Extra 1

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Se negó a salir de su habitación los siguientes días después de lo ocurrido con Uzbekistán. No fue su intención enamorarse de él, pero una cosa llevo a la otra y terminaron acostándose. Después de eso las cosas entre los dos fueron tensándose, hasta el punto en que lo volvieron a hacer. El médico forense tampoco era la persona más abierta al amor después de lo sucedido con Marruecos.

Era en lo único en que se parecían.

Odiaba el sentido de responsabilidad que el mayor tuvo con él tras esa noche. Es decir, no es como si se hubiese embarazado o algo así. Pero al parecer Uzbekistán quería intentar ser su pareja.

No tenía tiempo para una.

Su agenda estaba casi siempre ocupada. Antes de la boda de Kazajistán estuvo dos años sin visitar a su familia. Se sentía culpable.

Solo estuvo enamorado una vez, y eso no resultó bien.

Su manager fue un hijo de puta que solo buscaba estafarlo. Casi echa a perder su carrera por él. No quería nada que ver con el amor. Y entonces el medico con unas cuantas acciones y lindas palabras tuvo a Turkmenistán a sus pies.

Confió en Uzbekistán y luego todo se echó a perder.

Supo por Ucrania que Afganistán estaba enamorado de su ya novio. No había nada de malo, solo era un chico adorable que tenía sentimientos por el médico, y que compartían trabajo, se enfocaban en la misma área, y...era su nuevo asistente.

Trató de tranquilizarse, pero cuando los vio tan juntos como si fuesen ellos quienes eran la verdadera pareja, no pudo más.

Afganistán no sabía nada de su relación.

Admitía que le dolió saber eso, sobre todo al saber que su novio era alguien indeciso con sus sentimientos. Es como si quisiera tenerlos asegurados.

Bien. Estaba exagerando.

Pero esa noche....esa noche fue el colmo cuando los pudo ver besándose tan cómodamente como si nada les importara. Como si el no estuviera ahí.

Furioso y sin pensar en nada más que desahogarse. Sostuvo al primer chico que vio, y en medio del pasillo donde nadie pudiese verlos, comenzaron a besarse y tocarse descaradamente.

Si sus fans supieran lo que hacía en su tiempo libre...

El gusto no les duró mucho, porque rápidamente Uzbekistán llegó hasta ellos para interrumpirlos.

― ¿Qué demonios estás haciendo?― Uzbekistán corrió hacia su hermano menor y lo apartó con fuerza de México.

¿Por qué lo estaba besando? ¿Qué estaba tratando de hacer? ¿Qué...?

― ¿Y qué vas a hacer?― Preguntó el otro con la voz quebrada y lágrimas en los ojos. ― ¿Golpearme? ¡Vamos! ¡Hazlo! ¡Nada me va a doler más que tu besándote con el!

La cara del uzbeko se volvió en una llena de miedo.

― ¿Lo viste?

― ¡¿Cómo querías que no lo hiciera?! ¡Lo besaste frente a todos! ¿Tan poco te importa lo nuestro?

Oyeron una ola de jadeos, pero poco les importó a los protagonistas de la escena y siguieron con la pelea.

Rusia intentó acercarse junto al kazajo para detenerlos, pero sus respectivas parejas los detuvieron. No podían meterse...en lo que sea que estuviera pasando.

Turkmenistán apartó al mayor con fuerza mientras el mexicano se alejaba del lugar y algunos otros más invitados volteaban para ver que sucedía.

Laberinto de memorias (RusAme)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora