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Hoy el día era soleado, no habían nubes en el cielo y el viento era fresco. Lo bueno era que iba de regreso a casa, quería llegar ya para cambiarme el uniforme y merendar, porque tengo hambre.

Después del cóctel todo ha estado tranquilo, yo diría que demasiado tranquilo. Volvimos a la misma rutina y Moris tuvo la gran idea de que el chófer nos dejara una cuadra antes de llegar a la mansión para conocer el vecindario (Claro, le preguntó a Erwin si podía hacer eso y él accedió), era como un paseo para estirar las piernas.

Llegamos al vecindario y el chófer nos dejó en la esquina de la cuadra para seguir haciendo su trabajo. Moris me contaba anécdotas muy interesantes de su vida, en eso pasamos por la mansión del señor Zullivan y su bulldog gigante nos ladra asustandome.

- Ya te he dicho que no le muestres miedo o sino te va a morder de verdad- Moris se reía por mi acción.

- No es mi culpa que cada vez que pasamos se me olvida el hecho de que Zeus está ahí- Me excuso algo abochornada.

Moris es un hombre joven, en sus plenos treinta y cinco años ya está casado con una linda chica y tienen un retoño muy travieso y adorable. Seguimos caminando hasta que nos detuvimos porque el telefono del mencionado sonó.

- ¿Hola?- Contesta la llamada- ¿Pasó algo?- Se escucha un murmullo a traves de la bocina- Pero estoy trabajando...- Estuvo hablando por unos minutos, la conversación se hacía más larga y tenia un mal presentimiento.

- ¿Moris, pasa algo malo?- Él solo negó con un movimiento de su cabeza- Deberíamos seguir avanzando, algo no me gusta- Me hizo una seña de que esperara un poco nada más, de repente siento una presencia que viene muy rápido, demasiado diría yo- Moris, no es por mal ni nada pero vamonos- Rogué con miedo, él me miró, se disculpó y cuando apenas dimos unos pasos me di la vuelta y vi a Zeus (el bulldog del vecino) Con sus fauces muy abierta cuando saltó del muro divisor- ¡MORIS!.-

...


Un teléfono suena en la sala de reuniones.

- Disculpen la interrupción, debo contestar una llamada- Erwin sale de la reunión y atiende la llamada de Kaede- Nana te he dicho que no me llames cuando estoy en una reunión. -

-Erwin- Su voz se escuchaba llena de desepero- Ocurrió una tragedia.-

- Calmate- Intentó calmarla- respira, no lograrás nada estando en ese estado- Se escuchó un respiro hondo-¿Ya estas mejor?- Una afirmación sale de la bocina- Bien ¿Qué ocurre?.-

- Es Gabriela- Ella solloza- El perro de Zullivan la atacó- Solamente decir eso hizo que la sangre de Erwin se congelara.

- Ahora mismo voy para allá- Con esa respuesta corrió hacia el estacionamiento.

¿Qué pasó? ... Pues...

Momentos antes...

-¡MORIS!- El perro atrapó mi brazo izquierdo en su boca, pero luego lo soltó para ir por mis piernas, estaba tirada en el piso agarrandome con fuerza del poste de luz que estaba ahí, Moris peleaba con el perro para que me soltara.

-¡Señorita! ¡No se suelte!- Gritaba mientras peleaba con Zeus, pero gracias al escandalo llegó el otro perro del señor Zullivan, Ares- Ay, no puede ser.-

Estuvimos peleando con ambos perros, Moris se quitó de encima a Ares, menos mal que seguía siendo un bebé. Zeus no me soltaba por nada del mundo, al contrario, me jalaba con todas sus fuerzas, estaba llena de mordidas y arañazos por todos lados, lloraba por las heridas, Moris todavía no hacia que el perro me soltara.

- Basta, perro idiota- En eso silba muy fuerte, pero siguió peleando con el perro. Ya estaba a nada que me soltaba, estaba empezando a ver manchas negras y mis manos estaban debilitándose. A la lejanía se escucha un ladrido muy familiar y de repente siento que liberan mi brazo izquierdo-¡Dardarion, ataca!- El rotwiler obedece y pelea duramente contra el bulldog- Señorita, resista por favor, iremos a casa rapidamente para que la atiendan- Me tomó en sus brazos y corrió hasta llegar a la mansión- ¡Kaede! ¡Señora Kaede! -Grita apenas entra.

★Poder Titanico★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora