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Liam  se quedó allí de pie, con el corazón latiéndole con fuerza y furioso. Trevor Mann lo había afectado de verdad.

Pero le resultaba casi imposible reflexionar sobre su enfado y su visita; toda su mente estaba consumida por la carta que tenía en el bolsillo.

La carta que le había escrito su padre.
Se llevó la mano al bolsillo y la saco, examinándola asombrado.

―Menudo idiota ―empezó a decir Zayn ―. ¿De verdad crees que…?

Pero se detuvo al verle la cara.
―¿Qué es eso? ―preguntó, frunciendo el ceño―. ¿Una carta?

Liam  bajó la mirada hacia el sobre que tenía entre las manos. Sencillo. Blanco. De tamaño normal. Parecía tan inocuo, y aun así la aterrorizaba lo que podría haber dentro. ¿La confesión de un crimen? ¿La revelación de una vida secreta como espía, o como marido de otra mujer? ¿Podría ser una nota de suicidio? No estaba Seguro de cómo lo superaría si se trataba de lo último, y ni siquiera podía adivinar cómo reaccionaría si su contenido reflejaba alguna de las demás opciones.
―Es de mi padre ―dijo en voz baja, volviendo a mirar a Zayn ―. La he encontrado guardada bajo llave entre sus cosas.

―Oh ―dijo Zayn―. Quizás debería irme. Lo siento, no me había dado cuenta…

Pero Liam  tendió la mano y se la puso en el brazo para evitar que se moviese.
―Quédate ―dijo―. ¿Por favor? No quiero leerla solo.

Zayn asintió.

―¿Y si nos sentamos? ―Su voz se había suavizado, mostrando su preocupación. Hizo un gesto hacia el salón.
―No ―contestó Liam ―. Por aquí, ven conmigo.

Llevó a Zayn  escaleras arriba y por el largo pasillo que llevaba al estudio de su padre.
―Cuando era niño solía quedarme mirando esta puerta―dijo―. Nunca se me permitió entrar. Y mira. ―Giró el pomo y abrió la puerta, girándose hacia Zayn  encogiéndose ligeramente de hombros―. Ni siquiera estaba cerrada con llave.

Zayn  le dirigió una sonrisa interesada. Parecía estar caminando con pies de plomo a su alrededor, y Liam lo comprendía.

Fuese lo que fuese lo que hubiese en la carta, podía ser pura dinamita. Podía desencadenar una reacción catastrófica en su cerebro, haciéndole caer en un espiral de desesperación.
Entraron al oscuro estudio y Liam  se sentó tras el escritorio de su padre.
―Escribió esta carta justo aquí ―dijo―. Abrió este cajón, la guardó dentro y lo cerró con llave. Y escondió la llave en la caja fuerte. Y después salió de mi vida para siempre.

Zayn  acercó una silla y se sentó junto a el.
―¿Estás listo?
Liam  asintió. Le costó mirar mientras cogía la carta y la abría, como si fuera un niño asustado mirando entre los dedos una película de miedo. Sacó el papel del sobre, una simple hoja doblada por la mitad, y el corazón empezó a latirle de manera salvaje cuando la desdobló.
 
Querido Liam Jame,
 
No sé cuánto tiempo habrá pasado entre mi marcha y el momento en que leas esta carta. Mi única esperanza es que no hayas sufrido durante demasiado tiempo preguntándote qué habrá sido de mí.
No me cabe duda de que dejarte será de lo más que me arrepienta en toda mi vida. Pero no puedo quedarme. Espero que algún día puedas aceptar el por qué, incluso si nunca eres capaz de perdonarme.
Sólo tengo dos cosas que decirte. La primera, y debes creerme, es que nada ha sido culpa tuya. Ni lo que le pasó a Charlotte, ni el estado de mi matrimonio con tu madre.
Lo segundo es que te quiero. Te he querido desde el primer momento en que te vi hasta el último. Charlotte y tú habéis sido mi mayor contribución a este mundo. Sólo puedo disculparme si nunca lo dejé lo bastante claro cuando estaba aquí, aunque disculparme no parece suficiente.Espero que estés bien, sea cuando sea que leas esta carta.
 
Con todo mi amor,
 
Papá
 
Un millón de emociones giraron como un torbellino en su mente. Liam leyó la carta una y otra vez, aferrándola cada vez con más fuerza. Ver las palabras de su padre sobre el papel, oír su voz hablándole en su mente proveniente de veinte años atrás, hacía que su ausencia fuese más marcada que nunca.
Dejó que la carta se deslizase de entre sus dedos, revoloteando hasta posarse en el escritorio, seguida de cerca por las lágrimas. Zayn  le cogió la mano como implorándole que compartiese con él lo que ponía en ella, con la preocupación reflejada en sus rasgos, pero Liam  a duras penas podía hablar.

Por Ahora Y Para Siempre [ Ziam ] Adaptación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora