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- Ahora con esta liga- Me da el objeto- La amarras a su bíceps y busca la vena- Amarro y apreto la liga, conseguirle la vena no fue tan difícil- Bien, ahora toma la inyectadora y metes la aguja despacio- Justo en ese momento ambos nos espantamos.

- Hanji- Digo con temor- No creo que sea buena idea que lo haga- El rubio me apoya.

- Calmate- Ella se queda tan tranquila- Dijiste que querías aprender, algún día tendrás que hacerlo- Toma la aguja y me la da, luego guía mis manos para colocar la inyección, poco a poco me dice que hacer y por fin coloco la inyección, ella se encarga de lo demás-¿Ves que no tiene nada de complicado?.-

- Dimelo a mi- Se quejo el sujeto de prueba.

- Tu no te quejes, si quieres que te ponga las vitaminas mejor callate- Él solo se quejaba en silencio.

Nana entra a la habitación- Er, el doctor Jaeger llegó- Y justo después de que se colocó la antigripal.

- Dejalo pasar- En eso entra el señor Grisha con su típica sonrisa.

- Buenas tardes- Los mayores devuelven el saludo, en eso el me ve- Hola pequeña Smith.-

- Hola señor Grisha.-

- Bien, ¿Otra ves tus alergias otoñales?- Comenzó a revisar al enfermo; mientras ellos estaban en la revisión, yo estaba recordando cuando me enfermaba en la base o en el orfanato, realmente enfermarse en lugares así no es lo mismo que enfermarse en casa, estar allá en alguno de esos lugares es estar siempre en movimiento, en cambio en casa, todo es más cálido y agradable para el enfermo; después de una revisión rápida, el doctor tiene el diagnóstico- Tienes amigdalitis, tienes que tomar lo que te recete.-

-¿Puedo trabajar así?- Este señor no descansa, siempre pensando en trabajar.

- Lo mejor es que mantegas reposo por unos días- El señor Grisha ordenada sus cosas en su maletín- Pero puedes trabajar desde casa- Con eso, se despide y se retira a su casa.

Después de eso seguimos hablando de cualquier tontería, antes de dormir tuve que hacer mi tarea porque la olvidé hacer y así tengo el domingo libre.

(○_○)/

Ya han pasado días desde que Erwin se enfermó, ya está mucho mejor, tanto así que estuvo haciendo su rutina de ejercicios. Estabamos desayunando tranquilamente cuando su teléfono suena.

-¿Si?- Alguien habla rápidamente a través del móvil-¿Qué? No juegues con eso- Vuelve a hablar la misma persona, haciendo que el rubio se levante rápido de la mesa con una mirada esperanzada, en eso cuelga y se va, no sin antes acariciarme el cabello- Tengo que salir de urgencia, no se a que hora vuelva- Con eso corre por toda la mansión, dejándome con mucha incertidumbre.

Terminé de desayunar y me preparé para ir al instituto, en el camino estuve analizando la actitud de Erwin, dejandome con una sensación rara en el estómago.

- Señorita, ya llegamos- Moris me avisa sacandome de mis pensamientos. Vale, espero que no sea nada malo, salí del auto para ir a mis clases.

...

Ya estaba en casa, cambiada, con la barriga llena y haciendo mi tarea, no he visto al rubio desde la mañana, algo que me parece muy extraño, deberia de estar en casa desde hace dos horas y media. Terminé mi tarea y como no tenia nada que hacer bajé a la sala de música a tocar algo en el piano.

Mientras pasaba por los pasillos, veía a todos corriendo por todos lados, incluso Shadis estaba corriendo como loco, eso aumenta más mi sospecha, si es lo que creo que es no se como tomarlo. Estuve durante varios minutos tocando distintas piezas musicales cuando Kaede entra a la sala con una sonrisa gigante en sus labios.

★Poder Titanico★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora