Ambos chicos saltaron por inercia.
El ruido resonó por todo el espacio y sus cuerpos quedaron inmóviles por el miedo.
Eso fue hasta que uno de ellos reconoció a la figura de algún mapache e inmediatamente comenzó a gritar.
"¡Karl!" gritó el fantasma aún sin moverse de su lugar.
El mapache reconoció la voz y fue corriendo a donde su aparente dueño esperaba. Esto confundió a Ranpo, ya que se suponía que nadie además de él podía ver fantasmas.
Aunque siempre se rumoreaba que los animales poseían tal capacidad. Entonces, ¿era eso verdad?
Tendría sentido si así fuera.
"¿Karl?" preguntó Ranpo intentando unirse a la conversación, tal vez algo así lograría sacarlo de su mal estado de ánimo.
"Es... mi mapache mascota" dijo el más alto, entonces el pelinegro lo miró confundido. "Es un poco raro, lo sé pero-"
"A mí me parece que es lindo" interrumpió sin mucho interés, miraba sus manos como si fueran una hermosa atracción y distractor en estos momentos.
Entonces que dio cuenta de que algo no estaba bien.
"¿Cómo eres capaz de recordar a tu mascota?" dijo interrumpiendo el hermoso encuentro entre mascota y dueño.
"¿Eh?" Ranpo lo miró hastiado, pensando si era posible que este sujeto en verdad no supiera nada de su condición. "No lo sé, él sólo fue la primera cosa que se me vino a la mente después de despertar." dijo sin despegar la mirada de su mapache, dejándolo jugar con su dedo. "Pero más importante" volteó de nuevo su mirada a Ranpo. "¿Tú sabes algo de mi condición?"
Ranpo hizo una mueca, no estaba con los ánimos de explicar cada pequeño detalle acerca de esto. "Tal vez" se dedicó a contestar, dejando al contrario con la duda impregnada en todo su rostro. Pronto recordó que resguardaba un sobre en el lugar entre sus piernas y su pecho. «Ah, son los datos de este chico» pensó. Se dedicó a abrir el sobre, mientras más supiera del caso, más rápido se iría de aquí. "Edward... Aran... Poh" pronunció el nombre que se encontraba escrito en los papeles junto a la foto del mismo chico que tenía parado frente a él.
"¿Eh? ¿Qué dijiste?" Alzó la cabeza que en algún momento bajó.
"Sí. Aquí lo dice." dijo bajando sus rodillas y extendiendo su mano con el papel mientras la otra se encargaba de señalar en apartado que lo decía.
El chico temeroso se acercó un poco más al pelinegro, quien lo miraba con unos ojos inconsistemente atrayentes. Tomó la hoja y empezó a leer un poco.
Eran sus datos, cosas de su vida. Pero entonces el color rojo inundó su rostro de la vergüenza.
"¡Edgar Allan Poe!" gritó mientras volteaba la hoja para que Ranpo la pudiese volver a leer. El chico se acerco y su reacción no fue más allá que hacer un simple círculo con su boca, en forma de sorpresa. "Si que los japoneses tienen mala pronunciación del inglés."
"¿Cómo sabes que soy japonés? Es decir, nunca te lo dije." Eso dejó al fantasma –ahora con nombre– pensativo.
"¿Por tus ojos rasgados?" respondió no muy seguro de lo que había dicho.
"¿Sólo eso?" dijo "¡Eso es discriminación, chico fantasma!"
"¿Eh? Ah, lo siento."
"No, mira, sí soy japonés, pero no porque tenga los ojos rasgados." explicó. "Pero, ¿en serio sólo por eso supiste que era japonés?"
"Ah, yo sólo... yo sólo lo supe." dijo en un intento fallido por explicarse. "De todos modos, ahora que sabes mi nombre ¿Podrías dejar de decirme 'chico fantasma'?"
Ranpo asintió.
"Tú dime Ranpo. El mejor..." se detuvo a la mitad de su alardeo. "detective del mundo."
A pesar de que terminó su presentación, Edgar pudo notar cierto tinte apagado en su voz. Pues de repente había dejado la actitud divertida y juguetona con la que empezó.
Hubiera preguntado más sobre el asunto, no obstante una voz adolescente apareció llamando a su superior.
"¡Ranpo-san!"
Ranpo no dijo nada, se mantuvo en silencio, suponía era que no quería ser descubierto.
El llamado se escuchó dos o tres veces más, una cada vez más alejada que la otra hasta que la voz del chico desapareció por completo.
"¿Ese chico no era quien estaba contigo en el caso?" preguntó realmente curioso de su actitud.
"No importa." volteó su mirada al lado contrario de donde él estaba. "No quiero estar ahí ahora. No mientras esa mujer esté involucrada en el caso."
«¿Esa mujer?» pensó Edgar. Según él, Ranpo se estaba refiriendo a la bella mujer con porte que retó a Ranpo cuando dijo "No sé nada".
Y eso se le hizo tan familiar. La mujer castaña y también la pelirroja, ambas chicas, sabía que las había visto en algún lado.
"Entonces ¿Sabes el camino de regreso?" preguntó preocupado, pues el chico al salir corriendo sólo corrió con suerte de encontrar un lugar donde esconderse, lo había visto.
Ranpo quedó pasmado en su lugar.
"No..." el orgullo de Ranpo le pegó fuerte tras ese descubrimiento. Ranpo después de un tiempo lo volteó a ver, el mapache seguía ahí, restregándose en la pierna de Poe.
Su conversación duró unos minutos más, y cuando Poe pensó que era el mejor momento para su petición especial, habló.
"Ranpo" dijo alzando levemente la voz para atraer la atención. Que más bien nunca fue quitada de su persona. "Entonces me ayu-"
Ranpo de repente perdió la imágen y con ello la voz de Poe. Se alarmó, nunca en la vida le había pasado esto, abrió sus ojos rasgados para ver mejor y después, con la intención de buscarlo giró su cabeza hacia atrás encontrándose con una figura familiar.
"Ranpo-san no debería estar sólo en un callejón como este. Menos si es una ciudad desconocida, Fukuzawa no mataría si se enterara."
Ahí, con una sonrisa medio sarcástica y medio amenazante, se encontraba su colega Dazai, quien había tomado uno de sus hombros.
Ranpo tenía unos sentidos agudos, el tacto de las personas era rápidamente leído por él, incluso el más mínimo movimiento de un pelo caído en u brazo lo podía sentir. Pero con Dazai no, puesto que él era todavía más prodigio que Ranpo, tenía un pulso impecable y su toque podía llegar a ser casi transparente para toda persona.
Entonces todo cobró sentido, la habilidad de anulación de Dazai había hecho que dejara de ver a Poe. Rápidamente rompió el agarre para que su habilidad trabajara otra vez.
Al ver a Poe mirándolo a él y Dazai suspiró pesadamente.
"Vamos Ranpo-san, hay datos del caso que tienes que saber." dijo para empezar a caminar, Dazai era tan perezoso como él así que sabía no lo iba a obligar empujándolo como probablemente Atsushi lo haría. No obstante, debía ir con él.
Ranpo miró una vez más a Poe, esa mirada se podría traducir como un claro "sígueme si qiieres". Entonces empezó a caminar atrás de Dazai, siendo seguido por el más alto.
"Oh, vaya. Parece que te hiciste amigo de un mapache, " dijo señalando a Karl, quien realmente no lo seguía a él sino a su dueño.
Ranpo no miró a Karl, su vista se enfocó en Edgar, ese chico era buena compañía.
"Así parece."
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| Deducciones Muertas | Ranpoe
FanfictionEdogawa Ranpo es un detective famoso, se podría decir que el mejor. Es un miembro de la Agencia de Detectives, la cual es famosa por resolver un sin fin de casos difíciles, y aunque muchas personas no sepan, dotados de habilidades sobrenaturales. R...