El olor a café y tostadas atrajo a Alba hacia la cocina como un imán, a la mañana siguiente.
- ¿Has hecho café para mí? Te amo, Julita - celebró la rubia, al ver su taza lista.
- No tan deprisa, primero me debes un mensaje - agitó el móvil en el aire.
- ¿De buena mañana? - se quejó, mordisqueando una tostada.
- ¿Has investigado su perfil?
- Claro. Muy interesante - mintió con tanto desinterés que fue evidente para Julia.
- Tía, ni te lo has mirado. ¿Cómo se supone que me vas a ayudar si no pones ni un poco de ganas? Solo te estoy pidiendo profesionalidad.
- Respóndele "Hey, Natalia" - indicó, tras pensarlo una milésima de segundo.
- ¿En serio? ¿Ese es tu consejo? Pues vaya mierda.
- ¡Oye! - se hizo la ofendida.
- Eres una saboteadora. Ya veo lo que te importa mi felicidad. Trae esas tostadas, que no te las mereces - le arrancó Julia el plato de las manos.
- Ay, Juls, no te enfades - la abrazó por detrás, tratando de recuperar el desayuno.
- Si no quieres que me enfade dime qué le digo. Me lo has prometido, Alba.
- Dile lo mismo que te dijo ella - insistió-. Hazme caso.
- No va a funcionar y todo por tu culpa, por no ponerle ganas... - masculló, mientras escribía y enviaba el mensaje.
Una vibración en el móvil, minutos después, anunció que había recibido respuesta. Para sorpresa de ambas.
Alba, que efectivamente no le había echado ni una pizca de ganas al asunto. Y Julia, que había hecho caso a su amiga con la intuición, casi certeza, de que iba a ser ignorada completamente por su match.
- "Tienes un gato precioso. ¿Cómo se llama?" - leyó Julia el mensaje en voz alta, tan rápido que a Alba casi se le escapa un pequeño gran detalle.
- ¿De qué gato habla? - reclamó, frunciendo el ceño.
- De tu gata - confesó Julia, con la boca pequeña y esquivando la mirada inquisidora de la otra.
- ¿Me estás diciendo que tienes una foto con mi hija en tu perfil de Tinder? - preguntó Alba, con falsa calma.
- Una foto de tu hija sola, sin mí - puntualizó-. Sabes que si la tengo cerca me da alergia.
- ¿Has puesto una foto de mi gata que te da alergia en tu perfil de Tinder? - repitió la pregunta, alzando el tono.
- Alba, es la única manera de que las tías me hagan caso. Los gatos son la clave. ¿Ves? Con Natalia también ha funcionado. Y eso que le he puesto un "hey, Natalia" ridículo por tu culpa.
- ¿Pero cómo puedes ser tan mentirosa y tan falsa? No tienes vergüenza ninguna - se indignó.
- ¿La gata existe o no existe? Yo no me estoy inventando nada - justificó Julia, alzando las manos en señal de inocencia.
- La gata tiene que vivir con mi hermana porque te pones malísima, Julia. De verdad que no me lo puedo creer...
- Bueno, le contesto que se llama Luisa, ¿no? Venga - siguió a lo suyo, enviando el mensaje sin esperar la opinión de Alba.
- ¡Eh, eh! ¿Qué haces? Dile ahora mismo que la gata no es tuya. Con los animales no se juega, Julia. No uses a... - su regañina se vio interrumpida por otra vibración en el móvil de su compañera de piso.
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Cupido | Albalia
FanfictionCuando su mejor amiga le pide ayuda para ligar por Tinder, a Alba Reche no le queda más remedio que aceptar. ¿Qué tal se le dará ser Cupido?