*05*

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Nana me miró con dolor, al parecer recordando lo que pasó y con algo de duda pudo responder.

- Eso es algo que Erwin debe decirte, yo no, pero lo único que puedo decirte es que, una ves que Armin se fue, nadie en esta casa, incluyendome, pudo consolar a Erwin- Que triste, espero que cuando se refiere a irse no se refiere a que se haya muerto... ¿O sí? Espero que no- No se cuanto tiempo duró así, pero, cuando nos dió la noticia de que iba a adoptarte, fue una gran sorpresa- Ok eso no me lo esperaba, tanta fue mi sorpresa que mis ojos parecían dos huevos cocidos, nana al verme así se río mucho- Así es, desde esa decisión nos tenía a todos como locos ordenando, decorando y remodelando todo para tu llegada, y por lo que veo te gustó bastante, ¿No?.-

- Si, me encanta todo- La timidez me esta ganando, ¿En serio hizo eso? ¿Por mí? No me lo creo, es algo impresionante, Kaede al escuchar eso sonrío con confianza y seguimos nuestro camino.

- Me alegra saberlo- Ibamos por el lado izquierdo de la casa y me mostraba las habitaciones de ese lado de la casa, las huéspedes, la cocina (Que fue una de mis favoritas, ya que era amplia, colorida y olía delicioso) el salón de fiesta, el comedor (Otra obra de arte hecha habitación) y me mostró una de las habitaciones en las que ya me vi metida de cabeza por largas y largas horas.

- Esta es la habitación de música- Me señaló la puerta que estaba delante de mí.

- ¿De música? - Pregunté con algo de incredulidad.

- Así es, esta habitación es igual de vieja que esta casa, ella contiene paredes especiales para mantener los sonidos acústicos dentro y no tiene eco, lo más viejo ahí es un piano de más de cien años- ¡¿Cien años?! ¿Quién en su sano juicio guarda un piano cien años?.

-¿Cien años? Pero ¿Como la mantuvieron tanto tiempo?- No pude evitar cuestionar eso, Kaede solo me miro con cierta diversión y continuó con el relato.

-Facil, no esta hecho de madera- Esto es más confuso que un rompecabezas de cincuenta piezas y de tamaño mediano- Esta hecho de cristal- No me lo creo, mi rostro estaba neutro pero mi mirada me delató, al parecer nana lo decifró- Si no me crees, averigualo tu misma, adelante.- Abrió la puerta y lo primero que vi fue el techo, parecía una obra de Miguel Angel, estaba pintado un cielo azul con nubes y uno que otro angelito, donde se supone que iba el sol, reposaba un candelabro que caía en forma de cono con tenpanos de cristal que caían elegantemente, la habitación era muy amplia (Como todo en esta mansión) y al girar mi vista hacia la derecha me encontré con el famoso piano.

Fue una de las cosas que más me han impresionado en toda mi vida, en verdad era de cristal, pero no de ese cristal que le cae una aguja y se rompe, no no no, ese cristal se veía fuerte y más si era de color violeta, era hermoso, hace tiempo que no toco un instrumento ahora que lo recuerdo.

-¿Ves que no mentía? El cristal de este piano fue fusionado y fortalecido con amatista, de ahí viene su color violeta- Ahora tiene sentido, creo haber leído de ese tipo de fusión en el libro mágico- Este piano fue un regalo a la bisabuela de Erwin, su esposo se lo dió para que le tocara algunas melodías después de un largo día de trabajo.-

-Qué historia más linda, y ¿Todavía funciona?- Cuando no Gabriela y su ansiedad, Kaede me vió con perspicacia, analizando mis palabras.

-¿Por que la pregunta? ¿Acaso sabes tocar el piano?- Preguntó con seguridad y yo estaba un poco nerviosa pero le pude responder.

-Algo así... Hace mucho tiempo que no toco algún instrumento- Dije en voz baja, cosa que es verdad, tengo cinco años si tocar algo relacionado con música.

- Qué te parece si lo revisas, no se si funciona- Entre en pánico, no pienso tocar ahora, negué varias veces y de manera rápida- ¿Por qué no?.-

★Poder Titanico★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora