Un beso de desayuno.
Como la canción.
Alba tuvo que darle hacia atrás para repetir la historia de Instagram y confirmar que sí, que Natalia estaba compartiendo precisamente esa canción.
No la habían escuchado nunca juntas pero, inevitablemente, llevaba a la rubia a las escasísimas mañanas que habían compartido.
Casi podía oler el aroma a café recién hecho y el olor de Natalia cerquita de ella. Y el tacto de sus manos acariciándole la cara, y los muslos, y cualquier parte de su cuerpo que se le pusiera por delante. Y recordó sus labios. Su boca teñida de café dispuesta a compartir el sabor con el suyo.
Sus morritos pidiendo un beso de desayuno.
Se mordió el labio.
Esa historia de Instagram no podía ser casualidad. Un cosquilleo recorrió su estómago y una lucecita de esperanza se encendió en su pecho.
¿Qué posibilidad había de que Natalia echara de menos esos momentos tanto como ella, a pesar de todo?
Alba había aceptado con deportividad el hecho de que Natalia la dejara de seguir en la red social al día siguiente del momento de la confesión y correspondiente despedida. Y se planteó hacer ella lo mismo, cortando cualquier lazo para facilitar la tarea de olvidarse mutuamente, pero no tuvo valor. Desde las sombras seguía pendiente del contenido que la morena subía como si de una masoquista se tratara, agradeciendo no haberse llevado un bloqueo por parte de Natalia.
Definitivamente, Alba no esperaba encontrarse con una indirecta directa tan típica de la morena un mes después de haberse esfumado de su vida.
Dudó en qué hacer, pues no sentía que ella tuviera derecho a dar el primer paso. Le parecía osado hacerlo, más después de ese "olvídate de mí" que se le había quedado clavado en el pecho. La rubia se lo pensó varias veces y acabó por concluir que el primer paso lo había dado Natalia posteando precisamente esa canción y no otra. Siguiendo ese razonamiento, se dio permiso para devolver la indirecta, como cuando empezaron a seguirse tras la fiesta de cumpleaños de Julia.
No pierdo nada con intentar que vea que sigo pensando en ella.
Tras evaluar varias opciones, optó por hacer público su perfil de Instagram y colgar en su feed un fotograma de la película que fueron a ver juntas en su momento. La imagen mostraba una escena que las tuvo charlando y debatiendo un buen rato, esperaba con ella despertar en la morena los mismos buenos recuerdos que le traía a ella. Aquellos correspondientes a horas antes de que todo se derrumbara.
Funcionó.
Natalia no se hizo demasiado de rogar, no podía, y acabó siguiéndola de nuevo y dando like a su publicación en una evidente declaración de intenciones.
Alba suspiró de alivio, quizás no estaba todo perdido.
- ¡Julia! - la avisó, visiblemente emocionada-. Natalia me ha vuelto a seguir.
- ¿Cómo? ¿No nos odia?
- No lo sé. Creo que no - se mordió el labio, nerviosa.
- Es por la historia de la peli, fijo que se ha ablandado. Menos mal. Ha tardado, pero...
- ¿Debería escribirle? - dudó.
- ¡¿Qué pregunta es esa?! Claro que sí. Alba, esa chica te gusta de verdad. Si te abre un poco la puerta, tú tienes que empujarla más y abrirla del todo.
- ¿Te molesta si...? - titubeó.
- ¿Otra vez? - le adivinó la pregunta-. Me va a molestar si no haces nada, Alba Reche. Lo mío con Natalia nunca fue y nunca será nada. Ya está. Olvídalo y céntrate en recuperarla.
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Cupido | Albalia
FanfictionCuando su mejor amiga le pide ayuda para ligar por Tinder, a Alba Reche no le queda más remedio que aceptar. ¿Qué tal se le dará ser Cupido?