1. El Bailarín de Medianoche

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Los vídeos habían comenzado a circular por la red, poco a poco empezaba a ser más común el nombre del "Bailarín de medianoche". Los vídeos eran cortos y la iluminación no era la idónea, no permitía distinguir bien los rasgos de aquel personaje, solamente se adivinaba que era un chico, alto de figura estilizada, su cabello era plateado; a pesar de eso se podía distinguir los movimientos armoniosos y fluidos de su figura, una inmensa sensualidad emanaba en cada paso, las tonadas, aunque eran bailables tenían un tinte de nostalgia.

Los primeros vídeos, o por lo menos aquellos de Wang Yibo había podido rastrear en los confines del internet que eran de muy mala calidad lo mostraban solo, apenas tres personas alrededor que miraban embelesados aquella danza disfrutando de la suave voz que las acompañaba.

A pesar de haber renegado por aceptar tan extraña tarea no pudo menos que quedar impresionado al mirar aquellos vídeos de apenas unos segundos y pronto se vio pasando hora tras hora mirando uno y otro clip hasta que acabo con ellos y aún así veía una y otra vez los últimos, con mejor calidad.

Su fama era extraña y bien merecida. Comenzando por bailar a media calle en diferentes localidades y prácticamente solo, ahora contaba con un club de fans y algunas otras personas que lo acompañaban en las coreografías, manteniendo el estilo de vestimenta, ¿a caso ensayaban?, ¿se conocían entre ellos?, ¿por qué había comenzado a hacerlo?, ¿cuál era el propósito?

La fama quedaba totalmente descartada porque varios personajes interesados en tan extraña, pero atrayente figura, habían buscado algún tipo de contrato o relación laboral, pero no había funcionado. Varías veces la función de la noche se había visto interrumpida y terminada si alguien se atrevía a traspasar la línea imaginaria entre él y su público.

No hablaba, simplemente bailaba y cantaba. En algunas ocasiones tras una pieza desaparecía, en otras había mostrado un espectáculo de casi una hora. Sin importar el frío, la lluvia o la nieve, aquel chico simplemente no paraba de bailar.

Al principio las personas habían dejado dinero a sus pies, pero él se marchaba sin siquiera tomar el dinero, agradecer a su público o algo que indicara que sabía que había gente mirándolo. Cuando se sentía satisfecho simplemente se daba la media vuelta y caminaba hasta desaparecer.

Claro que hubo algunos que intentaron seguirlo o acercarse, pero siempre había encontrado la forma de escabullirse. Incluso ahora, si había algunas personas bailando con él lo ayudaban a desaparecer, aunque afirmaban que él jamás había cruzado palabra con nadie. Bailaba, cantaba y se iba. Nada más.

Wang Yibo miraba un vídeo, un fragmento mal grabado de sus inicios donde la luz de un flash había alumbrado por unos segundos su rostro, le intrigó descubrir que había lágrimas en sus ojos... o por lo menos eso le parecía a él. Los pocos momentos que se apreciaban en el vídeo, si bien sus movimientos eran siempre sensuales, ese baile en particular también expresaba una tristeza, añoranza en sus movimientos. Se le veía la soledad a la distancia y eso estrujó su corazón.

-Lo quiero a él – le había dicho Song Jiyang, su jefe y director de la compañía de danza contemporánea de la ciudad más importante de Shanghái.

-¿Qué puedo hacer yo?- preguntó irritado cuando Yang le había hecho ir a la oficina – soy sólo un bailarín primario, ¿no tendría que reclutarlo Hao?

-Él no habla con ningún agente, Haoxuan ya lo intentó, pero no pudo acercarse.

-Ofrécele más dinero- dijo sin entusiasmo.

-Él no responde a nadie. No permite algún tipo de contacto. Siempre termina escapando de todos.

-¿Y porqué crees que yo podré acercarme? – preguntó molesto.

-Porque el me recuerda mucho a ti, ambos hablan el idioma del baile y la música. Sé que podrás acercarte. Sólo inténtalo. – le pidió Yang.

Entonces le enseñó el último vídeo del chico, aquello fue suficiente para que Yibo aceptara.

Había pasado casi un mes de la ultima aparición del bailarín de medianoche. Después de investigar por días por fin había dado con una chica que solía acompañarlo en sus danzas nocturnas, aunque le dijo que no había una agenda programada para sus presentaciones, también le confesó que había ciertas pistas en las letras de las canciones como, por ejemplo, la próxima presentación se daría junto con la primera lluvia de la estación en el estacionamiento del bar YiCity.

Bailarín de MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora