Arrugado como un falo desinteresado,
yace todo mi cuerpo sobre la cama
entre las cobijas que huelen a desesperanza,
abrazando las almohadas que han absorbido tantos ruegos,
todos miserables ninguno realmente escuchado...
allí nadando en la remanente calma artificial de los opioides
yacen mis músculos estirándose en todas direcciones
come queriendo dejar atrás a los huesos
que crujen despacio como baldosas flojas,
allí en una cama,
otro día me envuelve como en un capullo de seda,
que pesa como toneladas de tierra,
y se siente sombrío como la tumba
ya pagada y que espera hambrienta para saborear mis caderas,
esas que un día fueron mimadas
y hoy solo sostienen mis pijamas...
enredado como los misterios de la mente,
yacen los nervios pellizcados en simultáneo,
acentuando la sensación de desgano
que agria mi saliva...
otro día más en cama,
otro día prisionero de mi propia piel,
aferrándome a la oscuridad que ofrecen las cortinas cerradas,
y al silencio que flagela mis pensamientos
y excreta rimas retorcidas
que recojo como guano seco...
otro día entre las cobijas,
uno de los muchos que he tenido y de seguro tendré.
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Entre las cobijas
PoetrySugerente título, sin embargo, totalmente alejado a lo que hubiese escrito en mi adolescencia. Déjame contarte algo...veinte años han pasado desde la primera vez que mis articulaciones comenzaron a doler, a sentir como la piel se agrietaba desde den...