Capítulo 19

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No entendía

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No entendía. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué él otra vez? Era un niño aun, al menos ante sus ojos. ¿Por qué hacerle daño a una persona tan joven?

Lo vio caer en la acera frente al cementerio y su cerebro comenzó a jugar con él. Ese era el pequeño Moldavia de diez años que había conocido siete años atrás, el Moldavia de doce años dándole una sombrilla de spiderman lleno de inocencia y no el actual adolescente de diecisiete.

Eso ya había pasado una vez hace más de medio año. Se sintió impotente mientras con su mirada buscaba al causante de la herida del menor, pero no sin encontrar nada.

Llamó una ambulancia y avisaron que llegarían pronto.

No debieron ir a visitar la tumba de Armenia. Sonaba egoísta, pero prefería eso a que el joven en sus brazos muriese.

¿Por qué Moldavia?

¿Por qué justamente en esas situaciones?

Encendió su celular para llamarle a URSS, quien se encontraba en su oficina junto Alemania y Rusia que fue dado de alto al día siguiente. ¿Qué se supone que les diría? "Hey, estaba paseando con Moldavia, le dispararon y ahora va al hospital"

Mejor esperaría.

―Ame...creo que esta no es la mejor manera de obtener libros. Buscare otra.

― Si te recuperas bien, te comprare los libros que quieras.

Entonces una idea cruzo por su mente ¿Y si en realidad al que querían disparar era él? Sonaba como algo ilógico, pero no pudo evitar comenzar a darle vueltas a la situación.

Se quedó en la sala de espera. Mantuvo el celular en su mano todo el rato. ¿Cómo le diría esto a URSS? Islandia se había ofrecido a acompañar a Moldavia en primer lugar, pero él insistió en ir en su lugar. Quizá debió hacerle caso, Islandia tenía conocimientos médicos y militares, podría haber ayudado más que él.

Curiosamente y como si lo hubiese invocado, Islandia apareció frente a él. Corrió hasta alcanzar al psicólogo viéndose completamente preocupado.

― Oh dios, estas bien.

― ¿Qué haces aquí?

Islandia pareció avergonzado.

― Los seguí.

Eso no tenía sentido. Si los hubiese seguido ya sabría que él estaba bien, pero no iba a decir nada.

― Ya llamé a URSS― dijo― Viene en camino.

Y USA tuvo miedo.

Sabía que jamás URSS le haría daño, pero seguía siendo una imponente y aterradora persona que amaba a sus hijos. Y él fue el causante indirecto de una herida mortal de uno.

Cualquiera tendría miedo.

URSS llegó. Y con él venía Azerbaiyán, Rusia y Turkmenistán que acababa de terminar un tour.

Laberinto de memorias (RusAme)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora