Por Ahora Y Para Siempre [ Ziam ] Adaptación.

9

_Para ser sincero no se trata solo del salón de baile. Quiero limpiar toda la casa._dijo Liam.

―Eso es muy ambicioso ―contestó Zayn ―. Y no tiene sentido, considerando que sólo vas a quedarte dos semanas.

―En realidad ―dijo Liam , alargando las palabras para retrasar lo inevitable―. Me voy a quedar seis meses.

Notó la tensión en el aire. Era como si Zayn  se hubiese olvidado de cómo respirar. Liam  sabía que aquel hombre no sentía ningún cariño hacia el, pero aquello parecía una reacción un tanto extrema por su parte, como si acabasen de anunciarle una muerte.

El que su presencia en su vida pudiera causarle una angustia tan palpable la molestó más allá de lo que podía expresar.
―¿Por qué? ―preguntó Zayn, con una profunda arruga cruzándole la frente.

―¿Por qué? ―espetó Liam  en respuesta―. Porque es mi vida y tengo todo el derecho de vivirla aquí.

Zayn  frunció el ceño, repentinamente confundido.
―No, me refiero a por qué lo haces. ¿Por qué te esfuerzas tanto en arreglar la casa?

Liam  no tenía una respuesta, al menos no una que fuera a satisfacer a Zayn . Él lo veía simplemente como una turista, como una de esas personas que se plantaban en el pueblo proveniente de las ciudades, instauraban el caos y después regresaban a sus antiguas vidas.

Estaba claro que considerar que Liam  quizás disfrutaba de una vida más sencilla, que quizás tenía una buena razón para huir de la ciudad, era más de lo que podía comprender.
―Mira ―dijo, cada vez más irritado―, he dicho que te pagaré a cambio de tu ayuda. Sólo voy a mover algunos muebles, y quizás pintar un poco. La única razón por la que te lo pido es porque es más de lo que puedo hacer yo sólo. Así que, ¿me ayudarás o no?

Zayn  sonrió.
―Te ayudaré ―contestó―. Pero no voy a aceptar tu dinero. Lo hago por el bien de la casa.

―¿Porque crees que la destrozaré? ―replicó Liam  arqueando una ceja.

Liam  negó con la cabeza.
―No. Porque adoro esa casa._
Al menos tenían algo en común, pensó Liam  con ironía.―Pero si lo hago, nuestra relación será estrictamente laboral ―continuó Zayn ―. Sólo negocios. No necesito más amigos.

Liam  se quedó sorprendido y molesto con su respuesta.
―Yo tampoco ―le espetó―. Y tampoco te estaba ofreciendo nada.

La sonrisa de Zayn  se hizo más ancha.
―Bien ―dijo.
Le tendió la mano a Liam.
Éste frunció el ceño, sin estar muy seguro de en lo que se estaba metiendo, pero al final aceptó su apretón de manos.
―Sólo negocios ―acordó. 

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―Lo primero que tendríamos que hacer ―dijo Zayn mientras Liam lo seguía por el camino― es quitar los tablones de las ventanas. ―Llevaba la caja metálica de herramientas en la mano, balanceándola mientras hablaba.

―En realidad sólo quiero sacar esos muebles viejos ―respondió el, frustrado de que Zayn  ya hubiese asumido la posición de jefe.
―¿Quieres pasarte todos los días sentado bajo luces artificiales cuando por fin ha salido el sol? ―preguntó él. No era tanto una pregunta como una afirmación, y el significado que escondía bajo las palabras es que, si no quería quitar los tablones, debía de ser idiota. Sus palabras le recordaron un poco a su padre y el modo en que siempre había querido que Liam  disfrutase del sol de Maine en lugar de quedarse sentado en la casa mirando la televisión.

A pesar de lo mucho que le dolía admitirlo, Zayn  tenía razón.
―De acuerdo ―cedió.
Recordó cómo su primer intento de retirar los tablones había acabado con una ventana rota y casi un cuello roto, y se sintió reaciamente aliviado de contar con la ayuda de Zayn.