Él, oscuridad. Ella, caos.
¿Algo en común?
Sí, la Noctimanía.
Universo prepárate, dioses laméntense, sangre suprema doblégate, y seres humanos huyan, porque nada bueno vendrá con la llegada de los primeros descendientes originales, del Caos y la...
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Reino Draco, Ciudad de Azufre.
Donovan Pierce
Ha pasado una semana desde la inminente masacre en Fotía, los infernales que sobrevivieron ya se encuentran habitando en el centro de Draco, también conocido como Ciudad de Azufre.
Tome el control del palacio el mismo día que la descendiente del caos se dio a conocer, los líderes que elimine en aquella noche fueron los que se negaron a rendirme fidelidad. Solo quedan tres cabecillas, que pertenecen al hato cielo, fuego y luz, el resto está consumiéndose en mi infierno personal acompañado de los espectros.
No me puedo dar el lujo de dejar pasar más días, por lo que procederé a mover mis cartas para transformarme en el rey definitivo de este lugar «ya pronto planeare como conquistar Fotía».
La actitud que tuvieron los líderes que asesiné es comprensible, a decir verdad, yo tampoco hubiera cedido, debido a que los motivos que he manifestado para tener la monarquía no son suficientes. Durante los últimos años he descifrando diferentes visiones y sueños que me han sido revelados, lo que nunca espere, es que todo se cumpliera tan repentinamente.
En otras palabras, esto es una epifanía difícil de explicar.
Me acomodo la imponente capa negra frente al espejo (a pesar de mi cansancio mi aspecto luce impecable).
Me encuentro en una de las habitaciones más lujosas del palacio; esta adornada con paredes de piedra obsidiana, grietas doradas, zafiros azules y rojos.
El ruido proveniente del exterior avisa que ya es hora. Todos los linajes están reunidos en la gran plaza la cual queda bajo el balcón principal del palacio. Fue difícil reunirlos, la euforia de los últimos acontecimientos los tiene desesperados, por ese motivo hoy me enfrentare a sus hatos.
Una vez que termino con mi presentación, me detallo en el espejo, y siento que algo falta ...
La puerta de la habitación es abierta por un brujo llamado Loki, quién ingresa con una caja negra envuelta en sus manos.
— Mi rey — saluda.
Aún no me acostumbro al apodo.
Desde el reflejo logro divisar como desenvuelve lo que trae. Al quitar la tela queda al descubierto un cofre mediano, con ciclas de oro incrustadas en griego.
— ¿Qué es? — pregunto.
—El símbolo que toda nobleza debe tener y el adorno perfecto para un ser de su linaje — manifiesta de manera elegante.
Me acerco al lugar donde está, y percibo una energía totalmente desconocida. Tomo el objeto, y al levantar la tapa lo que encuentro me deja sin aliento «Extraordinario».
Mi vista es testigo de una fascinante corona de oro negro, cuyos detalles son perfectos con su diseño. El cestillo contiene un zafiro azul que hace contraste con el resto del color, lo cual a simple vista transmite; dominio, poder y magnificencia.
