Llegué a mí consultorio,dejé mi pequeña mochilla sobre una silla que estaba frente al escritorio,las carteras no eran de mi agrado,prefería las mochillas y también así tenía más espacio para andar lo que quisiera.
Me senté y comencé a firmar los papeles que estaban sobre el escritorio,al llegar al último me tensé,me dejó helada,hasta se me fue el color,ya había olvidado ese nombre por completo: Martina de la O.
Aún me atormentaba ese caso,yo no tuve culpa alguna,solo quería ayudar.
Me levanté y salí corriendo a buscar a Susan.
-Susan,quiero hablar contigo-dije alterada y nerviosa a la vez.
-Sí,¿de qué?-preguntó sorprendida.
-Martina de la O,hay un documento con ese nombre,¿qué pasa?-gesticulé,mi pecho subía y bajaba.
-Señorita yo no sé nada,a mí me lo entregó el señor Bernie,para que lo firmara usted.
-Gracias-respondí alejandome.
Iba algo alterada,me dirigía a la oficina de Bernie,era el encargado del área de psiquiatría del hospital Saint,era una gran persona,lo consideraba mi padre.
Él era alto,delgado,ojos avellanas,de cuarenta y cinco años de edad,teníamos bastante tiempo de convivir.
Toqué y entré al escuchar su "puedes pasar".
-Bernie,¿puedo hablar contigo?-dije seria.
-Claro cariño-me respondió sonriendo,la paciencia era su fuerte.
-Me senté y le extendí el papel para que lo viera.
-Martina de la O,¿te suena?,sí verdad.Ambos sabemos que no era algo tan grave cuando la atendí.
Suspiró,agarró el papel y no se digno en leerlo,estaba claro que ya lo había revisado,con el simple hecho de tener el sello de Eleveng.
-Sí lo se,ese documento es del hospital Eleveng,me preocupa y tú también Mady-indicó con los dedos entrelazados,tranquilo.
-Lo sé,pero eso no fue mi culpa,no tuve culpa alguna-comenzaba a faltarme el aire.
-Ya lo sé,no entiendo para que enviaron eso.
-Pero Bernie imagínate,¿si quieren abrir eso?-solo de pensarlo me preocupaba.
-No lo permitiré,jamás-su tono fue decidido y seguro.
-Gracias Bernie-me levanté y le dí un abrazo.
Salí y fuí a tomar aire al patio de frente,me preocupaba y aún no habían dicho nada.
A veces me arrepentia de haber agarrado el caso yo y no la psicologa,pero no sabía que eso pasaría y mi devoción por ayudar me llevó a hacerlo.
Levanté la vista y ví a Xander,tan coqueto y tierno como siempre,me sonrió pero lo ignoré,yo andaba la cabeza en otro lado.
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Maday [Libro 1]
Teen FictionJennifer Maday Wester una psiquiatra joven y talentosa,quien vive con su hermano.En el hospital conoce a un joven y apuesto forense,se enamoran y comienzan una historia juntos. No todas las historias terminan con un final feliz y que pena que sea as...