Capítulo 21

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1 mes después...

Mi vida había dado un giro grande en todo este mes, me sentía deprimida, vacía. Había dejado de ir a trabajar, no podía concentrarme en ningún paciente si yo también estaba mal.

La mayoría se había dado cuenta de lo que había pasado con Xander y conmigo, todos se sorprendieron, la verdad es que nadie conocía de donde era Xander realmente, él único que conocía de donde era, fue Bysael pero igual desconocía de su situación amorosa.

No sabía nada de Xander, lo último que supe fue que dejó de trabajar en el Hospital Saint, sin dejar rastro y nadie lo ha vuelto a ver.

Había firmado mi renuncia, iría a presentar todos los papeles. Ya no podía más, he hecho de todo y la tristeza no se va...

-Hola Maximiliano-hablé.

Estaba sentado en la última grada, como siempre parecía modelo de revista.

-Hola Mady, ¿vas a salir?-preguntó.

-Iré a dejar mi renuncia.

-Te acompañaré-dijo poniéndose de pie.

-No es nece...

-Te acompañaré-interrumpió.

...

Ibamos en la camioneta de Max, yo ni ánimos para manejar tenía y él lo entendía bien.

Al cabo de media hora llegamos, Max se estacionó y entramos, todos las recepcionistas y enfermeras miraban a Max, él es guapo y sabe como robar miradas, nos dirigiamos al consultorio de Bysel.

Venía saliendo del consultorio Susan, sonriente como siempre.

-Hola Su-saludé, intentando sonreírle.

-Hola Mady, un gusto tenerte de nuevo.

Solo asentí, sus ojos viajaron a Max con mucha curiosidad y nerviosismo.

-Hola señor-habló tratando de sonar seria.

-Hola Su-respondío Max, sonriendo.

Dejé a Max con Susan y entré para hablar con Bysael.

-Hola Morgan.

-Wester, gusto en verte-respondió, dándome un suave abrazo.

-Vengo a dejar mi renuncia.

-¿Segura?-inquirío sorprendido.

-Sí-murmuré.

Quería despedirme de él y de todos, porque no me volverían a ver. Bysa había sido un gran apoyo, alguien especial para mí.

-Te quiero Bysa, eres alguien especial para mí y mi vida. Eres un rayito de luz-susurré contra su pecho.

-Yo también te quiero Mady, eres especial para mí.

Me separé de él y le dí un beso en la mejilla.

-Adió Bysa.

-Adiós Mady-sonrió.

Una sonrisa que iluminó sus ojos bonitos.

-Voy donde Bernie-le dije a Max cuando salí.

-Esta bien-contestó. Aún seguía hablando con Susan.

Caminé por el largo pasillo y entré al consultorio de Bernie, no estaba solo, con él estaba Anthony. Ohh Anthony, él me había mostrado un amor y amistad sincera y no lo valoré.

-Hola-murmuré.

-Mady cariño-respondío Bernie, abrazándome.

-Vengo a dejar mi renuncia.

-Esta bien nena-suspiró-. Recuerda que eres fuerte cariño y siempre lo has sido.

Sonreí y me separé de él.

-Gracias Bernie, gracias por todo lo que hicistes por mí y Max, eres el mejor. Te quiero-sonreí.

-Ustedes son los hijos que nunca tuve, los quiero y lo haría mil veces más.

Bernie fue una gran persona con nosotros y lo llevaré siempre en mi triste corazón.

-¿Para mí no hay abrazo?-habló Anthony con los brazos extendidos.

-Claro que sí-murmuré y le abracé.

Él había sido una increíble persona, amigable y empático. Anthony fue una curita en mi agrietado corazón.

-Te quiero mucho Mady, eres un ser bonito y de mucha luz-susurró contra mi oreja.

-Yo igual te quiero Anthony, eres alguien maravilloso.

Lo abracé con fuerzas y él también, como si temiera perderme.

Y la verdad es que si iba a perderme.

Maday [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora