Capítulo 21: Distracciones

1K 94 67
                                    

Reino Fotía, Capital.

Nix Angelis

El cabello castaño baila sobre la ceda de su traje mientras se pasea de un lado a otro apretando los puños hasta marcar sus nudillos blancos. Aquella mirada que emitía alegría e inocencia ahora esta bañada por un vacío que odio con intensidad y culpa.Es realmente hermosa, externa e internamente, un ser que el mundo no merece. 

— Repítalo de nuevo por favor. Es una noticia muy impactante — dice con voz vibrante.

— Donovan Pierce es mi idóneo, nuestras vidas están destinadas desde el origen. Un lazo indestructible del infinito corre por nuestras venas, y si el mundo se entera, estaremos obligados a emparejarnos — reafirmo a la ninfa que se mantiene incrédula.

— No tiene sentido... —susurra. 

— Concuerdo.

Estoy aburrida de explicárselo.

—La profecía decía que se enterarían décadas más tardes, no ahora. Las piezas del destino se están moviendo y no es bueno. En Mongolia lo sospechábamos, pero nada era claro, solo rimas que tardan tiempo en cobrar significado, usted lo presencio cuando fue a leer una—continua.

Esto me esta exasperando. Desde hace cinco horas que estoy sentada bebiendo vino, por lo que me pongo en pie con dificultad. 

— Soy un alma joven y el universo lo sabe—reflexiono en voz alta. 

Ella asiente.

—También soy la descendiente más poderosa que ha existido, cuya vida fue considerada digna del caos — río sin gracia —. Acabo de perder un hijo y, necesito que toda esta maldición que el universo me arroja se detenga, por eso exijo que me digas como romper la conexión con ese hombre... o mejor aún, necesito que averigües como matarlo. No es justo que el infinito decida destinarme con quien menos me conviene en el planeta tierra.

Dafneas se tensa aún más. 

— Seré sincera—responde— No puede. Menos ahora que los dos se declararon, lograrían evitarse por la eternidad pero jamás desaparecerá el lazo, usted sabe que es indestructible... tendría que luchar contra toda ley para hacerlo.

— Maldita sea —suelto colapsada—, tengo que mantenerme a metros de su presencia, pero aún hay infernales que debo asesinar en Draco. 

— Quizás no deba pensar tanto en él, podría convertirse en una debilidad. Ahora hay que atrapar a ese desconocido antes que regrese, o nos atacará desprevenidas otra vez — me aconseja. 

La sangre se me enfría de solo recodarlo.

Aquella máscara repugnante, la daga que me arrebato mi salvación. Prometo que cuando lo encuentre, lo cortare en pedazos para volver a unirlo, sumergiéndolo en un ciclo eterno de vida y muerte. Porque yo soy el monstruo, las venganzas que creo son terribles, espantosas e innombrables. Y como bien me aconsejaron, no seguiré negando lo que soy «maravillosas palabras que causarán arrepentimiento en su autor».

Me pongo en pie dando por terminada la charla. Tomo el traje de batalla y me visto.

— La perdición que siento es tanta que en cualquier momento invocaré a los titanes para escupirles en la cara, ya bastante tortura eh pasado al descubrir sus secretos — y odio no poder olvidar esa mirada oscura y hambrienta. — Así que si me ves cometiendo una locura trata de detenerme con el poder que te di — la miro. — Prometo no hacerte daño si lo intentas, al fin y al cabo, eres la única amiga que tengo...

Sin esperar respuesta o reacción, salgo al pasillo para dirigirme al patio. Estoy consciente que mi condición emocional me está consumiendo con violencia y la única ancla que me da estabilidad es Fotía y la promesa que hice. Por esa razón compartí la carga del secreto con otra persona, bueno, no cualquiera, sino la mujer que aguanto cosas atroces para no traicionarme.

NOCTIMANÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora