Capítulo 17: Padres y Errores.

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Cuando Fernando y Lety entraron a la empresa, iban preparados para enfrentarse a toda la furia de Don Erasmo Padilla. Lo que nunca esperaron era que, en la recepción de Conceptos, envueltos en una tensa conversación, no solo estarían los padres de Leticia, sino también los de Fernando.

La pareja se miró con esa complicidad que siempre los había unido. Otra vez, no se enfrentarían a lo que esperaban, pero tampoco iban a permitir que la situación desviara sus prioridades. Con un suspiro, Fernando tomó la mano de Lety y juntos se acercaron a sus padres dispuestos a todo.

Al verlos, los cuatro padres se pusieron de pie, pero para sorpresa de todos estaban bastante calmados. Fernando solo hizo un gesto hacia el elevador y todos subieron juntos a presidencia. Era irónico y a la misma vez justo, que tuvieran esa conversación en la empresa donde comenzó todo.

"Alicia, Alicia. ¿Dónde demonios está Alicia Ferreira?" Preguntó Fernando acercándose a las demás secretarias.

"Ay que pena Don Fernando. La Oxy, perdón la señora Alicia, lleva toda la mañana encerrada en la oficina de Doña Marcia." Le dijo Marta, haciendo una pequeña reverencia como saludo tanto a los Mendiola como a los Padilla.

"Qué raro. Pareciera su secretaria en vez de la mía. Lola, ¿no quiere ser mi secretaria? Obviamente su jefa prefiere a la mía."

"Claro, claro Don Fernando." Lola no encontraba donde meter la cara.

"Era broma Lola, tranquila. Entre usted y yo, volveríamos locos de estrés a todo Conceptos." Fernando se echó a reír. "Muchachas, no estoy para nadie. Si alguien me busca... pues le toman el recado ustedes ya que no tengo secretaria."

"Está bien Don Fernando. Cuente con nosotras." Sara saludó al presidente como soldado.

En presidencia, las familias ocuparon los sofás de la pequeña salita, esperando la explicación de la pareja que, a pesar de estar en un mar de problemas, parecían estar muy tranquilos y felices. Fernando apretó la mano de Lety y tomó la palabra. Él se sentía muy responsable y sabía que las explicaciones debían comenzar por él.

Para evitar más malentendidos, Fernando comenzó desde el principio, explicando con lujo de detalles como desde su plan de negocios todo había comenzado mal, y terminando por la paliza que buscó la noche anterior y el embarazo de Lety. Lety lo observaba con admiración mientras relataba su historia, interrumpiéndolo únicamente para explicar como ella siempre creyó en él o para recordarle algún detalle que el olvidara.

A través de su relato, tanto los Mendiola como los Padillas vivieron un sinnúmero de emociones, pero tendrían que estar completamente ciegos para no ver cómo, a pesar de estar hablando de una historia tan dolorosa y enredada, sus miradas eran de amor, sus toques reconfortantes, y sus risas llenas de felicidad.

La cara de Don Humberto cambiaba de colores cada vez que Fernando mencionaba el embargo o las pérdidas de la empresa. Doña Teresita derramó unas cuantas lagrimas al escuchar como para Fernando había sido fácil engañar a Marcia porque nunca la había amado; solo estaba con ella para cumplir con su familia. Doña Julieta absorbía todo tranquilamente al haberlo sospechado desde un principio, y Don Erasmo los sorprendió a todos siendo la voz de la razón.

"Bueno. Creo que está de más decirles que hicieron todo mal. Por más que quisiera hacerme de la vista larga, en sus rostros el arrepentimiento por la circunstancias es evidente, pero no por la conclusión de todo esto. Su hijo y su amor son primero y me queda claro que lo entienden a la perfección. Hija mía, en la madrugada hice veinte corajes mientras leí tu diario, pero algo me quedó tan claro que siento una profunda vergüenza de mí mismo; yo te orillé a todo esto..."

La Fea Más Bella: Amor del BuenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora