Se Mía +18

Capítulo veinticuatro.

Rechino los dientes cuando observó que dejan salir a Rose tranquilamente de la manada junto a dos ninfas… ¿Acaso esto era joda? ¿Cómo es que voy a lograr atrapar a Draco si no puedo salir?

Había intentado hablar con Milo sobre esto y pareciera que está ocultándose de mí, miro a Eva con unos niños, no, ella no sería a la que me acerque por el momento. La última vez le arrojé una daga.

Uno de los niños que se encontraba jugando junto a ella se acerca a mi, al ver al niño acercarse me alejo entre los árboles, no estaba de humor para hablar con un niño.

-Ven aquí Eros- otro niño de alrededor de diez años lo tomó de la mano arrastrándolo nuevamente donde se encontraban los demás.

Camino entre la maleza, estaba tan aburrida aquí encerrada sin poder hacer nada… un momento

¿Para qué tengo alas?

Me maldigo todo este momento, en el tiempo que me gasté enojando conmigo mismo y el idiota del lobo pude haber simplemente convertido y salir volando…

Cierro los ojos un minuto y al abrirlos confundida miro a mi alrededor y observó el césped con copos de nieve, miro el monte en donde me encontraba... no podía ser observando a mi alrededor pude ver a red, mi dragón este envolvía mi cuerpo como si quisiera protegerlo de algo acarició sus escamas llamando su atención su rostro se acerca para verme

-¿qué sucede? - pregunto pero este vuelve su mirada al frente miró como a lo lejos había destrucción- esto no es como las últimas veces ¿no?

"no soy yo quien te trajo aquí" su voz suena en mi cabeza

-¿entonces...? - miro a mi alrededor nuevamente- ¿Draco?- lo llamo confundida un dragón negro aparece frente nuestro, red toma una poción de defensa mientras se envuelve más a mi protegiendo me con su cuerpo

-¿en serio tú también me vas a aprisionar?- bufo molesta

Al ver que me encontraba en el mundo de los dragones, era típico de un dragón contactar así con otro de su especie, como también ambos dragones como el cuerpo humano se podían observar entre sí.

Draco quien se encontraba siendo protegido por su dragón me observa sonriente.

-¿aún sigues queriendo acercarte a mí?- frunzo el entrecejo cuando lo escucho

-creeme lo único que quiero de ti es que estés muerto - le respondo- ¿qué es lo que quieres Draco? porque me encerraste en este mundo

Draco no contestó lo cual me inquietaba un poco más.

- mi plan no es deshacerme de las criaturas místicas arlet.- habla

-entonces ¿porque te uniste con esos humanos? ¿por qué no estás cazando?

- como ya te dije los humanos solo son un eslabón de lo que pronto será...

su tono no me gustaba, ni siquiera cómo había terminado aquella oración

-sigo sin entender- hablo con sinceridad

Draco sin embargo sonríe de costado y se encoge de hombros

-por el momento no hay nada que entender querida.

- Draco... te mataré de nuevo, es lo único de lo que tienes que saber...

- y yo destruiré todo lo que amas querida, hasta que tú me pidas que te mate.

cuando iba a contestar nuevamente observó el bosque de la manada, como si mi conciencia hubiera vuelto a mi cuerpo.