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❝- ¿¡Pena, Sudor y Lágrimas!?❞
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Sentía que mis ojos no podían abrirse más, podía escuchar a mi corazón latir y lo sentía palpitar con fuerza en mi pecho como so se fuera a salir. No entendía nada de lo que estaba pasando:
"¿E-es posible que él sea Jungkook? ¿El-el real?"
Los ojos del chico que era todo lo que podía ver estaban tan abiertos como los míos, el estaba paralizado y los demás también. ¿¡Qué es esta situación!?
Unos pasos interrumpieron lo que estaba pasando, los pasos de las únicas personas que mientras moviamos de lugar la cocina de gas, habían ido al baño, eran los pasos de Kim y Park. Él último se había estado sintiendo mareado y había ido al baño para ponerse un poco de agua fresca en la cara esperando que eso le hiciera sentir mejor. Kim lo acompañó con una linterna para alumbrar el lugar y por si el chico que se sentía mal y necesitaba ayuda.
Estaban regresando y la voz que escuché de primera instancia me resultó demasiado conocida. Alumbré con la linterna hacia el lugar de donde provenían las voces, encontrándome con una cara demasiado familiar. Había visto tantas fotos con maquillaje de él como sin maquillaje, lo primero que observé fue su oreja izquierda, de su lóbulo colgaba un lindo arete, uno que conocía demasiado.
Mi corazón latía aún más rápido, también mis ojos, si es posible, se abrieron aún más. Sentía que a este paso se iba a salir de sus cuencas. Un gritito bajo pero de sorpresa seguido de una tos al atragantarme con mi propia saliva provocó que el chico se diera cuenta de que no llevaba la mascarilla puesta. Mi boca estaba ligeramente abierta, no entendía nada.
Di un paso atrás y las personas sentadas en el desayunador y la que estaba junto a mi se acercaron a mi, otras comenzaron a regañar al chico que acaba de llegar del baño. Asustada o no lo sé, ni si quiera yo sabía lo que sentía, solo que no podía centrarme en nada, era como si no fuese capaz de concentrarme.
Conocía ese sentimiento muy bien, no era la primera vez que me pasaba esto. Retrocedí de nuevo y esta vez uno de ellos habló:
- ¿¡Qué vamos a hacer ahora!?- en si voz un tono de pánico.
- ¿Amelie? - preguntó uno, creo que Nam, espera, es ese siquiera su nombre no es... ¿quién es?
- ¡No se acerquen más! - fue todo lo que pude articular, estaba asustada o sorprendida, no lo sabía.
Pero no quería que se acercaran, ni yo me entendía, retrocedí un poco más y golpeé mi cabeza sin querer con la alacena. Mi respiración se aceleró más haciéndose más inestable y con grandes y cortas bocanadas de aire:
- ¡Se va desmayar! - escuché decir pero todo se sentía lejos...
•••
Un fuerte dolor de cabeza fue lo que me recibió pero el suave olor de mi cama, me hizo tranquilizarme y aliviandolo.
