Cuando vuelves a ver al que se supone fue tu primer amor, pasan muchas cosas. Sobre todo cuando tu padre repentinamente vuelve a aparecer en tu vida.
Segunda temporada de Efectos secundarios.
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Muchas veces se preguntaba porque era el quien resultaba herido o metiéndose en problemas, si era la familia soviética la causante. Estaba harto.
Por lo menos logró rescatar algo de entre tanto caos que tenía últimamente. Canadá lo había visitado. Fue al único de su familia al que le dijo. Rusia accedió a no hacerlo tampoco. Preferían esperar a que pasaran los primeros tres meses para dar la noticia.
Solo que su hermano mayor llegó en el peor momento.
Alemania había dejado de ir a la estación y tenían policías buscándolo por toda la ciudad.
―Traje esto― Canadá dejó una pequeña caja con varias prendas de bebe y algunos juguetes enfrente de él.
USA lo miró con incredulidad.
― Ni siquiera tiene dos meses, Can.
― No importa, seré el mejor tío para mi primer sobrino.
― Creí que Australia tendría a tu primer sobrino.― Recordó divertido.
― Si, pero no el hijo de mi hermano favorito. ―Lo abrazó por los hombros.
― No dejes que escuche eso, luego se siente.
Ambos hermanos rieron
― No tenías que venir aquí solo por esto, podrías haberlo mandado.
Canadá tuvo la decencia de verse un poco avergonzado.
― También estoy aquí por algo del trabajo.
― Ya decía yo...
Aun así estaba feliz. Tenía mucho tiempo de no ver al mayor. La última vez que lo hizo fue el año pasado, antes de viajar para la boda del kazajo. Quien iba a decir que su reencuentro incluiría la noticia del embarazo del psicólogo.
Así, horas después USA observaba el taxi que llevaba a Canadá alejarse más y más mientras el regresaba al apartamento de Rusia.
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Tenía un mal presentimiento. Trató de llamar al de cabellos castaños varias veces pero este simplemente no respondía. Llevaba así poco más de treinta minutos y estaba a punto de salir corriendo para buscarlo.
