Capítulo 20

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Era martes por la mañana, no desayuné, porque no tenía nada de hambre, Max no estaba y vendría hasta hoy por la noche.

Agarré las llaves de mi camioneta y comencé a conducir, pensaba pedir traslado al Hospital Eleveng, pero no estaba segura, quizás era mejor la renuncia.

Cuando llegué al hospital, subí para ir a mi consultorio pero Xander me agarró del brazo.

-Mady, déjame explicarte.

Lo observé y no le decía nada, tenerlo en frente me provocaba rabia y tristeza. Era la primera vez que me enamoraba y solo conseguí un corazón roto.

-¿Qué me vas a explicar?-contesté, zafándome de su agarre.

-Vamos a sentarnos.

Asentí y comencé a caminar detrás de él,a unas mesitas que estaban retiradas de las demás cosas que estaban en el primer piso. Nos sentamos y él suspiró.

-Yo te quiero.

-No hubieras hecho eso-respondí, tratando de no dejar salir mis lágrimas.

-Empezaré de cero-murmuró, con los dedos entrelazados.

-A ver.

Suspiró y agacho la cara por un momento, luego de levantarla solo me observaba con sus bonitos ojos verdes, los cuales me habían embobado.

-Me llamo Xander Tobías, médico forense, residente en el Hospital Saint, estudié en la Universidad Nacional del pueblo de Toscatio, me gradúe con honores y así conseguí mi trabajo y mi fama en Ciudad Marsella, tengo treinta años y soy casado desde hace seis años, tengo una hija. Pero te conocí a tí y me enamoré.

Ese instante fue el peor, Xander tiene una hija y me engañó, él nunca lo mencionó y yo fui tonta por creerle.

-¿Es enserio? Eres padre y no me dijiste nada, Xander te pasas. He llorado no creas que no y ahora sales con eso-traté de calmarme, para no llorar frente a él-. ¿Por qué lo ocultaste?

Xander solo me miró, dudando si hablar o no, yo estaba repitiéndome lo mismo, no iba a llorar frente a él. Soltó un suspiro y comenzó a hablar.

-Temí perderte.

¿En serio había escuchado eso?

Pudo haberme inventado otra cosa pero no esa, Xander no mentía, pero con todo esto ya no le creía ni un suspiro.

-¿En serio?-hablé sorprendida-. ¿No puedes decir otra cosa?

-Esa es la verdad, no hay otra. Aunque no creas yo te quiero.

-Pero a ella también, porque si no tú me hubieras dicho que tenías esposa, Xander.

No dijo nada, solo agachó la cara. Cuando iba a hablar lo interrumpí.

-Joder Xander, cinco meses. Te dí mi amor y me apoyastes lo sé, pero no merecía esto, pudistes ser sincero y no mentirme-sollozé.

Hoy tenía sentido todas esas veces que saliamos y siempre fuera de Ciudad Marsella, temía que lo vieran, nadie lo conocía aquí porque él es de un pueblo bastante retirado de aquí. La llamada en el bosque fue de su esposa, por eso se pusó así, estoy segura.

-Fary... ¿Por ella te fuistes el día del bosque?-pregunté en un susurro.

-Sí-contestó con la cara agachada.

-Cuídate Xander, cuídala a ella y a tu hija, y no olvides que yo si te quiero de verdad.

-Yo también te quiero, pequeña-murmuró.

Fue lo último que dijo y me fuí de ahí, con el corazón en la mano y todos mis sentimientos vacíos. Xander se había convertido en una gran compañía y de verdad lo quería, deseaba todo con él.

Nunca creí que me fallaría así, que me mintiera de esa manera, pudo ser sincero y no lo hizo, yo estando consiente de todo eso lo demás era mi puta decisión, no la de nadie más. Prefirió ilusionarme y luego de un solo golpe romperme el corazón, vaya forma de amar.

Maday [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora