Capítulo 24: Luna

549 59 17
                                    

Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.

— Agatha Christie.

•• <<────≪•◦⚜◦•≫────>> ••

Nix Angelis

Cientos de veces me pregunte como sería todo desde acá arriba «fresco, libre, silencioso». Noche tras noche fantaseando con la ilusión de escapar y perderme entre estrellas. Me imaginaba creando una escalera que me ayudará a huir de mi realidad, donde ascender era sinónimo de esperanza. Porque aún siendo una niña, sabía que mi mundo algún día provocaría su propio final. 

Más ahora se está cumpliendo «ambas cosas». 

Aún rodeada por los fuertes brazos de Donovan, aflojo su agarre para observar con mayor detalle nuestro entorno. Hemos adquirido velocidad, y por extraño que sea, me siento cómoda. Puedo ver como la mitad del mundo esta bañada por oscuridad, donde la luz de luna y humana adornan cientos de ciudades. Mientras que el resto yace cubierto por la soberanía del sol destacando los diversos colores de cada continente y océano. 

Un equilibrio magnífico.

— Es hermoso — suelto anonadada.

La energía de las enormes piedras brillantes que pasan por nuestro costado me hace cosquillas. Tienen su propia luz. Cada esfera diferente, al igual que sus polvos, colores, y auras. Cabe mencionar que al contemplar más allá logro ver formaciones estelares que crean nubes de brillo en medio de la inmensa oscuridad galáctica.   

Pierce avanza con un cumulo de sombras que nos protege del frío, provocando que un viento tibio acaricie mi piel con intensidad debido al espacio.  

Su poder es asombroso, no sé como definirlo, todo de él emana peligro. Sin embargo, tiene aquello que disfraza su letalidad, como si su linaje te llamará utilizando perfección y elegancia para atraparte.

Dicho pensamiento me hace ponerme nerviosa, aún no me acostumbro a su proximidad. 

— La creación del infinito lo es — responde después de unos minutos enviando corrientes a mi cuerpo. 

— Solo eres testigo de una parte —continúa. — Más allá hay otros planetas y estrellas, secretos por descubrir o mundos por salvar... quién sabe. Tan solo no te dejes engañar por su belleza que también hay peligro, como agujeros capaces de llevarte a lugares desconocidos, por eso te aconsejo que mantengas tu poder controlado para evitar complicaciones — manifiesta con serenidad conservando su vista al frente. 

Un escalofrío me recorre la columna. 

Siempre he dicho que nuestro universo es un enigma que no deseo indagar a profundidad, suficiente tengo con mi propio mundo. 

— ¿Desde hace cuanto realizas estos viajes? — pregunto cambiando de tema. 

Observo un breve atisbo de dolor en su mirada.

— Dos años después de ser enviado a Draco — responde indiferente.

— ¿Qué edad tenías? 

— Diez años —responde. —Durante una noche me escapé de una celda donde estaba siendo "entrenado". Mi deseo de libertad era excesivo, así que explote la oscuridad que mantenía oprimida y sin darme cuenta comencé a volar. 

— ¿Fuiste criado por Kratos?—cuestiono intrigada. 

Hace una mueca de disgusto. 

— Sí—contesta.—Pero nunca tuve un hato, enviaron a brujos para hacerse cargo con el propósito de convertirme en un guerrero de sus tropas. Obviamente no salió como esperaban.

NOCTIMANÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora