Capítulo 7: Crueles Profecías

1.6K 209 358
                                    

Que tal, mis poquitos pero valiosos lector@s! ♥️

Admiren este edit que hice sobre Nix 🔝

•• <<────≪•◦⚜◦•≫────>> ••

Reino de Mongolia, Casa de Ninfas. 

Nix Angelis

Han pasado veinticuatro horas desde que abandoné Fotía. El trayecto a sido agotador, como desearía usar portales y no tener que viajar durante horas para llegar a otros reinos. Lástima pero no puedo, ya que la energía que utilizaría llamaría demasiado la atención, pues toda variación que impacte directo a la magia es perceptible, un equilibrio demasiado sensible. Quienes lo sienten, son capaces de recibir visiones o susurros de inmediato a la primera alteración. Situación que llegaría a los Rasnia; brujos y ninfas de dones antiguos.

Continúo manteniendo mi poder retenido para no ser descubierta. 

Detesto tener que estar ocultándome. No soy una maldita bastarda sin linaje, soy para la desgracia de muchos la primera descendiente original del caos. Y en lo único que no se equivocan, es que soy un peligro, y uno tan potente e impredecible que ni yo misma logro dimensionar. Sin embargo, por el bien de aquellos que se lo merecen, decidí buscar soluciones o respuestas, antes de llegar a mi límite y acabar con todos de una vez.

Anoche luego de despedirme de Damon, tuve una sensación de vacío, y esas son emociones que no me puedo permitir, mucho menos en estas circunstancias. Lo mejor fue alejarme de él, para evitar problemas o repercusiones, debido a los intensos y asustados que están todos los que se creían poderosos.

En siglos anteriores, ningún original fue tan temible, sencillamente se adaptaban y acataban dogmas y doctrinas. Pero desde que comprendí quién soy, supe que mi vida no sería fácil. 

Durante la madrugada llegué a unas antiguas ruinas abandonadas en los bosques de Mongolia, zona donde las ninfas viven ocultas del ojo humano. Los bosques cubiertos de nieve son sumamente extensos. Y desisto de usar mis poderes para no espantar a ningún ser mágico. 

Continúo caminando entre los árboles hasta que...

— Nix — una voz hace eco a mis espaldas haciéndome voltear.

Visualizo a tres ninfas sumamente cautivadoras, están asomadas en el umbral de una entrada (portales que solo ellas pueden crear). Sus características físicas son propias de la naturaleza, y parecen unas verdaderas muñecas. Avanzo hasta quedar frente a frente, y cuando estoy a punto de abrir la boca para saludar, una de ellas se me adelanta.

— Nuestra diosa ... te estábamos esperando — hace una reverencia.

Oculto el asombro que me causan sus palabras. 

¿Me tiene que gustar o asustar?

— Por lo visto ya me conocen, no es coincidencia que las descubra tan preparadas. ¿Desde hace cuánto tiempo saben de mi existencia? — pregunto sin ninguna pisca de cortesía.

El frío viento de la tarde golpea nuestro cabello, y ellas se miran unas con otras antes de responder.

— Desde hace cuatro mil años —confiesan al unísono.

Sus palabras me pasman por breves segundos, esto debe ser una broma, y será mejor que estén hablando en serio.

—Repitan eso, y más le vale que estén seguras de la respuesta — demando.

— Nix Angelis, tú eres la diosa de la antigua profecía, y él ...  — habla la ninfa de ojos verdes, pero antes de terminar la frase es golpeada por la otra.

NOCTIMANÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora