.

Cuando estoy a punto de sacar mi libreta, el mismo chico que se cayó el primer día me llama por un nombre extraño.

—Lani... Lani... psss.

—Para tú información, mi nombre es Lena y no, no soy un gato para que me andes llamando así. ¿Qué quieres?— Respondo de manera cortante, detesto cuando las personas no pronuncian bien mi nombre.

—Ne-necesito t-tu ayuda.

—Q-q-qué qui-qui-quieres?— me burlo de él.

—Podrías...?—Se quedó callado un momento.

—Habla, no tengo tiempo para estupideces como esta.

—No te burles, pero necesito ayuda para librarme de unos tontos que disfrutan de gastarme bromas.

—Aww, el pequeño bebé no puede defenderse solo— finjo hacer un puchero, me lo hace tan fácil...

—Te pagaré si me ayudas, o-o-oh puedo hacer tu tarea.—indica rápidamente

—No necesito el dinero de nadie y no hago caridad, niño rico. Además, he estado en el cuadro de honor más de una vez, ahora esfúmate antes de que me arrepienta de compartir aire contigo.

Malditos prejuicios.

—S-sí, señora.—espeta con la voz temblorosa.

Aaah, nada como asustar a alguien antes de la última clase del día.

¿Por qué me sudan las manos otra vez?

(...)

Al salir del aula de matemáticas, me encuentro con que los idiotas del club de teatro están molestando a Don cuatro ojos justo al lado de su casillero. Me aproximo a ellos y estampo mi puño contra la puerta del casillero.

—El hecho de que se metan con alguien a quien ustedes consideran "inferior" solo demuestra que tienen avena en vez de cerebro y que sus raíces de simio cada vez se manifiestan más. Largo de aquí antes de que mi puño golpee algo más que un estúpido casillero.

Los idiotas salieron corriendo como bebés asustados. Sonrío para mis adentros.

Ahora dirijo mi atención al chico escuálido que me dirige una mirada significativa.

—Y tú... —Medito mis palabras por unos segundos—Solo lárgate de mi vista y no le cuentes a nadie lo que pasó.

Él asiente rápidamente y sale disparado como un rayo.

Seco mis manos a los lados de mi pantalón y me dirijo a la salida. Trix está esperándome con la mirada fija en el celular.

—¿Por qué tardaste tanto?—Pregunta sin levantar su mirada.

—Quería molestar a alguien antes de irme, nada fuera de lo usual—Finjo demencia.

—Bueno, no importa, vamos a mi casa a estudiar mi materia favorita: biología. Yeyyy (nótese mi sarcasmo)—Rueda sus ojos.

—Es increíble que te vaya bien en todas las asignaturas menos en algo tan tonto como la biología.

—Lo séee, yo tampoco lo entiendo...

(...)

—¿Entonces la mitocondria es la pared que rodea a la célula animal?

Suspiro. Tenemos aproximadamente dos horas estudiando a las células eucariotas y a ella no se le pega nada al cerebro, estoy a un mal concepto de largarme de aquí y dejarla morir en el examen de mañana.

Salvo que no puedo hacerlo, es la única amiga que tengo y no solo por eso es la mejor de todas, además, ella me mataría si hiciera algo así. Sobre todo cuando se la pasa todo el día presumiendo de mi "gran y cálido corazón", es simplemente ridículo.

—No, inútil, la mitocondria provee a la célula de energía ¿qué es lo que no logras entender?

—¡Hago lo que puedo! No todas nacimos para dominar la biología—se lanza en su cama dramáticamente. Ruedo mis ojos.

—El dominar conceptos básicos de la materia no implica que nací para desarrollarla, solo... Intentemos otro método.

—Hablando de otro método, invité a alguien que seguramente nos ayudará a estudiar— Me observa esperando una reacción por mi parte. No digo nada.

El timbre de su casa suena y ambas bajamos a abrir la puerta.

—Hola, Trixie ¿lista para estudiar biología?— inquiere con alegría.

—Trix ¿a quién...?—Observo a cuatro ojos entrando a la casa. No lo soporto.

—¿Qué hace Don debilucho aquí?—Inquiero con fastidio

—Vino a ayudarme a estudiar, palo seco. No seas grosera con el invitado.—Me regaña ella.

—Ni siis grisiri cin il invitidi. Está bien, mamá. —ruedo mis ojos.

Observo cómo Don idiota intenta esconder su sonrisa y lo miro de muy mala gana. Automáticamente él mira hacia otro lado y vuelve a su estado de seriedad. Ja, inútil.

—Entonces, Trixie—dice mientras admira la sala—¿Está bien que me siente aquí?—ella asiente— perfecto, comencemos.

—Tengo dos métodos diferentes, uno más extraño que el otro, pero son bastante efectivos.

—Probemos con el menos raro, fenómeno—ya me quiero ir pero, otra vez, si lo hago seré la mala del cuento.

—Bi-bien—¿acaso es tartamudo o me tiene miedo? Nah, es obvio que está aterrado—Tengo una serie de tarjetas: de un lado tienen un dibujo y del otro el concepto de dicha imagen.

—¡Me encanta!—Chilla Trixie, su alegría me abruma el 90% de las veces.

—Perfecto: te las dejaré unos minutos para que conozcas bien las imágenes y repases los conceptos ¿te parece? Si quieres, puedes compartirlas con Lina

—Es Lena, tonto.

—Oh, ci-cierto. L-lo siento—si sigue sudando así, inundará la casa de Trix.

—Que comience el show—digo para mis adentros.

☆☆☆

Hola de nuevo! Decidí traerles este capítulo y hacer una pequeña "maratón" de tres partes para el fin de semana. Considérenlo un regalo de bienvenida. guiño

Nos leemos pronto!

Todas las primeras veces de Max Gutiérrez ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora