Capítulo Semifinal: Problemas y Soluciones.

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Capítulo Semifinal.

Después de compartir un rato más con sus familias y hacer planes para una cena de celebración, todos pusieron manos a la obra para sacar la empresa adelante y que los problemas de trabajo no opacaran la felicidad de sus hijos.

Don Erasmo y Doña Julieta se fueron de la empresa emocionados a preparar todo lo de la cena que sería en casa de Fernando.

Teresita se fue en busca de Marcia. Ella sabía que la conversación que les esperaba sería difícil, pero no había nada que importara más que la felicidad de Fernando, y estaba más que claro que Marcia no era esa felicidad. A su lado nunca lo vio sonreír con la libertad que lo hizo hoy. A Marcia nunca la miró con ese amor desbordante que miraba a Lety. Por mucho tiempo, Teresita se había negado a ver lo obvio del fracaso que era la relación de Fernando y Marcia, pero al verlo convertido en el hombre que siempre había soñado al lado de Lety, ignorarlo sería tan imposible como prevenir la puesta del sol. Lo que su hijo tenía con Leticia era amor, Amor del Bueno.

En presidencia, Fernando, Lety, y Don Humberto, hablaban de negocios, explicándole al patriarca los problemas de la empresa, pero mostrándole con reportes claros el patrón de recuperación que estaba manteniendo la empresa. Omar también estaba presente, y aunque no entendía todo lo que ocurría, la tranquilidad de todos le dejó claro que las cosas estaban bien. Don Humberto parecía optimista al evaluar los números y Fernando no podía esconder su emoción.

"Don Fernando." Marta entró muy apenada a presidencia. "Disculpe que lo moleste, pero el abogado Santamaria no deja de llamar para hablar con usted..."

"Marta hágame el favor de decirle que yo lo llamaré más tarde pero que se relaje. Lo que le había encargado ya no será necesario."

"Está bien Don Fernando, pero eso no es lo urgente. Celso me llamó para decirme que Don Ariel acaba de llegar a la empresa y está humeando."

"Era de esperarse." Don Humberto respondió. "Cuando suba Marta, hágalo pasar a la sala de juntas. Hay dos asuntos muy importantes que tratar con él."

"Como gusten. Con permiso." Marta intercambió una mirada con Lety, y esta supo que las secretarias estaban muy ocupadas atando cabos y entregándose al chisme.

"Bueno hijo. Ariel es el último obstáculo que nos queda."

"Me queda papá. Yo hablaré con él."

"No hijo. Ariel es igual o más impulsivo que tú, y no creo que tu cara soporte un solo golpe más." Don Humberto se puso de pie amarrando su saco. "Es más, déjame hablar a solas primero con él. Es muy seguro que este humeando como dijo Marta por lo que pasó con Marcia. De la empresa me imagino que no tiene idea."

"Papá, Ariel viene por mi cabeza. Sea por la empresa, por Marcia, o porque así es desde que se cayó de chiquito, la cosa es conmigo. Yo le voy a dar la cara y nadie más."

"Lo que te queda de cara hermanito." Dijo Omar en tono de burla.

"Cállate animal. Ya te puedes ir." Fernando le señaló la puerta con una sonrisa. Omar era caso perdido y lo tenia claro, pero siempre seria su mejor amigo.

"Si eso es lo que quieres hacer, déjame por lo menos estar contigo hijo."

"Está bien papá." Fernando se puso de pie y rodeó su escritorio, dándole su mano a Lety para ayudarla a pararse. "Te amo mi Lety. No quiero que te preocupes por Ariel. Recuerda que a mi bebé le hace daño." Fernando besó su frente.

"Mi bebé." Lo corrigió ella con una sonrisa.

"¿Nuestro bebé?" Le guiñó un ojo.

La Fea Más Bella: Amor del BuenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora