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❝- Suerte... la necesitaré...❞
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Amelie tiene el cabello cuidado y largo, más o menos cinco o seis centímetros más a abajo de los hombros. Es un cabello rubio casi castaño, un color muy visto en California, pero adorado por ella. California, sol y arenas blancas, el clima cálido y sin gente que la mire raro porque ahí no sería una extranjera.
Observaba la ciudad a través de la ventana, Seúl es precioso, tenía algo, no sabía exactamente que, que la hacía sentir diferente, bien. Además, ¿¡quién se quiere mudar con BTS al lado!?
Habían pasado tres días desde que Amelie supo quienes eran sus misterios vecinos, y aún le costaba actuar con normalidad a su alrededor. Ellos-
- ¡¡Ah!! - gritó Amelie con fuerza mientras corría al otro lado de la habitación, sin olvidarse de cerrar las puertas corredizas que daban al pequeño balcón donde, hace unos instantes, regaba las plantas, había visto un bicho, algo parecido a una cucaracha, el problema es que no diferenciaba entre escarabajos grandes negros y gordos y cucarachas, probablemente era un escarabajo.
Eso no la alivió, no le gustaban los bichos, ningún tipo de bicho, excepto las mariposas, pero para verlas de lejos, detrás de un vidrio o cuando vuelan lejos, no cerca. Los bichos le agradarían más de no ser por sus primos. Cuando era pequeña, sus primos jugaban con bichos en el patio trasero de la casa de Amelie. Una vez pusieron uno en su comida y al ver que eso la asustó no dudaron en pasar el día gastandole bromas con diferentes bichos, desde escarabajos y lombrices hasta una cucaracha de jardín que encontraron.
Se disculparon y jamás volvieron a jugar cuando vieron que la habían asustado mucho, pero eso no cambió el odio de Amelie a los insectos. A ella tampoco le gustaban mucho las plantas, ¿o sí?.
¿Le gustaban las plantas?, depende, depende del día y de que no se olvide de regarlas y cuidarlas. Tenía plantas porque su padre se las había regalado y no iba a botarlas, se sentiría mal con él. La última vez que Amelie había intentado tener plantas, por voluntad propia, había sido hace unos años atrás. Cuando Kim Namjoon o RM, líder de BTS había mostrado que tenía una planta.
Ella se empecino en tener una igual y cuando la tuvo, la mató, con los calores de California y olvidando regarla casi todos los días, no era para menos. Se lamentó por la planta muerta mientras caminaba hacia la cocina para empezar a preparar su desayuno, a las ocho tenía que estar en SBS para la entrevista por su pasantía.
Se había levantado temprano para no llegar tarde, luego de desayunar y cambiarse de ropa, lo cual le tomó un tiempo, pues se arregló para la entrevista. Cuando terminó, salió al pasillo a esperar por el elevador, su lista de reproducción favorita sonando en sus audífonos mientras esperaba.
- ¡Hola Amelie!
- ¡Ah!- se sobresaltó, aún no se acostumbraba por completo al "secreto" de sus vecinos
